Ya casi a final de año ¿qué balance se puede hacer, a nivel económico y empresarial, de la provincia de Almería en este año 2025 y qué previsión hay para estos últimos meses?
Nosotros en este final de año esperamos consolidar lo que llevamos haciendo durante todos los meses anteriores, que no otra cosa que intentar que Almería siga siendo el motor económico y social de Andalucía. Y lo que hacemos es intentar que el tablero político en la provincia Almería sea un tablero templado donde el hábitat de los políticos y de cualquier persona que quiera emprender un proyecto profesional sea un hábitat templado, sin ruido, un hábitat donde no haya barro, donde todo el mundo se sienta identificado con las políticas que se hace. Almería es la segunda provincia de Andalucía que más crece después de Málaga y la tercera de España y además tenemos la población más joven que existe en la Península Ibérica, con 40,4 años de media. Todo es gracias a la administración y también a los empresarios y los autónomos.
Las administraciones no tenemos que estorbar. Nosotros queremos que Almería siga siendo la provincia que más porcentaje de autónomos tiene, que sea la provincia que nivele el balance comercial de Andalucía por las exportaciones que estamos teniendo, prácticamente el 99,9% de la piedra natural.
Y luego a nivel agrícola somos la huerta de Europa. Somos realmente un referente a nivel europeo y a nivel mundial. Queremos que, cada vez más, la industria auxiliar de la agricultura sea un potencial importante, porque lo que está pasando en Almería es realmente una revolución, con la tecnificación, con la digitalización y con la investigación en torno a la industria auxiliar agrícola.
En Almería no solamente estamos vendiendo salud o exportando salud a través de nuestros pimientos, nuestros tomates y verduras, sino que también ya exportamos esa técnica y esa digitalización y ese conocimiento para poder fabricar esa salud. En muy poquitos años la industria auxiliar estará por encima de la propia exportación de la agricultura. Este año 2025 ha sido la gran eclosión de esta industria auxiliar agraria y nosotros estamos ahí apoyando y fomentando que sea así.
Es conocida la magnitud y el éxito de grandes empresas almerienses, pero ¿cómo favorece ese clima templado, que ha mencionado, a la pequeña empresa y los autónomos?
Cuando tú estás como autónomo estás arriesgando tu patrimonio, el de tu familia, para poder levantar la persiana. Si tú no tienes seguridad jurídica, no tienes certidumbre. Ahora mismo en Almería hay más de 63.000 autónomos y somos la provincia que, porcentaje en ratio con habitante, más crece en número de autónomos. Esto es la certeza de que creen que en Almería se pueden hacer sus sueños realidad. Buscan el sueño almeriense. Por tanto, la gente que viene a Almería a desarrollar un proyecto vital y profesional es un plus añadido, altanero, de confianza y templado que nosotros ponemos encima de la mesa.
No somos una economía subsidiada, no somos una economía de subvenciones. Somos una economía que se ha hecho a sí misma con mucho talento y mucha audacia. Y que ese talento, esa audacia, ese se transforma en creación de empleo, en arriesgar ese patrimonio para generar riqueza en nuestra tierra y por eso es tan importante que no haya aristas dentro del sistema político y administrativo de nuestra tierra, que la gente se vea identificada y que haya una seguridad jurídica, certidumbre, templanza para que tú puedas desarrollar tu proyecto sin ningún tipo de injerencia externa.
El agua es un tema fundamental a nivel autonómico, nacional y mundial. Almería vive este asunto de forma especial ¿cómo se está gestionando a nivel público y privado?
En la provincia de Almería la sequía es estructural. Nosotros tenemos 200.000 litros de agua al año. El reto es convertir el desierto en vergel. Todo lo que hacemos los invernaderos, que por cierto la única construcción humana que se ve desde el espacio, esas 32.000 hectáreas de invernaderos solares, guardan un auténtico bosque de salud.
Y eso se consigue aprovechando al máximo cada gota de agua. Vienen muchos países a vernos para ver cómo aprovechamos a la máxima gota el agua para poder exportar a otros lugares que son auténticos desiertos. Nosotros aprovechamos el agua subterránea, aguas superficiales, aguas desaladas, trasvases de agua, aguas recicladas. Cualquier fuente de agua es muy buena para la provincia. Nosotros somos conscientes que hay que aprovecharla al máximo. Tan es así que la provincia de Almería, a pesar de la provincia que menos llueve de toda la península Ibérica, es la provincia que no tiene restricciones de agua. ¿Por qué? Porque nosotros venimos haciendo los deberes, no solamente cuando de forma coyuntural hay sequía, siempre, porque nosotros convivimos permanentemente con la sequía.
Cuando no llueve, nosotros no lo notamos porque ya tenemos las infraestructuras necesarias para intentar paliar esa sequía, pero hacen falta muchas más. El problema no es que haya o no haya agua, el problema es que la podamos pagar o no, y por eso tenemos que intentar abaratar todos los costes posibles de la generación de agua. Antes el agua no se podía fabricar, ahora sí. Lo que pasa es que la fabricación de metros cúbicos de agua es muy cara y donde tenemos que poner todo el conocimiento y toda la audacia es en intentar abaratar la fabricación del metro cúbico de agua.
