Diciembre es el mes de las compras, luces y sobras para la cuesta de enero. En la gran carrera de tener las ciudades más luminosas, los records en alturas de árboles de Navidad, nos paramos a descubrir una compra más racional, sostenible que repercute al comercio y productores de proximidad.
¿Qué son los productos de kilómetro 0?
La característica principal, aunque no la única, de este tipo de productos es que tienen en cuenta la distancia entre el punto de recolección o producción, es decir el punto de origen, y su lugar de consumo final. Se consideran de kilómetro 0 los productos que: productos locales, productos de temporada, productos ecológicos y con la finalidad de cuidar y proteger el medioambiente.
La característica principal, aunque no la única, de este tipo de productos es que tienen en cuenta la distancia entre el punto de recolección o producción, es decir el punto de origen, y su lugar de consumo final.
Los productos de proximidad son una tendencia que se origina en el movimiento slow food, una asociación gastronómica que reivindica una nueva forma de entender la alimentación, cimentada en el ecologismo, el desarrollo sostenible, la defensa de la biodiversidad, el comercio justo y el compromiso de carácter ético con los productores.
Por lo tanto, para que un alimento pueda ser considerado como producto Km 0 o de proximidad debe cumplir las siguientes características:
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Tienen que producirse y consumirse en radio bastante cercano, considerándose que no puede ser superior a 100 km. Se trata, por lo tanto, de productos locales.
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Son productos de temporada.
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Además, son productos ecológicos, es decir, su proceso de producción y transporte se ciñe a unas normativas que garantizan que se tratan de alimentos naturales, a los que no se les ha añadido productos químicos ni tóxicos.
En todo el proceso de producción y transporte de estos productos se realiza con el máximo cuidado y protección al medioambiente.
Las personas que se posicionan a favor de potenciar al máximo los productos Km 0 lo que persiguen es reducir el fuerte impacto ecológico que conlleva el transporte de materias primas a miles de kilómetros de distancia. Defendiendo, al mismo tiempo, un estilo de alimentación más saludable y natural, con un uso nulo o muy limitado de productos químicos o artificiales para la conservación de los alimentos.
En definitiva, se trata de cocinar, en la medida de lo posible, productos locales, de temporada, que estén vinculados a un territorio, sin perder de vista los procesos ecológicos y el respeto a la naturaleza.
5 ventajas de consumir productos Km 0
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Con este tipo de productos se reduce la contaminación, se cuida el medioambiente y se apoya la sostenibilidad.
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Se aboga por una economía más justa, evitando los abusos y respetando los derechos de los productores, ya que se reduce el papel de los intermediarios, como en el caso de las verduras ecológicas.
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El consumo de este tipo de productos ayuda a llevar una alimentación más equilibrada, sana y saludable.
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Los productos de proximidad son más sabrosos y mantienen intactos sus valores nutricionales.
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Se favorece la economía, la agricultura, la ganadería y la gastronomía local.
Cada uno de nosotros puede adquirir productos Km 0 comprándolo directamente a cooperativas, bodegas, mercados locales o pequeños productores que se encuentren a menos de 100 kilómetros de donde vivimos, como puede ser la miel, los huevos, las verduras, etc.
Pero no siempre tenemos esa opción, así que es necesario distinguir cómo encontrar productos de proximidad en el supermercado. La forma más sencilla es fijarse en el etiquetado, ya que suelen contar con distintivos que ayudan a diferenciarlos de los otros. Normalmente se trata de un símbolo gráfico que lo identifica como producto Km 0 o producto de proximidad.
No obstante, estos productos de cercanía no cuentan todavía con un sello oficial específico, aunque hay comunidades autónomas que comienzan a regularlo. Como consecuencia, cada empresa o asociación de productores utiliza en su etiqueta el indicativo que considera más conveniente. De igual modo, hallarás los distintivos en los puestos de los mercados o los restaurantes, que indican así de dónde provienen sus productos. En todo caso, fíjate en el etiquetado de los productos para saber cuál es su origen, ya que este sí ha de estar convenientemente detallado, y escoge siempre los más cercanos al lugar donde los estás comprando.
En las navidades parte del atractivo turístico (mucho más que luces navideñas) son las ferias de productores que muestran y dan a conocer sus productos agroalimentarios como quesos, aceite de oliva virgen extra, vinos o embutidos para disfrutar en la mesa rodeados de nuestros familiares más queridos. Comprar estos productos directamente a empresas y cooperativas influye directamente en la economía de las zonas rurales, la creación de empleo y potenciar 100% LO NUESTRO.
Cuando compramos, activamos el tejido empresarial, a los comercios barrio, a los mercados de abastos, al tejido económico en general, tanto en zonas rurales como en las ciudades.
Andalucía es rica en grandes empresas agroalimentarias, productos y productores; llena tu mesa de lo mejor, de los nuestros para los nuestros. ¡Feliz Navidad ¡
