“La provincia de Jaén ha dado grandes y firmes pasos a la hora de enseñar al mundo el aceite de gran calidad que se produce en la zona”
Dentro del sector agroalimentario, ¿a qué os dedicáis?
Aires de Jaén es una empresa familiar cuya trayectoria comenzó en 2010. Se dedica al cultivo y cuidado de finca con diferentes plantaciones y diferentes variedades de olivo. Luego, tenemos la almazara donde se elaboran nuestros aceites de alta calidad y, por último, la comercializadora, que es una envasadora que nos permite comercializar los aceites por todo el mundo. Entonces, realmente cierra el círculo de lo que es el campo, la elaboración de la aceituna y la comercialización. En definitiva, tenemos una economía circular sostenible y está ya incor- porada la cuarta generación.
50 años y cuatro generaciones. Los orígenes de Aires de Jaén proceden de una explotación inicial, que han ampliado con un toque de modernidad generación a generación.
Mi abuelo adquirió la finca en 1965 y, desde entonces, fuimos productores de aceites. Con el paso del tiempo, mi padre empezó a realizar cambios y a introducir nuevas variedades y diferentes marcos, hasta llegar el tema de la comercialización. Por último, llegó la almazara, un proyecto que comenzó su andadura hace 5 años y el que nos permite elaborar un aceite de gran calidad.
Comercializan sus productos en todo el mundo ¿Cómo considera que ha cambiado la percepción de los derivados del aceite de oliva en el mercado exterior?
En los últimos años, la provincia de Jaén ha dado grandes y firmes pasos a la hora de enseñar al mundo el aceite de gran calidad que se produce en la zona. Anteriormente, nos centrábamos más bien en la calidad; ahora, ponemos en valor la marca Jaén. De hecho, Jaén aparece en todos los premios a nivel internacional del sector. Además, podríamos decir que la percepción del aceite ha cambiado mucho mundialmente, pues lo vemos diariamente en los clientes que nos visitan. En la actualidad, el cliente busca la calidad del producto y palpar la tierra para conocer la experiencia completa de la producción del aceite. Además, no podemos olvidar que se trata de un producto que detrás lleva muchas connotaciones de salud y de la cocina muy bien valorados.
Desde los productores han cuidado con esmero la presentación del aceite. Si miramos atrás, el aceite era un producto que se vendía en garrafas. Ahora, la presentación de los productos de aceite de oliva está muy cuidada ¿Lo han convertido en un producto premium?
El aceite de oliva virgen extra es un producto de muy alta calidad y como tal, hay que presentar al mercado botellas bonitas, bien etiquetadas, vestidas y taponadas. Podríamos decir que el packaging de los aceites actualmente solo reafirma la calidad que ya tiene en sí mismo el aceite. Sobre todo, la parte de los tempranos, que son aceites que se elaboran prácticamente en octubre, y que no dejas que el fruto termine su madurez para quitarle puntos de grasa en ese proceso, a la vez que gana unas características organolépticas de olor, sabor y color verde intenso. Estas cualidades, evidentemente, hacen que sea un aceite de muy alta calidad y ha de ser presentado en un envase adecuado.
Rescatando la experiencia en torno al aceite ¿Han encontrado en el oleoturismo una vía empresarial en la provincia de Jaén?
Sí. Nosotros cerramos el círculo hasta el envasado de la producción de aceites, pero es cierto que desde hace 3 años estamos también muy centrados en las experiencias de turismo que rodean al aceite. En Aires de Jaén ofrecemos lo que nosotros llamamos Experiencia de los Cinco Sentidos. Con este servicio, se puede visitar nuestra finca, que está bañada por el Río Guadalquivir, lo que nos permite ofrecer un agradable y bonito paseo por La Vega, mientras se explica las cuatro variedades que tenemos, las diferentes formas de cultivo. Además, luego se realiza una cata y se representa en vídeo más conocimientos de la cultura del aceite de oliva. De esta forma, con el oleoturismo cerramos una nueva faceta empresarial que nos permite difundir todavía mejor lo que es la cultura del aceite de oliva.
Además de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son de obligado cumplimiento, en el campo parece haber una concienciación especial en torno al aprovechamiento y la economía circular.
Sí. La aceituna y todo lo que comporta la elaboración del aceite permiten tener una economía circular. En Aires de Jaén, no solo producimos aceites, sino que también obtenemos cualquier producto que pueda derivar de la aceituna. Es decir, conservamos los huesos para utilizarnos como combustible o se reutiliza el agua para el riego. Asimismo, gracias a las placas solares, las cuales nos permiten ser bastante autónomos, producimos abono orgánico a partir de los restos del alperujo que se procesan en las orujeras.
¿Cómo están viviendo esta época tan complicada de falta de agua?
La escasez de agua está afectando a toda la agricultura en general. Estamos ante una dramática situación, que abre todos los telediarios. Entonces, el olivar, al conformar parte de la agricultura, también se siente resiente con el agua, aunque es cierto que es de los cultivos que menos agua necesitan. Los olivos son árboles de secano, por lo que solo necesitarían recibir agua en los momentos oportunos, pero claro, ahora tampoco está lloviendo en esas fechas ideales. Por lo tanto, la sequía está siendo un problema general para todo el sector agrario. Hacía muchos años que no se manejaban los datos actuales a nivel de producción nacional, y la campaña que viene está envuelta con una gran incertidumbre.
¿Qué objetivos tienen para los próximos meses?
En Aires de Jaén queremos consolidar los dos últimos proyectos que hemos iniciado: el proyecto de almazara y el de oleoturismo, para el cual estamos ofreciendo unos paquetes muy interesantes de cara al año que viene. Asimismo, nos gustaría seguir creciendo a nivel de comercialización y de presencia en ferias internacionales, así como poder seguir difundiendo la cultu- ra del aceite y del olivo por todo el mundo.
