Es una industria que hay que cuidar porque es una fuente de ingresos muy importante en Andalucía
La primavera es una época importante para la moda flamenca ¿Cómo se plantea este año? ¿Hay un resurgir de la industria tras los dos años post pandemia?
Sin duda, hay un resurgir. Es cierto que el año pasado fue un año histórico porque vivimos dos temporadas en una, pero, a principios de este año todavía teníamos cierta incertidumbre con respeto a cómo se iba a plantear la nueva temporada y si íbamos a volver a alcanzar las cifras prepandémicas. No obstante, puedo afirmar que está siendo una gran temporada. La gente tiene muchas ganas de vivir y disfrutar.
El traje de flamenca es el único traje regional que se adapta a las modas ¿Qué es lo que se lleva?
Se lleva un poco de todo. Podríamos decir que el lunar es el gran protagonista dentro de los estampados, pero hay muchas personas que no son tan arriesgadas y prefieren apostar por colores lisos. Pero, al final, no es tanto qué se lleva o no, sino que los diseñadores tenemos una identidad y un sello, y cada uno apuesta por su estilo propio.
¿Cuál es el sello Rocío Peralta?
El sello principal de Rocío Peralta es el contraste entre cortes clásicos y colores atrevidos. También procuro que, si la tela es lisa, lleve algún detalle especial, como un plisado o una textura diferente. Por lo general, me gusta mucho el contraste de color y también que los trajes tengan mucho vuelo, aunque también dependerá del gusto de cada clienta y de la forma que más le favorezca. Pero, en definitiva, intento que mis trajes, dentro de una línea clásica, sean vistos como unos trajes importantes y con mucho colorido.
¿Tiene clientas de toda la vida?
Sí, totalmente. Tengo clientas que empezaron conmigo haciéndose trajes y que a día de hoy siguen confiando en mí. Incluso, tengo clientas que ya no se visten, pero visten a sus hijas o a sus nietas; o, también, hay familias completas que acuden a Rocío Peralta para que vistamos desde la primera hasta la última.
¿Cuándo se empieza a preparar un traje de flamenca?
En nuestro caso, los trajes de la firma Rocío Peralta son trajes artesanales, que tienen muchas horas de mano de obra detrás. Requieren mucha elaboración, están hechos uno a uno y se tarda en torno a 3 o 4 días en confeccionar un solo traje. Por lo tanto, nosotros empezamos a confeccionar nuestra colección en verano y después, durante la temporada, vamos haciendo los encargos que nos mandan a medida.
¿Cómo ve la salud de esta industria?
Es una industria que hay que cuidar porque es una fuente de ingresos muy importante en Andalucía. A raíz de la pandemia, me di cuenta de la cantidad de personas que tienen trabajo gracias a este sector. No solo hay empresas de trajes o complementos de flamenca, sino que hay un sinfín de negocios que viven de estas fiestas, desde caseteros y montadores hasta flecadoras o plisadoras.
¿Cómo ha afectado la pandemia a este sector?
Hemos sufrido mucho. Hemos estado dos años con cero ingresos. Muchos negocios han echado el cierre porque es un sector tempo- ral, pero con mucha previsión. Es decir, invertimos en una colección que presentamos a principios de año, pero que empezamos a crear cinco meses antes. Si de pronto no puedes cumplir tus objetivos, no puedes hacer frente a tus responsabilidades de pago y claro, te lleva por delante.
Tienes otra firma, Errepé ¿Por qué decidió ponerla en marcha?
Con Rocío Peralta llegué a tocar techo: no tenía posibilidad de hacer más trajes porque tampoco había más días al año y tenía la mano de obra que tenía, por ende, ya no podía crecer mucho más. Por ello, decidí crear una línea industrial, Errepé, y así poder expandirme. Es cierto que nació hace relativamente poco, pero su evolución está yendo muy bien. Probablemente, el año de su lanzamiento fuerte hubiese sido 2020, año en el que arrancamos muy bien, pero como es obvio, se vio gravemente afectada. En un momento dado, pensé en tirar la toalla porque me encontré con una producción muy grande a la que no podía dar salida y me tuve que endeudar para poder hacer frente a los pagos. Sin embargo, se quedó el local colindante al de Rocío Peralta disponible y pensé: si me coge el toro, que me coja por todos lados.
Así pues, el año pasado saqué todo el stock que tenía antes del COVID y fue muy bien. Para esta temporada, decidí hacer una producción un poquito mayor y poco a poco estamos creciendo. Gracias a esta línea hay una tienda multimarca que me vende en Málaga, otra que vende exclusivamente trajes de Errepé en Jerez de la Frontera y otra en Córdoba.
¿Cuáles son tus expectativas tras terminar la temporada?
Es cierto que, por las características de la industria, es un negocio muy temporal. Además, nos estamos viendo muy afectados por la reforma laboral a la hora de contratar personal. Trabajo solo hay seis meses al año porque una vez que termina El Rocío, puede salir algún traje, pero, por lo general, en las ferias de verano las personas no tienden a vestirse tanto o es otro estilo. No obstante, como tenemos un tirón tan fuerte de temporada, nos tomamos vacaciones en verano y luego, volvemos a arrancar y a preparar la nueva colección, que presentamos en el desfile We Love Flamenco en enero.
