UPA Andalucía, señala que «tiene muy claro que la PAC debe tocarse, porque frente a quienes quieren que el actual e injusto reparto de las ayudas se mantenga y no cambie, esta organización pide valentía al Ministerio de Agricultura para defender la agricultura familiar y profesional, que es el modelo mayoritario de nuestra tierra».
Para UPA-A, la PAC «debe modificarse, sobre todo, para eliminar, de una vez por todas, los graves desequilibrios que venimos arrastrando durante décadas y que algunos quieren perpetuar. Pero, además, el campo sufre otros problemas en los que también tenemos que poner el foco, como los precios en origen de ruina, los elevados costes de producción, el descontrol en las importaciones y la sequía».
En este sentido, el secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, afirma que “es hora de entrar en la letra pequeña y quitarse la careta. Cada uno tiene que dejar claro qué PAC quiere, una más social, con un reparto de las ayudas más justo, o la que tenemos en la actualidad, con una foto fija en la que 3.000 perceptores reciben 370 millones de euros en ayudas, mientras que los otros 171.000 reciben 274 millones en Andalucía, de forma que el 1,25% de los perceptores ingresa el 25% de estas ayudas».
Este tremendo desequilibrio, añade UPA Andalucía, tiene que «corregirse con medidas valientes para un reparto más justo y más social. El medio rural andaluz es heterogéneo y, evidentemente, no sirven los mismos argumentos para el que cobra 5.000 euros de ayuda que para el que cobra 50.000 o incluso 500.000 euros. Las nefastas consecuencias de la actual PAC tienen muchos ejemplos, pero uno significativo es comparar la cantidad que llegaba a la primera provincia de número de solicitantes como es Jaén: en 2013 llegaban 420 millones de euros a los agricultores y ganaderos en ayudas directas y en 2018 esa cifra se redujo a 350 millones de euros. Esto tiene que cambiar”.
En este sentido, Cristóbal Cano señala que «un reparto más justo “no solo se consigue con cuestiones que competan solo a los ecoesquemas o al número final de regiones productivas. Tenemos que poner en valor lo ya conseguido para el próximo marco comunitario 2023-2027, que incluye muchas de nuestras reivindicaciones, como el reconocimiento de agricultor pluriactivo como agricultor genuino; el mantenimiento de los derechos históricos; el pago redistributivo, que por primera vez va a aplicar un Gobierno en España; los techos de ayudas; la degresividad; o un número de regiones suficientes que, teniendo en cuenta la legislación europea, recoge la diversidad productiva de Andalucía».
Mejorar los ecoesquemas
Cano añade que «todo eso está recogido en el Plan Estratégico. Son medidas importantes para defender el modelo mayoritario de nuestra región. Cierto es que quedan cosas por hacer, como mejorar los ecoesquemas para que se conviertan en una oportunidad para los agricultores, con tiempo y dinero y algún ajuste en las regiones para evitar posibles desequilibrios entre similares tipos de productores o la inclusión en las ayudas asociadas del olivar de alta pendiente y baja producción. En todo ello estamos trabajando con propuestas de mejora que desemboquen en un mayor nivel de apoyo dirigido a las explotaciones familiares y profesionales de nuestra región. Pero ahora mismo lo que más nos preocupa es la crítica situación por la que atraviesan muchos sectores, con unos costes de producción desbocados, unos precios en origen de ruina y una falta de precipitaciones que perjudicará notablemente las próximas cosechas y a la ganadería».
«La PAC beneficiará o perjudicará a cada agricultor y ganadero de forma personal. No podemos decir que Andalucía o cualquier provincia pierde en líneas generales, porque no es cierto. Las ayudas comunitarias afectan a cada perceptor individualmente y habrá quien gane con la nueva PAC y habrá quien vea reducidos sus ingresos. Y si los que van a perder son aquellos expedientes que más dinero público perciben, en beneficio de quienes cobran menos, pues entendemos que se defenderá a la agricultura familiar y profesional. Todo esto se concretará con la aplicación nacional final del Plan Estratégico», esgrime Cristóbal Cano.
UPA Andalucía seguirá manteniendo la unidad de acción en todas las acciones que entienda benefician al modelo mayoritario de Andalucía, porque «lo que se va a debatir a partir de la próxima PAC es qué agricultura y ganadería queremos en Andalucía. De eso no habla nadie. Solo se pone el foco en las cifras generales. Pero nosotros entendemos que el foco tiene que ponerse en el modelo. Si hay quien pretende perpetuar a los grandes perceptores, efectivamente la PAC no se debe tocar. Si, por el contrario, como es nuestro caso, defendemos una agricultura y ganadería familiar y profesional, está claro que se deben poner en marcha mecanismos valientes que defiendan ese modelo. Y en eso seguimos trabajando mano a mano con la Consejería del ramo en Andalucía y con el Ministerio de Agricultura», aclara Cristóbal Cano.
Precios en origen
Con respecto a la crisis de precios en origen, UPA Andalucía insiste en que, tras la histórica modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, «es la hora de que todas las administraciones, Gobierno de España y autonomías, pongan todas las herramientas necesarias para una aplicación real y efectiva de esta legislación que está a la vanguardia en Europa en cuanto a protección del sector productor y a partir de este año 2022 los agricultores y ganaderos tengamos resultados tangibles de la única legislación que nos protege frente al desigual poder de negociación que tenemos el sector primario frente a la industria y la distribución. También seguimos exigiendo un mayor control de las importaciones de terceros países y que aseguren las cláusulas de salvaguarda y reciprocidad en todas las producciones que entren de fuera de la Unión Europea».
De igual forma, el secretario general de UPA Andalucía expone que debemos abogar por “un reparto más justo y más social del agua, con planteamientos que así lo aseguren en el próximo Plan Hidrológico del Guadalquivir que ahora está en periodo de análisis de las alegaciones presentadas así como por medidas para minimizar los efectos de la sequía. Junto a ello, debemos reivindicar mejoras en la reforma laboral para que se adapte mejor a la realidad del campo. Y en eso seguimos trabajando con el Gobierno central”.
Por todo estos motivos, en la nota de prensa se hace un llamamiento a la participación en la gran manifestación convocada para el próximo 20 de marzo en Madrid, en unidad de acción, anunciada el pasado 12 de enero por las tres organizaciones agrarias y la Real Federación Española de Caza para defender el campo español, pero no se menciona la convocatoria de paro general propuesta por Asaja, COAG y Cooperativas Agro-alimentaria de Andalucía para el próximo día 25 de febrero, ya que UPA Andalucía ha decidido no participar.
