26/04/2024

Y ahora, ¿a quién voto?
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Afortunadamente en Andalucía este año no tenemos elecciones autonómicas, nos conformamos con las locales y las generales, casi ná, como nos gusta aclarar.

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De momento, tenemos que votar en nuestra ciudad o en nuestro pueblo, desde mi punto de vista, elecciones clave para el bienestar de los ciudadanos. Los buenos equipos de gobierno ayudan mucho en la calidad de vida de sus vecinos y eso al final redunda en nuestra felicidad. Por este motivo, mucha gente vota partidos diferentes en las locales que en el resto de las elecciones, porque conocen a las personas o por el simple hecho de que les generan confianza.

Y aquí está la madre del cordero, la confianza. Ya está abierta la guerra de promesas, se abre la chequera pública para gastar y prometer dinero a todos aquellos que quieres convencer de que te voten. No se engañen, esto siempre ha sido así. La diferencia es que antes tenías que ir a las hemerotecas para buscar las promesas electorales y ahora se lo puedes preguntar a ChatGPT. Prueben, se llevarán muchas sorpresas, aunque este tipo de preguntas demuestran que la inteligencia artificial aún está un poco en fase de pruebas.

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Pero ahora lo que toca es a quién votar en tu pueblo o en tu ciudad. Para ello, las oposiciones se obsesionan con las tres claves básicas, la limpieza, la seguridad y la sanidad. Todo opositor que se precie debe hacerse fotos en todos los socavones del pueblo, comentar las numerosas bajas de los policías locales y criticar las colas diarias en el mal dotado centro de salud. Luego ya pueden prometer más y mejores carreteras, más ayuda para los autónomos del municipio o una campaña para que los que van al pueblo a veranear, les dé por empadronarse allí. Una vez que se han prometido las mejoras en las carreteras toca la actividad deportiva… la foto en la canasta de baloncesto sin red es un clásico. Y por supuesto los parques infantiles, nada es más atractivo para captar votos que los parques infantiles destrozados, ¿o no?

Una vez que se han programado todas esas fotos es el momento de visitar las hermandades y las asociaciones de vecinos, sin olvidarnos de las residencias de ancianos, sobre todos las más grandes, que allí hay más votos. Es lo que tiene la política local, los políticos descubren a mucha gente que los pueden votar y no habían caído en los pasados meses… hay que buscar su voto, aunque queden 17 días para las elecciones.

Y para endulzar todas las visitas y las fotos, pues me traigo a mis jefes de partido, los que los tengan y los paseo por el pueblo. Eso sí, midiendo bien donde los paseamos no vaya a ser que les monte un pollo cualquiera. Nada es más ridículo que pasear un catalán, un madrileño repeinado, un gallego o un asturiano por tu pueblo, por mucho cargo que pueda tener. Y aún peor si luego os vais de comilona para acabar el día con un mitin. Uff los mítines. ¿De verdad reunirse los afiliados del partido para autocomplacerse tiene sentido? Pues parece que sí, que al final trae cuenta, porque se siguen organizando y picándose entre ellos a ver quién mete más gente… cueste lo que cueste.

Sinceramente, creo que la política local está infravalorada. A pesar de todo, muchísimas personas trabajan por sus pueblos de una manera ejemplar. Echando horas de su tiempo libre, cobrando miserias (si cobran) y asumiendo críticas y barbaridades que muchas veces no son ni responsabilidad suya. Por eso, a la hora de ir a votar, pónganse en su pellejo, realmente tiene mérito ese trabajo. He leído recientemente que muchos partidos tienen problemas serios para conformar las listas de personas comprometidas, sobre todo en la España vaciada, donde hay que multiplicar los esfuerzos por dotar de lo más básico a tus vecinos.

Y ahora, ¿a quién voto? Pues yo lo tengo claro. A aquel que me ha demostrado que piensa en el interés de todos, no sólo en el suyo propio o en el de su partido. De eso se trata, de trabajar por el bien común, más allá de ideales y de imposiciones. Y trabajar en lo que se ha prometido, ya está bien, de verdad, de prometer telecabinas, playas urbanas o viajes espaciales… Todo aquel que te prometa eso, tira su papeleta, que ya somos mayorcitos.

Y aunque no te apetezca, aunque te dé igual quien mande en tu pueblo, haz el esfuerzo de informarte y salir a votar el 28 de mayo, a quién sea, o vota en blanco, pero sal. La democracia es hermosa y hay que fortalecerla. Todo lo que se ha construido con esfuerzo de muchos puede derrumbarse por el odio, por eso no permitas que los demás elijan por ti. Sal y vota.

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