Veinticinco años no son nada, dice la canción y así piensa también el gerente de Edypro, Vicente Puchol, cuya firma comercial ha cumplido exactamente medio siglo en el ámbito agrícola. 25 años no son nada a la vista de los proyectos que tiene en capilla o en desarrollo. Su objetivo es perseguir la ‘excelencia’ en las producciones.
La biotecnología es la clave de Edypro. Puchol la resume diciendo que consiste en “ahorrar costes, al mismo tiempo que obtenemos una buena cosecha, abundante, de mucha calidad, con una planta que derrocha vitalidad, brillo y color”. Esto es posible con un trabajo a pie de campo, con investigación y un conocimiento profundo de lo que necesita la planta productora.
Para alcanzar estos objetivos hay múltiples caminos, explica que, “hasta ahora, solo hemos buscado en el camino más fácil, con fórmulas químicas aplicadas para eliminar, pero ese es sólo uno, también están los extractos orgánicos y naturales, la microbiología…”.
Puchol explica que hay cuestiones clave a tener en cuenta para que resultados de los cultivos sean de calidad excelente, pasan necesariamente por ser rentables para el agricultor, respetuosos con el medio ambiente y saludables para el consumidor.
Claves de la biotecnología
El desarrollo tecnológico que propone Edypro con la biotecnología se basa en el conocimiento de diversos factores del proceso de producción, entre los que destaca, por ejemplo, el conocimiento del adn de la planta. Es decir, “conseguir estimular los genes que están ligados a procesos de producción definidos”.
El sistema inmune de la planta es otro de sus objetivos. “Al trabajar el sistema inmune de la planta cuando se está formando la célula, consigues un cultivo preparado para hacer frente a enfermedades, cambios climáticos, situaciones de estrés o cualquier otra cuestión que pueda alterar la evolución del cultivo”.
Una de las fases más importantes de su trabajo está, por ejemplo, en la formación de la flor. “Si busco una flor perfecta conseguiré frutos de alta calidad homogéneos y con características muy similares en todos los sentidos; esto lo conseguiré si he formado sus partes en armonía”.
Puchol habla con pasión de su trabajo y de la agricultura. Sus metas están marcadas por la excelencia y la mejora, “hoy somos mejor que ayer y mañana, mejor que hoy”, dice. Este nivel de exigencia hace que sus productos se desarrollen durante años, porque su objetivo es lograr la máxima calidad, “no sacamos nada al mercado si algún parámetro está por debajo de 9”.
Mercados
Ahora sus esfuerzos están puestos en la precisión en los procesos de fabricación y en la vida de postfabricación, “que pasados tres años de su fabricación, su estado sea perfecto”.
Y es que Edypro suscribe un compromiso firme de formación con el agricultor, porque es muy importante “reaccionar a tiempo ante cualquier problema”. Por otra parte, Puchol señala que “estamos creando conocimientos continuamente” por lo que la relación con los clientes es estrecha «para seguir avanzando en conseguir más producción, más calidad, una planta más resistente…, a partir de las múltiples oportunidades que nos da la naturaleza”.
A su juicio, uno de los problemas urgentes en el sector agrícola es la falta de relevo generacional, “los jóvenes tienen ilusión y entienden que su lucha debe ser la diferenciación. Existe un nicho de mercado importante que exige un valor destacado”. Y asegura que “España tiene que cultivar para el primer mundo: Europa, que está dispuesta a pagar, pero tenemos que cultivar con calidad y saber venderlo”.
