Hemos pasado de hacer una labor de propaganda y captación de socios, a tener todas las semanas peticiones de nuevos asociados
Coméntenos, ¿qué representa la Asociación de Energías Renovables de Andalucía? ¿Cuándo nace y cuál es vuestra función?
La asociación se constituyó en el año 2002 pasando por distintas etapas, deno- minándose actualmente CLANER (Clúster Andaluz de Energías Renovables y Eficiencia Energética) aunque como más se conoce es con el nombre de Asociación de Energías Renovables de Andalucía. Desde entonces hemos seguido desarrollando la misma labor que iniciamos en el 2002 y ampliándola con otra serie de actividades.
En estos momentos, estamos conformados por más de 100 miembros, entre empresas de ingeniería, consultoras, promotores, centros tecnológicos y también hay entidades de red pública como alguna agencia local de energía. En fin, hay un amplio abanico de asociados.
¿Con qué alcance cuenta CLANER?
Tenemos contacto con empresas de fuera, hace poco hemos estado en Marruecos en un encuentro empresarial con empresas procedentes del norte de Marruecos. Participamos en proyectos internacionales, sobre todo a nivel europeo, poniéndonos en contacto con otros clústeres, lo cual incide de manera po- sitiva en nuestros asociados.
¿Habéis notado un incremento en el número de asociados, partiendo de que nos encontramos en un punto de creci- miento del sector?
Sí. El parón del sector obligó a que muchas empresas andaluzas, que están a la cabeza de las empresas españolas en el sector de las energías renovables, tuvieran que salir fuera a buscar trabajo, sobre todo a Sudamérica, puesto que el parón en España coincidió con la eclosión del sector en Brasil, Chile y México, por lo que estas empresas se volcaron por entonces en dichos territorios.
En estos últimos años, hemos pasado de hacer una labor de propaganda y captación de socios, a tener todas las semanas peticiones de nuevos asociados. El sector está ahora mismo muy vivo, está en ebullición, están entrando nuevos actores, la tecnología fotovoltaica tiene, a diferencia de la eólica, una característica que es que el número de actores es mucho mayor, mientras la eólica se concentra en unos pocos promotores, en la fotovoltaica tenemos muchos nuevos actores.
¿Qué pronóstico de evolución ponen sobre la mesa? ¿El sector va a seguir creciendo o tenderá a estabilizarse?
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima preve un crecimiento constante y al mismo nivel del que hemos tenido en el año 2022 y del que estamos teniendo en el año 2023. No obstante, podrían haber circunstancias que hicieran que se moderase el crecimiento, como puede ser el aumento del precio de las materias primas.
Siempre hablamos desde el sector de la bondad que supone tener renovables en el sistema, porque permiten abaratar el coste de la energía, pero que en un momento dado podría jugar en contra de los propios promotores, pues al caer los precios podría existir un impacto negativo en el plan de negocios de los proyectos. Por lo mismo, yo diría que probablemente se amortiguará un poco el crecimiento, pero ni mucho menos va a decaer.
A nivel industrial, ¿existen ayudas que incentiven la apuesta por las renovables a la par de las que ya existen en el ámbito residencial?
Para autoconsumo a nivel industrial existen ayudas al mismo nivel que el residencial, es decir, una empresa que decida instalar una instalación de autoconsumo en su tejado, puede optar a esas ayudas en las mismas condiciones que los particulares. Es verdad que el volumen de las ayudas está predeterminado, aunque este año ha habido un incremento de las mismas ante el aumento de las peticiones de autoconsumo, que ha tenido un crecimiento muy grande, probablemente mayor del que se pudiera haber esperado. Por ende, el Ministerio a través de las comunidades autónomas aumentó esas ayudas, pero las noticias que nos llegan es que desde la Agencia Andaluza de la Energía, que es la que en este caso gestiona esos incentivos, están desbordados por la cantidad de peticiones. No obstante, una vez concluidas estas ayudas, me imagino que habrán nuevas convocatorias por la llegada de fondos europeos.
Lo que sí habréis notado es una tendencia dentro del gobierno andaluz actual por potenciar este sector, se han creado incluso varias consejerías en torno al medio ambiente, la sostenibilidad, las energías renovables…
Sí. Tengo que decir que, tanto en esta legislatura como en la anterior, el gobierno andaluz siempre se ha mostrado favorable a la implantación de estas tecnologías. Incluso, el nuevo consejero, Jorge Paradela, ya preside una consejería que incorpora la palabra energía en su nombre. Un consejero que ha puesto sobre la mesa objetivos específicos, concretos y numéricos para crecer en este tipo de proyectos. Hace poco me llegó una noticia de que en enero se habían tramitado favorablemente 12.000 megavatios de más de 16.000 que se habían presentado, lo que es menester de que esos 12.000 megavatios más los que está tramitando el Ministerio para Andalucía se puedan poner en marcha en los próximos años. Esta es la asignatura que tenemos que superar.
Con el clima que tenemos aquí, Andalucía debería ser la comunidad referente en este ámbito…
Uno de los objetivos de Andalucía es ser líderes en energías renovables. Ya lo somos en energía termosolar desde hace mucho tiempo, así como en energía fotovoltaica. Por su parte, la energía eólica está más desarrollada en comunidades orientadas al norte, pero en números globales yo auguro que en el plazo de varios años podremos estar a la cabeza de las comunidades españolas. Evidentemente, por viento y radiación solar nuestra posición es privilegiada.
