“Lo que necesitamos ahora es que ese reconocimiento (como sector esencial) permanezca en el tiempo como un instrumento legal necesario para que el sector de
la alimentación pueda enfrentarse a cualquier
otro desafío o excepcionalidad que se presente en el futuro”
Sin lugar a dudas, la pandemia puso de manifiesto el valor de los supermercados en toda España y, por supuesto, en Andalucía. ¿Salen reforzados después de estos de años?
Estamos muy satisfechos de la labor que hemos realizado en estos dos últimos años, en los que hemos vivido pandemia, nevadas, huracanes, la erupción del volcán de La Palma y ahora las consecuencias de la “tormenta perfecta” y de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y, pese a todas estas adversidades, el sector ha demostrado una extraordinaria respuesta, sobreponiéndose a las continuas dificultades y adaptándose permanentemente a las nuevas exigencias. Esto le ha valido el reconocimiento de Administraciones y de la opinión pública en general, que para nosotros es lo más importante, que el ciudadano valore en su justa medida la importancia de nuestro sector, y lo que supone tener a escasos metros de su casa establecimientos comerciales que le proveen, incluso en los momentos de máxima dificultad, de todo lo que necesita en su vida diaria, cuestión a la que nunca antes habíamos dado importancia.
¿Cree que, por fin, han alcanzado ese valor de carácter estratégico en la economía?
El carácter estratégico para la economía lo tenemos, como segundo sector de actividad productiva de Andalucía tras el turismo, y así lo atestiguan los datos objetivos, más de 483.000 personas ocupadas en el sector comercial andaluz, más de 141.000 empresas comerciales que a su vez poseen 179.000 establecimientos comerciales, con un volumen de negocio de 85.000 millones de euros. Durante los primeros estados de alarma se reconoció a este sector como esencial y eso nos ayudó a cumplir con dicha misión. Lo que necesitamos ahora es que ese reconocimiento permanezca en el tiempo como un instrumento legal necesario para que el sector de la alimentación pueda enfrentarse a cualquier otro desafío o excepcionalidad que se presente en el futuro.
¿Cómo ha evolucionado el sector de la distribución comercial de alimentación y perfumería este último año en Andalucía si hablamos de facturación?
En 2021, las cifras del sector de gran consumo resultaron muy moderadas, debido en gran medida a la normalización del consumo por el fin de las restricciones derivadas de la pandemia, lo que ha hecho que se estabilice el canal de venta minorista al decrecer los consumos “prestados” durante el confinamiento, y recupere el tono el canal mayorista fruto de la reactivación del canal horeca.
¿Y en términos de nuevas aperturas? Lo cierto es que vemos que cada vez hay más superficies de este tipo.
La expansión en el gran consumo está en permanente reajuste por razones de ubicación, oferta-demanda, etc., siendo un sector muy activo en la continua búsqueda de las mejores opciones y, en este sentido, no sólo hay que tener en cuenta las aperturas sino también los cierres que se producen. En el último año las aperturas netas se situaron en torno al 1,5%, contándose en la actualidad con más de 25.000 establecimientos de gran consumo de distribución moderna organizada de alimentación en España, en torno a 4.400 de ellos ubicados en Andalucía.
Además, las cadenas internacionales pisan fuerte…
En España y Andalucía tenemos una distribución comercial de alimentación y perfumería con gran diversidad de formatos y enseñas y una menor concentración que en otros países europeos, donde tres o cuatro enseñas copan el mercado. Tenemos que poner en valor la gran competitividad de todo el sector y la sana competencia existente, dado que las cadenas regionales, provinciales y locales son capaces de competir con los operadores nacionales e internacionales gracias a que tienen personalidad propia, gran conocimiento de sus consumidores y apuestan por productos próximos. Al final, todo ello redunda en un beneficio para el consumidor en términos de servicio, calidad y precio. No obstante, en el contexto de máxima competitividad actual, puede darse una tendencia a la concentración, y algunas enseñas nacionales, regionales, provinciales o locales podrían ser absorbidas.
Si hablamos del sector de la perfumería, ¿Cómo evoluciona? ¿Hay buenas perspectivas?
