Tras LICO Cosmetics se encuentra un laboratorio sevillano de ingeniería cosmética, que aúna innovación, desarrollo, eficacia y fórmulas naturales para elaborar tratamientos que resuelven los problemas e inquietudes de la piel.
Ya sea por suerte o por desgracia, fue la pandemia la que motivó a Estefanía Ferrer –ingeniera química de formación y una enamorada de la cosmética– a emprender. Dejó su trabajo en Airbus y se centró en dar con las fórmulas cosméticas ideales que ella misma exigía. Apostó por una serie de activos innovadores, vitaminas, ácidos hialurónicos y péptidos, pero no de cualquier precio, debían ser respetuosos con la piel y el medioambiente.
Esa misma pasión es la que estimula a Estefanía a seguir. Como ella dice: “no recomiendo emprender si la única motivación es ser nuestros propios jefes. Requiere una gran dedicación y son muchos los problemas que uno ha de solventar. Solo si hay pasión, no hay horas en el reloj”. De hecho, LICO todavía no le aporta esa calidad de vida que tenía antes, pero la gran gratificación que le otorga, le compensa. Además, LICO Cosmetics está todavía en etapa de crecimiento y le augura un futuro muy fructífero. La idea de su fundadora es seguir ampliando la gama de productos y seguir cumpliendo objetivos.
