La Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía ha decidido este año cambiar el criterio de distribución del espacio de Fitur. ¿Cuál es su valoración al respecto?
Creo que estamos ante una magnífica edición de la Feria Internacional de Turismo, porque va a suponer la constatación de que el sector turístico ha remontado tras la grave crisis que ha sufrido y está ya al nivel de las cifras prepandemia, y por ello entiendo que el concepto de stand que ofrece Andalucía es el óptimo para mostrar una oferta diversa, muy completa y sumamente atractiva para el visitante. Con ese objetivo común de presentarnos como un destino único y fuerte, Córdoba se suma a ese espacio de la Junta de Andalucía para dar a conocer y promocionar la oferta turística tanto de la ciudad como de la provincia. De este modo, el stand será un escaparate en el que difundir la programación de la capital y de los pueblos de manera que se proyecte la imagen de una provincia con una oferta atractiva y variada. Así, la riqueza de la monumentalidad y el patrimonio, las fiestas populares, el turismo de naturaleza y un sinfín de experiencias únicas donde prima la calidad y la excelencia son algunas de las fortalezas que se van a exhibir en la Feria. Al margen de esta actividad de promoción, y como siempre hacemos, Córdoba mantendrá la agenda de encuentros de trabajo con el objetivo de poner en contacto empresas del sector turístico para que puedan hacer negocio, una labor que también se desarrollará en el pabellón de Andalucía.
¿En qué van a centrar este año su participación en esta gran feria de turismo?
Córdoba es un destino turístico preferente por su rica y variada oferta y todo ello va a quedar patente en Fitur. Es una ciudad con un rica oferta cultural y patrimonial, con cuatro patrimonios de la humanidad que, sin duda, son nuestra principal carta de presentación de cara a la atracción de visitantes. Pero unida a esa oferta, la ciudad tiene otros pilares que sustentan el sector y que enriquecen el destino, situándolo en los principales circuitos nacionales e internacionales. Ahí vamos a poner también el foco, en destacar que la ciudad está muy bien posicionada para atraer el turismo de congresos, el gastronómico o el de naturaleza.
Córdoba es una capital que siempre ha apostado por el turismo cultural y de congresos. ¿Qué planificación tienen para estos segmentos en este año que comenzamos?
Son dos segmentos de mucha importancia para el turismo en Córdoba. En el caso de los congresos, en este año 2024 vamos a seguir avanzando en la consolidación de una senda que ya hemos podido abrir en este ejercicio pasado, algo que ha venido de la mano de la puesta en marcha del Centro de Exposiciones Ferias y Convenciones. Eso ha marcado un antes y un después y ha sido la palanca para posicionar a Córdoba como un referente para el turismo de congresos. El CEFC ha cerrado el año 2023 con un impacto económico superior a los diez millones de euros en la economía de la ciudad, además de con 20 actividades que han sumado unos 19.000 participantes. Estas cifras son especialmente significativas si se tiene en cuenta el poco tiempo que ha transcurrido desde su apertura y que la planificación de los congresos se lleva a muchos meses vista. Por ello, tiene vocación de convertirse en el principal motor de la actividad congresual y ferial de la ciudad, concentrándose en eventos de gran envergadura y situando a Córdoba en el mapa de las ciudades que albergan ferias y congresos con más de 2.000 personas. Esas personas duermen en Córdoba, visitan la ciudad y en muchos casos son auténticos prescriptores del destino cuando llegan a sus lugares de origen. En cuanto al turismo cultural, Córdoba afronta un 2024 con una agenda cargada de citas importantes y de eventos de peso que van a suponer una importante proyección nacional e internacional de nuestra tierra, como es el caso del Festival Flora, ya una referencia del otoño de Córdoba, del Festival de la Guitarra o de relevantes exposiciones que podrán visitarse en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A). Este año se cumple también el 150 aniversario del nacimiento del pintor cordobés Julio Romero de Torres y esa efemérides será uno de los ejes que marquen la agenda cultural de los próximos meses.
Ahora ya se puede hacer balance del año 2023. Cuantitativa y cualitativamente ¿cómo definiría este pasado ejercicio en materia turística?
Ha sido un buen año. 2023 ha evidenciado la senda de la recuperación que viene experimentando el turismo en la ciudad y aunque aún nos queda por conocer los datos de diciembre para hacer un balance anual, es cierto que la tendencia es muy positiva. En los últimos meses, octubre y noviembre, nos hemos situado por encima de los mismos meses del año anterior, con 95.847 viajeros y 79.047 viajeros, respectivamente, y hemos superado también los datos del 2019, el ejercicio que se suele tomar como referencia al ser el año prepandemia. Es una tendencia muy positiva y en esa línea vamos a seguir trabajando, con importantes campañas de promoción del destino y de nuestra oferta. Hemos pasado una etapa muy, muy difícil, provocada por la pandemia, y el esfuerzo del sector para remontar y para salir adelante ha sido titánico. Hemos estado a su lado y así va a seguir siendo, porque el turismo es un pilar fundamental de la economía local.
Las grandes ciudades andaluzas y del resto de España y del mundo se están enfrentando a problemas derivados del turismo que afectan a la vida ordinaria de los vecinos. ¿Cómo se viven en Córdoba estos fenómenos?
En Córdoba no se dan problemas de convivencia entre el turismo y la vida diaria de los vecinos que residen en las zonas más visitadas, como es el casco histórico. En cualquier caso, desde el Ayuntamiento apostamos por la consolidación de estos espacios de especial interés patrimonial, cultural e histórico, que son asimismo lugares residenciales que necesitan de una especial atención en servicios para al menos afianzar, y con el tiempo hacer crecer, una población residente que demanda servicios para asentarse en estos lugares únicos y referentes a nivel mundial. La gran afluencia de turistas que se recoge en estos lugares supone un reto para el que ya estamos trabajando, que es el de luchar contra la gentifricación, luchar contra la expulsión de los vecinos del casco histórico y que siga siendo un barrio de nuestra ciudad donde haya actividad turística, pero de manera organizada. Todo ello se plasmará en el Plan de Gestión del Casco Histórico, que es más un plan de usos que un plan de conservación.
