El Gobierno del Reino Unido va a posponer los controles de los alimentos y productos frescos importados de la UE hasta finales de 2023. Estos controles debían introducirse en julio de 2022, pero con el cambio, el Gobierno anunció que ahora se estudiará cómo aplicar los demás controles «de forma mejorada» y que sus conclusiones se publicarán en otoño. El nuevo régimen de controles entrará entonces en vigor a finales del próximo año.
Esta es ya la cuarta vez que Reino Unido retrasa la introducción de controles sanitarios y fitosanitarios a las importaciones de la UE. Los ministros justificaron los retrasos anteriores alegando la necesidad de dar a las empresas de la UE más tiempo para adaptarse a los nuevos requisitos y para que los puertos construyan las infraestructuras necesarias.
El ministro de Oportunidades del Brexit, Jacob Rees-Mogg, dice que las empresas podrán ahora centrarse en recuperarse de la pandemia, abordar los problemas de la cadena de suministro global y garantizar que los nuevos costes no se trasladen a los consumidores.