Afortunadamente el sector de la perfumería tuvo un incremento de facturación en el año 2021 muy significativo, debido a la eliminación progresiva de las restricciones derivadas de la pandemia y a la recuperación de la vida social y del turismo, cuestión que había hecho que 2020 fuese un año muy negativo para el canal especializado de perfumería. Las perspectivas son muy buenas, la gente está deseando volver a la normalidad, y la eliminación de la obligación de llevar mascarilla puede ayudar en gran medida a reactivar aún más el sector.
Asistimos a un cambio de tendencias en lo que a modelo de tienda y comercio se refiere, los supermercados de hoy en día nada tienen que ver con los de hace una década, el show- cooking, por ejemplo, es una realidad en muchos de ellos. ¿Hacia dónde se dirige el modelo?
Especialmente en tiempos de crisis surgen nuevas oportunidades de negocio adaptadas a las necesidades del momento, los formatos mixtos tipo cash, las tiendas de descuento y una mayor oferta combinada comercial y de restauración son opciones que están avanzando significativamente en España y en Andalucía.
Ya en la crisis de 2009 las cadenas de descuento vieron un factor de oportunidad y ahora el precio está volviendo a ser de- terminante entre los factores de compra por parte del consumidor, pasando en muchos casos a primer lugar por encima de la calidad y la proximidad. Nuestro sector se basa en una alta rotación de productos a precios muy ajustados (5 puntos inferior a la media europea) y con márgenes escasísimos (entre el 1 y el 3%), mayor variedad de enseñas que en la UE y gran variedad de oferta. En conclusión, una altísima competitividad y múltiples formatos puesto que hay que atender la pluralidad de intereses de unos consumidores con gustos muy diversos.
¿Hará esto que en Andalucía desaparezca el modelo más tradicional?
En absoluto, el comercio proximidad integra una red ejemplar de establecimientos de cercanía, en base a un formato de supermercados creado expresamente para satisfacer todas las necesidades del consumidor en su vida diaria, con una muy elevada capilaridad de establecimientos, evitando los desplazamientos en vehículos particulares, que es lo que más emisiones produce, dado que el 90% de nuestros clientes acude andando a nuestras tiendas. De esta forma, se genera riqueza y empleo en los territorios y, además, se evita la despoblación y que en Andalucía existan desiertos alimentarios, cuestión de especial importancia en las zonas rurales, dado que afortunadamente todos los ciudadanos de nuestra Comunidad tienen una tienda de alimentación y productos de primera necesidad a menos de 10 minutos de su casa.
Estas y otras cuestiones las abordaron en el mes de noviembre en el 9o Foro LANDALUZ-CAEA. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones que de sacaron de la jornada?
El Foro Landaluz-CAEA es un encuentro anual que organizamos conjuntamente industria agroalimentaria y distribución comercial, para impulsar las relaciones de colaboración entre los distintos eslabones de la cadena, encontrándose ya en la novena edición con resultados muy satisfactorios. En la última edición abordamos fundamentalmente el contexto de la “tormenta perfecta” en el que, desgraciadamente, se está desenvolviendo toda la cadena de valor en los últimos meses, y que hace más necesaria que nunca la estable colaboración entre los eslabones, para compartir riesgos y beneficios, para lograr un mayor eficiencia, competitividad, equilibrio y sostenibilidad, y para garantizar en todo momento el suministro a los andaluces, como sector esencial que somos, en las mejores condiciones de calidad, seguridad alimentaria y precio.
¿Qué objetivos se plantea CAEA para este 2022?
CAEA es hoy en día una organización moderna, unida y profesionalizada, que actúa siempre bajo los valores de la responsabilidad, las buenas prácticas, la ética, la transparencia, la eficiencia y la participación.
Nuestros objetivos son continuar siendo la organización de referencia en nuestro sector, ofreciendo un valor añadido a los asociados e impulsando los múltiples retos que nuestras empresas de distribución moderna organizada de alimentación y perfumería poseen: la adaptación constante a las exigencias del nuevo consumidor; la salud y el bienestar de los ciudadanos; la transformación digital, la omnicanalidad y el ecommerce; las sinergias turismo-comercio y con otros sectores de la cadena de valor; la permanente apuesta por la innovación y por la calidad de los productos; la economía circular y la adecuada gestión de residuos; la movilidad sostenible, la eficiencia energética y energías renovables; la formación de los trabajadores; la responsabilidad social empresarial; son sólo algunos ejemplos de estos retos y oportunidades. En definitiva, desafíos para contribuir a la necesaria triple sostenibilidad del sector: económica, social y medio ambiental.