¿Cómo se posiciona la provincia de Almería en el resto de sectores productivos?
Aunque pueda parecer extraño, el sector servicios es el más importe en la provincia de Almería, el que crea más PIB. La agricultura es el segundo y la transformación de la piedra el tercero. Son tres sectores que tienen que estar perfectamente engrasados porque si uno se resiente repercute en los otros dos. Todo tiene que ir perfectamente engranado y engrasado para que unos tiren del otro.
En Almería hemos sido capaces de eliminar la línea que separa el sector primario del sector secundario. Ahora mismo lo que nosotros tenemos en el sector primario son fábricas solares sin utilizar combustibles fósiles, con un sello medioambiental muy potente fabricando salud. Es decir, tenemos polígonos industriales en forma de invernaderos solares donde estamos fabricando permanentemente salud, con mucha tecnología, con mucha digitalización, con mucho conocimiento, con mucho desarrollo de ese conocimiento y sobre todo con mucha tecnificación.
En Almería hay 1.660 ingenieros agrónomos para 32.000 hectáreas. Es la provincia que más conocimiento superior y de tecnología tiene para poder fabricar esa salud que nosotros luego exportamos el 90% del resto de Europa. Esa fina línea de sector primario y secundario desaparece en Almería. Es el único lugar del mundo donde desaparece y nosotros lo sabemos muy bien.
Por eso todos los demás sectores van muy encorsetados con el sector primario, con el sector de servicios y también con el sector industrial que es, básicamente, la transformación de la piedra.
Almería crece a pesar de unas comunicaciones deficientes que se convierten en queda permanente por parte de los almerienses en general y de los empresarios en particular.
El almeriense por naturaleza ha hecho de la adversidad una oportunidad. Hemos sido capaces de transformar el desierto en bosque de salud. Almería es el único territorio de toda Europa que tiene tres bosques perfectamente delimitados. Y esa es la provincia más singular, no solamente tenemos un único desierto catalogado como tal de toda Europa que el desierto de Tabernas, sino también tenemos un bosque mediterráneo, porque somos la sexta provincia más montañosa de España que nos proporciona una masa forestal muy importante. Luego tenemos la agricultura y luego tenemos el tercer bosque que es la costa litoral, donde más posidonia hay y por tanto más generación de oxígeno creamos en el arco mediterráneo continental. Eso no lo puede decir ninguna provincia de España.
Aquí nos hemos tenido que buscar las habichuelas porque no solamente hemos estado orillados geográficamente, sino también hemos estado orillados políticamente. No éramos el centro de ninguna decisión en ninguna administración y hemos tenido que buscarnos la vida como hemos podido y ha sido a fuerza de mucho trabajo, de mucho sacrificio, de mucho sudor, de pagar hipotecas al 25 y al 30%, de intentar poner conocimiento al servicio de otras generaciones.
Quedan menos de dos años para concluir la legislatura. ¿Qué objetivos son ineludibles para usted, antes de que llegue ese 2027 electoral?
Con respecto a la provincia de Almería, está claro que lo que tenemos que intentar hacer es poner mucho conocimiento para abaratar el agua, porque el agua es nuestra sangre, que no solamente nos da de beber, sino que también nos da de comer y tenemos que intentar abaratar.
Segundo objetivo intentar que la industria auxiliar agrícola sea nuestro mayor potencial como polo de atracción de talento hacia Almería. Necesitamos mucho talento, con mucha formación en la provincia de Almería.
Tercer objetivo Tenemos que hacer una gran revolución, que ya estamos inmerso en ello, de cambio generacional, en temas agrícolas, pero también en otros sectores de la provincia de Almería. No podemos quedarnos anquilosados. Tenemos que intentar formar ese cambio generacional para que Almería siga siendo el gran potencial motor económico y social de Andalucía y una de los principales motores económicos de España.
Cuarto objetivo es la gran revolución cultural y patrimonial de nuestra tierra. Nosotros necesitamos poner en valor el patrimonio que tiene la provincia de Almería, no solamente el material, sino también el inmaterial. Tenemos que seguir despertando el orgullo almeriense. Y eso lo tenemos que hacer directamente con esas rehabilitaciones patrimoniales, con esas actuaciones también que tenemos que hacer para ensalzar lo inmaterial que no ha hecho únicos y diferente al resto de España y que al final esa adversidad hemos sabido convertirla en esa oportunidad, como he dicho antes.
Y por supuesto, que Almería siga creciendo a nivel de habitantes, que la inmigración sea un valor añadido a nuestra tierra, porque lo es. Almería necesita a la inmigración para seguir creciendo y necesitamos que la inmigración sea nuestro sello social. La inmigración hay que esconderla a la inmigración. Tenemos que sacarla para sentirnos orgullosos de ello y tenemos que intentar que ellos sean ese valor positivo a nuestros productos agrícolas nuestro sector servicios a nuestro sector de transformación de la piedra.
Nosotros queremos una inmigración que sea el orgullo de Europa y es lo que estamos trabajando y ese es el reto que tenemos por los próximos dos años.