Teseracto es un centro de impresión 3D especializado en realizar prótesis dentales para las clínicas. La idea vino porque su impulsor, José Luis Parra trabajaba en una distribuidora de maquinaria orientada a digitalizar el sector dental y entre muchas de las máquinas que instalaba y daba soporte técnico estaban las impresoras 3D. “Como es una tecnología que requiere cierta formación, muchos no les sacaban partido, así que decidí montar esta empresa para ofrecer este servicio ya hecho. Antes de este proyecto en mis ratos libres aprendí a programar en html y java y desarrollé una app para juntar gente que quiere hacer los mismos planes, pero no le veía rentabilidad a corto plazo así que abandoné la idea y me centré en esta que fue la que finalmente llevé a cabo. Siempre he tenido la inquietud de emprender”.
“Si no dispones de capital para iniciar tu negocio estás bajo un estrés tremendo ya que eres la persona que se encarga de todo (comercial, administrador, operario, marketing, etc.…) y sabes que si fracasas pierdes toda la inversión o peor, puedes quedar endeudado, aunque este es un riesgo que acecha siempre. Sin embargo, cuando el negocio alcanza la madurez te permite cierta flexibilidad en los horarios, un salario algo mejor y sobre todo te permite crear un entorno positivo y motivador”, señala Parra que sueña con “expandir este negocio a la vez que abro otras empresas para diversificar. Quedarse quieto es un error porque nunca se sabe cómo evolucionará el mercado”.
Para este joven es importante emprender en su zona porque “mueve el mercado, genera nuevas ideas, te hace ser más competitivo y productivo, desarrolla el ingenio y en definitiva motiva directamente a crear un impacto en la sociedad. Pero desgraciadamente no lo recomendaría tan a la ligera ya que no hay apoyo suficiente, todo son trabas y gastos, yo mismo admito que emprendí ignorante de lo increíblemente duro que es y si tuviera que empezar de nuevo me lo pensaría más de dos veces”.