Al aspirar a ser un “Referente Mundial de Empresa con Alma”, ¿cuáles son los indicadores concretos que utilizan para medir este liderazgo ético y sostenible?
Aspirar a ser un “Referente Mundial de Empresa con Alma” implica un compromiso firme con un liderazgo ético, sostenible y centrado en las personas. Para garantizarlo, contamos con certificaciones nacionales e internacionales que avalan la transparencia y el rigor de nuestra gestión.
En el ámbito ambiental, destacamos las certificaciones ISO 14001 y EMAS, además de la certificación de Cálculo y Reducción de Huella de Carbono del Ministerio. Llevamos más de cinco años compensando emisiones mediante proyectos de reforestación en España y energía hidráulica en India, obteniendo el sello “Reduzco” en los últimos dos años. Asimismo, utilizamos energía 100% renovable en todos nuestros procesos productivos.
En el ámbito social, la certificación EFR (Empresa Familiarmente Responsable) avala nuestras políticas de conciliación y bienestar laboral. Además, la certificación Values Based Company (método CFAM©, Universidad de Sevilla) reflejó un 96% de alineación cultural y un 89,4% de coherencia entre valores y mentalidad del equipo, evidenciando que nuestros valores están plenamente integrados.
De forma continua evaluamos nuestro impacto social, económico y ambiental, manteniendo el equilibrio entre los tres pilares de la sostenibilidad y consolidando un modelo empresarial responsable y humano.
¿De qué manera el propósito de la empresa influye en la toma de decisiones estratégicas diarias, especialmente frente a retos comerciales o logísticos?
El propósito de la empresa influye directamente en la toma de decisiones estratégicas diarias, incluso ante retos comerciales o logísticos. Este enfoque forma parte de nuestra cultura organizacional y todas las decisiones económicas o comerciales se evalúan bajo criterios de sostenibilidad y responsabilidad social.
Contamos además con una reunión semanal de liderazgo, en la que los responsables de cada área presentan sus necesidades y propuestas. Las decisiones se analizan y consensúan de forma colectiva, garantizando su alineación con el propósito corporativo.
En síntesis, nuestro propósito actúa como guía transversal, asegurando coherencia y responsabilidad en cada acción.
¿Qué estrategias utilizan para equilibrar rapidez, eficiencia, coste asequible y respeto ambiental en la cadena de fabricación y distribución?
Para equilibrar rapidez, eficiencia, coste y respeto ambiental, apostamos por una estrategia de inversión sostenible orientada al largo plazo. Aunque la adopción de energías renovables supone un coste inicial elevado, a medio y largo plazo genera ahorros y mejora la calidad percibida del producto. Contamos con instalaciones fotovoltaicas propias y adquirimos el resto de la energía de fuentes renovables certificadas, aun cuando sea más costosa que la convencional.
Este enfoque nos permite mantener un precio accesible para el consumidor, incluso en contextos inflacionarios, a la vez que reforzamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
¿Qué innovaciones diferencian a “El Milagrito” de otros desengrasantes y productos de limpieza del mercado, tanto en eficacia como en sostenibilidad?
En cuanto a la eficacia, la innovación principal de “El Milagrito” está en el equilibrio de su fórmula. Hemos logrado un alto poder desengrasante que, al mismo tiempo, es suave con las superficies y con la piel. A diferencia de otros productos más agresivos, limpia sin deteriorar materiales ni causar irritaciones, ofreciendo seguridad y comodidad en su uso diario.
Esta combinación de eficacia y cuidado del usuario constituye una ventaja competitiva clara: el consumidor obtiene resultados óptimos con un producto confiable y respetuoso.
¿Cómo surgió la idea de crear este producto? ¿Hubo algún momento, necesidad o situación específica que te llevara a decir: “Tenemos que desarrollar esto y apostar por esta dirección”?
La idea surge en un momento crítico para la empresa, cuando estuvimos al borde del cierre y quedé al frente del proyecto tras el fallecimiento de mi padre y la salida de mis hermanos. Con una situación empresarial muy complicada, decidí buscar una vía para sostener la compañía.
En nuestro catálogo había más de doscientos productos, entre ellos el desengrasante, que hasta entonces no tenía un papel destacado. Sin embargo, identifiqué en él un potencial diferencial por su calidad y capacidad comercial, y aposté por convertirlo en nuestro producto principal.
Con el tiempo, esta decisión resultó clave, el desengrasante se convirtió en el eje que permitió estabilizar la empresa y asegurar su continuidad.
En un inicio, efectivamente, decidimos centrarnos exclusivamente en el desengrasante, dejando de lado el resto del catálogo para asegurar la estabilidad de la empresa. Sin embargo, con el tiempo hemos ido recuperando algunas formulaciones que también destacaban por su calidad.
Entre ellas, hemos reintroducido un friegasuelos especial para mármol, que, al ser de pH neutro, resulta adecuado tanto para suelos delicados —como mármol o tarimas— como para muebles. Este producto ha sido lanzado recientemente y, aunque todavía no está disponible en todos los puntos de venta, su aceptación y rotación están siendo muy positivas.
Asimismo, hemos recuperado un producto de oxígeno activo con excelentes resultados y un precio competitivo frente a las principales marcas del mercado.
Por otra parte, estamos trabajando en el desarrollo de un nuevo producto que tenemos previsto lanzar en 2025. Aún no podemos adelantar detalles, ya que nos encontramos en la fase final de valoración entre distintas opciones, pero sí podemos confirmar que continuaremos ampliando la gama con la misma filosofía de calidad y sostenibilidad.
¿Cómo influyen la cultura interna y el ambiente laboral en la identidad y percepción del producto por parte de los consumidores?
“El Milagrito” transmite el cariño y la dedicación de todas las personas que forman parte de la empresa, algo que los consumidores perciben incluso sin conocer las certificaciones o procesos internos. El equipo de fabricación trabaja con una actitud positiva y un fuerte compromiso, lo que se refleja en el cuidado de cada detalle durante la producción.
Esta energía y cohesión del equipo contribuyen a la buena acogida del producto y al aprecio que los clientes sienten por él. Un ejemplo significativo es la evolución de su nombre, porque inicialmente se registró como NuCa Max, y fue el público quien, de forma espontánea, comenzó a llamarlo “El Milagrito”, hasta el punto de que la empresa decidió registrar finalmente ese nombre, adoptando la identidad que el propio consumidor le otorgó.
Para finalizar, ¿cuáles son los objetivos estratégicos de la empresa a corto, medio y largo plazo?
A corto plazo, nuestro objetivo principal es incrementar las exportaciones. Aunque ya teníamos presencia en mercados cercanos como Portugal y Marruecos, el verdadero salto se ha dado con nuestra entrada en Estados Unidos, tras una oportunidad surgida en un evento empresarial en Miami. Desde la primera visita hasta el envío del primer contenedor, el proceso avanzó rápidamente, y actualmente estamos comercializando allí, por lo que esta expansión es nuestra prioridad.
A medio plazo, buscamos ampliar la gama de productos de forma gradual, asegurando la consolidación y buena aceptación de cada lanzamiento antes de introducir nuevas referencias.
A largo plazo, aspiramos a consolidarnos como referente global en limpieza sostenible, bajo el concepto de “Empresa con Alma”, donde la calidad del producto se acompaña de un enfoque responsable y comprometido con las personas y el entorno.
