Su clínica es referencia en cuanto a los tratamientos de la voz. ¿Cómo se ha evolucionado en este campo? ¿Qué nuevos métodos se están aplicando?
Es curioso porque en el tema de la cirugía de las cuerdas vocales en teoría hubo una muy rápido evolución hacia el láser, pero el láser se ha demostrado que, para los tratamientos benignos, que es el problema que puede tener los cantantes profesionales o los profesionales de la voz, es contraproducente y se ha vuelto a las técnicas más tradicionales.
Sin embargo, en el tratamiento oncológico por ejemplo de una papilomatosis o de tumores de cuerdas vocales, el láser de CO2 está totalmente instaurado por todas partes, como el tratamiento más importante para el cáncer de cuerda vocal. El láser es una cirugía muy limpia y eficaz.
No debemos confundirlo con la típica cirugía de un cantante porque ahí sí que es pésimo, ahí se ha vuelto a nuestros orígenes, a las micro tijeras, al bisturí y los tratamientos más tradicionales antiguos.
La voz también tiene unas afecciones directamente relacionadas con la psicología, con el bienestar de las personas. ¿Cómo habéis vivido, con el tema de los tratamientos de la voz, esta época de pandemia?
El COVID afectaba a muchísimas personas en el postoperatorio a las vocales locales, dejando una ronquera que duraba de tres a seis semanas, a veces incluso más. Ha sido una cosa que ha aparecido en un segundo momento, al principio se valoraban cosas más importantes, pero dejaba una afonía persistente, que a veces ha sido muy difícil de tratar. Curiosamente, a nivel otorrinolaringológico también ha sido importantísimo el tema de la olfacción, igualmente han sido variables los tiempos que ha necesitado la persona para recuperarla, hay gente que ha tenido problemas permanentes en la olfacción, es verdad que los otorrinos nos hemos visto bastante implicados en el tema del COVID.
A nivel de prevención, hablando de cantantes, maestros o gente que habla mucho tiene problemas de voz, ¿crees que se ha mejorado algo a lo largo de los años o sigue todo igual?
Sí, yo creo que ahí la clave es la educación vocal, la gente sí ha entendido que eso es crucial.
La gente tiene conciencia de que realmente la prevención es clave a través de la educación vocal, no hay ahora mismo cantantes que no tengan un profesor de canto, mismo hay mucha más conciencia que la prevención es clave.
Como todo en le vida nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Creo que los profesionales que trabajan con la voz se lo toman más en serio cuando empiezan con los problemas. Un profesor se cuida más cuando de repente se tira un mes afónico y se asusta, entonces ya se lo toma un poco más en serio. Todavía cuesta a nivel profesional comprender la importancia de la figura del educador vocal, debería estar mucho más extendido.
Algo positivo es que el hábito del tabaquismo ha disminuido mucho en nuestro país, algo muy bueno fue el hecho de que se prohibiera fumar en la interior, y eso ha ayudado mucho.
Desde la Clínica Muñoz Cariñanos se afrontan también operaciones estéticas en la Clínica de Aranzazú. ¿Las personas se operan solo porque tengan problemas funcionales o también por problemas estéticos?
Yo ahora estoy prácticamente dedicado a la cirugía facial, pero sobre todo curiosamente a la rinoplastia, como soy otorrino siempre trato de mejorar la imagen exterior, hacemos una rinoplastia sin cicatrices, hacemos todo por dentro y es una rinoplastia ultrasónica, lo cual evita moratones, pero aunque mejore la estética, siempre intento mejorar la parte funcional porque yo creo que el 90% personas somos susceptibles de una mejora funcional de la nariz, lo cual hace que se descanse mejor, que tengan mejor voz, mejor recuperación de la voz y mejoras en general. Considero que la estética es lo que prima nuestra sociedad, pero siempre tengo muy en cuenta la parte funcional, porque para mí es lo fundamental.
A nivel de estética, con el tema de las redes sociales, de los influencers, que todo esto es imagen pura ¿se ha notado una evolución en este campo o realmente vamos a una tendencia al alza en el que la estética sea lo que prime en esta sociedad?
Curiosamente, desde la pandemia, la evolución ha sido meteórica, yo operaba, a lo mejor, trece rinoplastias al año y ahora opero trescientas, o sea estas cifras son increíbles. Entre ocho y quince a la semana, yo lo noto desde la pandemia, ya prácticamente estoy casi en exclusiva dedicado a la estética, y tengo profesionales compañeros míos me ayudan con la parte funcional con la otorrinolaringología más clásica, pero estoy muy sorprendido de la evolución hacia la estética de esta forma porque llevo trabajando veinticuatro años y en los últimos cuatro ha sido sorprendente.
¿Cuál es la edad de los pacientes?
El rango clásico es desde los 25 hasta los 55 años, pero luego también hay gente por debajo y por encima. El otro día operé a una señora de 67 años, que me alegro que se quiera ver más guapa porque me parece muy bien, pero no es la edad más habitual. También he llegado a operar a gente más joven, que necesita el consentimiento de sus padres, porque a lo mejor sufren acoso en su colegio, hemos llegado la gente incluso menos 18 años, pero eso siempre pues muy bien tutelado por sus padres.
¿Cuál es la tendencia ahora mismo en estética facial?, ¿qué es lo que la gente pide?
La gente pide rinoplastia como si no hubiera un mañana, es impresionante, estoy muy sorprendido, es la cirugía más demandada en nuestra clínica, también en la clínica se hace bastante cirugía de aumento de pecho, pero lo que más pide la gente es rinoplastia con una diferencia espectacular con respecto a cualquier otra.
Quizás el hecho de ser una técnica sin cicatrices y al ser la rinoplastia ultrasónica, el hecho de un corte en la columela es algo que llama la atención porque antes había que hacer un corte, se inflama mucho, quedaba una señal de que el doctor había estado por allí, ahora no hay ninguna señal y quedan unos resultados muy naturales. La gente busca naturalidad y, sobre todo, pasar desapercibida, que su nariz no sea lo más llamativo de su cara.
