Los festivales son una propuesta más de ocio cultural y turismo para personas de nuestro país y de fuera
¿Es realmente Andalucía un paraíso para los festivales de música?
Sí. Al final, aunque hay otros festivales de interior, como los que hacemos en Madrid y Extremadura, que cosechan buenos resultados; lo cierto es que en época estival son las poblaciones costeras las que resultan más atractivas y demandadas para realizar un festival. En este caso, Andalucía cuenta con todos los requisitos a nivel de facilidad de transporte, atractivo turístico y clima idóneo para acoger esta clase de eventos.
¿En qué medida existe un turismo de festivales?
Estoy totalmente convencida de que existe un turismo del que forman una parte muy importante los festivales. De hecho, presentamos en Fitur el Weekend Beach Festival desde la primera edición de las ocho que llevamos organizándolo porque consideramos que los festivales son una propuesta más de ocio cultural y turismo para personas de nuestro país y de fuera de él.
En 2022 se celebró el 5o Aniversario de Cabo de Plata y se batió el récord con 115.00 asistentes.
Efectivamente. Entre los cuatro días que abarca el festival Cabo de Plata asistieron más de 115.000 personas en total y el impacto económico superó los 6 millones de euros en Barbate y, por supuesto, en las zonas de alrededor. No podemos olvidar que a veces las poblaciones donde realizamos nuestros festivales llegan a triplicar su población y no pueden cubrir todos los servicios que se llegan a demandar, por lo que los pueblos de la comarca también se ven beneficiados.
En el caso de Cabo de Plata ¿Qué papel cree que juega el lugar dónde se celebra?
Sin duda, el cabeza de cartel de cabo de Plata es el propio sitio en el que se realiza. La playa La Hierbabuena es un paraíso, diría que es de las mejores playas que tiene Cádiz. Además, Barbate es un municipio muy cuidado, bonito y con rincones de ensueño, también lo es toda la zona de Caños de Meca. Por otro lado, los barbateños son otro de los atractivos del festival: son personas encantadoras, que acogen a los caboplateros con gran ilusión. En definitiva, todo es un aliciente para que el festival funcione.
En cuanto al estilo musical, diría que Cabo de Plata es un festival totalmente ecléctico. Es un festival muy urbano y cotidiano, que congrega tanto a artistas emergentes como a otros artistas ya consolidados cuya música va acorde con el target, el cual es, quizás, el más joven de todos los festivales que realizamos.
¿Cómo ha evolucionado el sector de los festivales en Andalucía?
Llevo 32 años en el sector de la música y la organización de eventos, y cuando empecé, no existían los macroeventos. En todo caso, se llamaba festival a eventos puntuales que estaban centrados en un solo estilo de música y que concentraban, a lo sumo, 3 o 4 artistas. Sin embargo, a lo largo de la última década se han ido desarrollando progresivamente los festivales multitudinarios gracias a que las propias poblaciones han visto cómo estos eventos fomentan el turismo, el empleo y la promoción de la zona. Ahora, son numerosos los festivales multitudinarios que se organizan en Andalucía. Por ejemplo, desde el Grupo Hermanos del Toro empezamos con Primavera Trompetera en Jerez de la Frontera a finales de marzo y seguimos con nuestro abanico de festivales hasta otoño.
¿Cómo afectó la pandemia a los festivales? ¿Ha sido la falta de personal una de sus consecuencias como ha ocurrido en otros sectores?
Hemos sido el sector más olvidado de toda esta pandemia. Han sido dos años en los que no hemos podido realizar ningún festival de los 21 que organizamos, los cuales suponen el 95% de la actividad a la que nos dedicamos. En efecto, tuvimos que reciclarnos y, por ello, hicimos ciclos de conciertos más pequeños, ateniéndonos a todas las normativas que se imponían con respecto al COVID. Sin embargo, numerosos puestos de trabajo se quedaron vacíos porque, efectivamente, no pudieron mantenerse. Hemos podido salir gracias a la ilusión y al respaldo económico que tiene el Grupo Hermanos Toro. Sin embargo, otros promotores que no han corrido la misma suerte han desaparecido. En cuanto al personal, es cierto que en los eventos que pudimos celebrar en 2022 se notó una gran carencia de profesionales y materiales. Había tantas ganas de volver que hubo un colapso de eventos, lo que propició la falta de hierro para las infraestructuras, la falta de equipos de sonido y de luces o la falta de camiones para transportar el material, entre otros. Y, por otro lado, la ausencia de trabajo durante los dos años postpandemia motivó a que muchos trabajadores optaran por cambiar de profesión y se notó la ausencia de stage Mánager, técnicos de sonido o auxiliares de carga y descarga. No obstante, considero que desde finales de año está todo de nuevo encarrilado e, incluso, han emergido nuevas empresas que ofrecen este tipo de servicios que demandamos.
