Me encantaría que me llegase el momento como presidenta de decir que la asociación se disuelve, porque ya no tiene sentido de ser, pero seguimos siendo diferentes, seguimos siendo tratadas diferentes por ser mujeres
Hace pocas fechas se celebraba la primer Gala de Empresarias Sevillanas, ¿por qué se ha querido hacer este reconocimiento en este momento?
Desde que surgió la nueva etapa de esta asociación de empresarias sevillanas no habíamos tenido un momento de celebración para nosotras, para reunirnos y compartir la alegría de lo que somos y lo que representamos. Y pensé, como presidenta, que era el momento después de unos años terriblemente complicados para todos y también para los empresarios. Había que poner un punto y final a todas las dificultades y volver a empezar y se nos ocurrió que la mejor manera era hacer una gala de homenaje a nosotras, como reconocimiento a nuestro trabajo, porque las mujeres hemos hecho el mismo esfuerzo y el mismo trabajo que los empresarios y, además, hemos tenido que sumar nuestros trabajos familiares, nuestros trabajos de levantar morales, cosas que son intrínsecas en las mujeres. Yo creo que nos lo merecíamos.
Dentro de una empresa, ¿qué diferencias crees que hay en que la dirija un hombre o una mujer?
Yo soy segunda generación de una empresa familiar y desde que estoy yo he notado como mi empresa ha cambiado, no voy a decir ni a mejor ni a peor, pero ha habido un cambio. Hay cosas que se han mejorado por mi estilo directivo y hay cosas en las que yo necesito que mi padre me apoye por su estilo directivo, pero hay diferencias. Las mujeres somos en la empresa como somos para todo, somos generosas, entregadas, tenemos otra visión de las cosas, vamos por delante, planificamos de otra manera. La mentalidad masculina está estructurada de otra manera.
Nuestra forma de ser y de enfocarnos hace que los proyectos de mujeres fracasen en mucha menor medida que los de hombre y que las empresas de mujeres tengan mayor durabilidad, porque somos más constantes, más perseverantes antes de dejar caer nuestros proyectos. También tenemos otra manera de dirigir los recursos humanos, no nos cuesta nada insertar la conciliación o las medidas de ayudas familiares dentro de nuestras empresas, porque empatizamos rápidamente con nuestros empleados y sus necesidades personales o familiares. Me encantaría que me llegase el momento como presidenta de decir que la asociación se disuelve, porque ya no tiene sentido de ser, pero seguimos siendo diferentes, seguimos siendo tratadas diferentes por ser mujeres. Siguen existiendo los temidos precipicios de cristal, cuando en las empresas llegan los momentos duros las mujeres damos un paso adelante y somos capaces de salvar cualquier situación. Somos unas excelentes gestoras de crisis.
Las mujeres siguen teniendo una representación minoritaria en los eventos empresariales y sociales, ¿por qué esa invisibilidad de la mujer de cara a la sociedad?
Uno de nuestros principales objetivos como asociación es visibilizar a esas empresarias, que las hay, las de pequeñas empresas y también de las grandes. Hoy en día nadie niega el talento de una mujer ni el sitio, pero también hay muy pocas mujeres dispuestas a ocupar esos sitios que nos corresponden como la mitad de la sociedad que somos.
Las mujeres somos muy pragmáticas, priorizamos mucho otras cosas. En el mundo de las empresas creemos que nuestras horas tienen que ser absolutamente productivas y rentables y pensamos que ir a eventos no es rentable. Si hay cargas familiares de cualquier tipo seguimos siendo las mujeres las que damos el primer paso, seguimos teniendo el sentimiento de que esos trabajos son nuestros, con lo que hay un tiempo que lo dedicamos a eso y no lo queremos dedicar a otra cosa. Las muje- res somos muy auto exigentes, queremos ser rentables y productivas todo el tiempo. No nos consentimos tener momentos de ocio, de esparcimiento y yo creo que ahí está la raíz de la poca participación de las mujeres en la vida pública y visible. Nosotras somos un 31% del tejido empresarial andaluz y el 35% en el caso de Sevilla.
¿Entonces es una decisión personal o es que el cronograma social no es capaz de adaptarse a sus necesidades?
Yo me niego a ser un hombre con falda. No voy a cambiar nada de mi vida para adaptarme al sistema existente. Quizá el sistema tiene que cambiar en algo para adaptarse al total de la sociedad, hombres y mujeres. Cuando exista un sistema donde quepamos todos entonces cada uno decidirá libremente a qué dedica su tiempo. Mientras no cambie ese sistema las mujeres siempre estamos intentando llegar a ese cronograma que es masculino y muy antiguo.
Eso solo se puede cambiar desde dentro adaptando los horarios a los tiempos de mujeres y hombres. Yo trato de despertar las conciencias de las mujeres de hacerlas sentir empresarias. Hay mujeres que no se sienten empresarias, por ejemplo en los territorios rurales las mujeres no tienen conciencia de ser empresarias, a veces no tienen ni la titularidad, a pesar de ser ellas las que dirigen las empresas.
Hágame una radiografía de la situación actual a nivel empresarial y las expectativas de futuro.
En la economía sevillana tenemos el mismo problema que en el resto de España, y es la falta de márgenes comerciales que nos lleva a los empresarios en general a una falta de liquidez muy importante. Para lo que necesitamos la colaboración público privada, porque es fundamental el apoyo de las entidades financieras, que ahora mismo están colaborando. Hay optimismo, porque el volumen de negocio no ha descendido, incluso está subiendo y los mercados se están moviendo, las ventas están bien en todos los sectores.
En cuanto a las empresarias, hemos vivido una mala época con una gran baja de autónomas, de empresarias, pero esa cascada ya se ha frenado. En este año ya ha habido muchos proyectos de nuevas emprendedoras en Sevilla, muchas de origen universitario y estamos teniendo muchas consultas de mujeres con proyectos que buscan asesoramiento, ayudas, financiación para emprender. Yo soy optimista, si las instituciones son capaces de cortar las sangrías y canalizar los recursos podremos salir de esta bien y muy fortalecidas.
Llevamos dos crisis seguidas, los que estamos resistiendo estamos cogiendo un gran pulmón y saldremos muy fortalecidos en cuanto nos quiten las trabas. Las mujeres estamos muy comprometidas con la digitalización, con la transformación medioambiental, con el futuro y eso me da esperanza y alegría.
