La campaña navideña concentra en pocas semanas un enorme volumen de pedidos, contrataciones temporales y acuerdos con proveedores y clientes. Esta actividad no sólo aumenta los ingresos; también multiplica los riesgos penales. Desde 2015 el ordenamiento jurídico español exige que las sociedades adopten programas de cumplimiento penal. No es una moda ni una opción: aunque la falta de programa no se sancione como infracción administrativa, impide exonerar o atenuar la responsabilidad de la empresa si se comete un delito. En tiempos navideños, las irregularidades no siempre se detectan; por ello, es imprescindible un modelo que prevenga, detecte y reaccione.
¿Por qué es obligatorio?
Deber de diligencia.
La Ley de Sociedades de Capital impone a los administradores la obligación de actuar con la diligencia de un ordenado empresario y de adoptar las medidas necesarias para la buena dirección y control de la sociedad. Un administrador que no implementa mecanismos de supervisión puede ser demandado y la empresa puede verse imputada. Los modelos de compliance constituyen la herramienta idónea para cumplir este deber: identifican riesgos, establecen protocolos de actuación, evalúan a proveedores y establecen canales de comunicación y formación.
Responsabilidad penal de la empresa.
El artículo 31 bis del Código Penal hace responsables a las personas jurídicas por los delitos cometidos en su nombre o beneficio. La ley permite exonerar a la empresa si demuestra que antes del delito implantó y aplicó un modelo de prevención eficaz, supervisado de forma independiente, y que los autores burlaron los controles sin negligencia. Cuando el delito proviene de empleados subordinados, el modelo actúa como atenuante. La clave es que la organización demuestre una cultura de cumplimiento que identifica riesgos y establece controles efectivos.
Consecuencias de no implantarlo.
No tener un programa no implica una multa inmediata, pero impide exonerar o atenuar la responsabilidad: sin compliance, la empresa soportará todas las consecuencias. Las sanciones pueden incluir multas, suspensión de actividades, clausura de locales o incluso la disolución de la sociedad. Para los administradores, la falta de diligencia puede conllevar responsabilidad personal y reputacional. Adoptar un modelo de compliance no es un lujo, sino un seguro de vida jurídico.
Riesgos del comercio navideño.
El comercio navideño concentra un alto volumen de operaciones en un corto espacio de tiempo, lo que eleva la probabilidad de incumplimientos normativos. Además de la corrupción privada asociada a regalos, existen otros riesgos específicos del sector:
• Protección del consumidor y propiedad intelectual: Las campañas navideñas no pueden inducir a error y las mercancías deben ser auténticas y cumplir la normativa; el compliance debe vigilar que las ofertas sean veraces y que la cadena de suministro garantice la autenticidad.
• Control fiscal y financiero: El aumento de ventas facilita los delitos de facturación falsa o blanqueo, por lo que el modelo de compliance debe fijar controles sobre ingresos y gastos y asegurar el cumplimiento tributario.
• Protección de datos y ciberseguridad: El comercio electrónico exige cumplir con el RGPD y disponer de medidas de ciberseguridad; el programa debe garantizar la confidencialidad de la información y protocolos de respuesta.
Peligros de las fiestas navideñas.
En Navidad es habitual intercambiar regalos y atenciones con clientes y proveedores, pero pueden convertirse en corrupción privada si persiguen influir en decisiones. El artículo 286 bis del Código Penal castiga la solicitud, recepción, promesa u ofrecimiento de un beneficio indebido para favorecer a otro. La jurisprudencia sólo permite obsequios simbólicos que no influyan en el destinatario; conviene evitar regalos costosos o en momentos críticos de una negociación. Durante las fiestas aumentan también los riesgos de delitos fiscales, publicidad engañosa, falsificación o contratación irregular. El compliance debe regular la política de regalos y reforzar los controles sobre facturación, promociones y contratación.
Beneficios de un modelo de cumplimiento eficaz.
Un programa de cumplimiento no solo evita la imputación, sino que mejora la gestión interna y fomenta una cultura ética que previene fraudes y pérdidas. La Fiscalía solo aceptará la exención si se demuestra una verdadera cultura de cumplimiento; por ello, el mapa de riesgos debe actualizarse periódicamente.
Por qué acudir a especialistas.
Diseñar un compliance eficaz exige experiencia jurídica y comprensión del negocio. Claver & Egler Abogados es el único despacho con las dos certificaciones más importantes como Compliance Officer Técnico y es el despacho de FEICASE. Esta doble acreditación nos permite asesorar a empresas, diseñando mapas de riesgos y protocolos adaptados.
Conclusión.
La Navidad es tiempo de celebración, pero también puede ser el escenario de prácticas riesgosas si no existe un sistema de control. La legislación española – Código Penal, Ley de Sociedades de Capital, normativa laboral y sectorial–impone a los administradores la obligación de prevenir delitos y garantizar la seguridad de trabajadores y consumidores. No disponer de un modelo de compliance penal equivale a renunciar a la posibilidad de exonerarse y expone a la empresa a multas millonarias, suspensión de actividades y hasta penas de prisión.
En un entorno donde un regalo mal gestionado puede convertirse en corrupción y donde se intensifican los riesgos fiscales, laborales y de consumo, el compliance penal se convierte en un escudo imprescindible.
Invertir en un programa de compliance es proteger el negocio, demostrar diligencia y garantizar la continuidad. Un despacho especializado con doble certificación en cumplimiento y experiencia en derecho penal económico, como Claver & Egler Abogados, puede diseñar e implantar un modelo a medida que proteja su empresa en Navidad y durante todo el año.
