16/05/2025

Ramón Fernández-Pacheco: “Andalucía es referente nacional en sostenibilidad”
R

"Los consumidores de Estados Unidos saben que nuestros alimentos son una apuesta segura si quieren tener el mejor sabor y la mayor seguridad alimentaria, por eso están dispuestos a pagar más que por otros productos que no tienen el mismo prestigio"

Te puede interesar

Ha pasado algo menos de un año desde que se hiciera usted cargo de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. ¿Qué balance puede hacer? ¿Ha podido imprimir ya su sello en esta consejería?

Ha sido un año intenso y el balance es positivo. Eso no significa, ni mucho menos, que el trabajo esté hecho. Nunca estará terminado, de hecho, porque nuestra tarea es la de estar al lado de los profesionales del sector primario, acompañarles, escucharles y si su trabajo no termina, el nuestro tampoco. El objetivo que perseguimos es el de ayudar a agricultores, ganaderos, pescadores y agroindustria a seguir produciendo de forma rentable y competitiva. Son pilar de nuestra economía y garantes de la soberanía alimentaria que tenemos la obligación de defender. Respecto a un sello propio. La Junta ya tiene un talante diferente, que es el que lleva marcando el presidente Juanma Moreno desde 2019 y que pasa por trabajar para y por los andaluces, el de escuchar a todos y ponérselo fácil para que afronten los retos que tienen por delante Eso sí, cada uno tiene una forma de hacer las cosas, pero yo tengo la suerte de trabajar con un equipo técnico que está rodado y que sabe muy bien lo que tiene que hacer.

- Publicidad -

En estos momentos el sector agroalimentario espera con preocupación la decisión del presidente de los EEUU en torno a los aranceles que podrían hacer mucho daño a algunos productos andaluces. ¿Cómo se está abordando desde su Consejería esta situación?

Para mí, en este momento, lo principal es actuar con prudencia. Considero que el diálogo entre la Unión Europea y Estados Unidos para intentar continuar con la desescalada de aranceles es ahora una prioridad para intentar eliminar los aranceles. La situación es cambiante, evoluciona constantemente y no debemos cerrar esa puerta. Esto no quiere decir que no trabajemos en paralelo como viene haciendo el Gobierno andaluz desde el principio; valorando los diferentes escenarios que podrían quedar para nuestro sector agroalimentario, que está haciendo una gran apuesta por la internacionalización de su producción. Y también valorando las medidas que podrían ponerse en marcha para dar respaldo a los andaluces.

- Publicidad -

Creo que debemos trabajar, por supuesto, pero desde la tranquilidad. La Junta está al lado de los andaluces, eso lo saben; y, además, los productos de esta tierra juegan con ventaja en el mercado estadounidense porque se asociación con calidad y siempre ligados a lo saludable. Los consumidores de Estados Unidos saben que nuestros alimentos son una apuesta segura si quieren tener el mejor sabor y la mayor seguridad alimentaria, por eso están dispuestos a pagar más que por otros productos que no tienen el mismo prestigio.

Es cierto que hemos echado en falta, en este asunto, que el Ministerio de Agricultura nos hubiera convocado a las comunidades autónomas para informarnos de las medidas en las que se trabaja a nivel estatal. Finalmente, han presentado un Plan y no hemos tenido oportunidad de apuntar nada.

- Publicidad -

Ha sido usted nombrado recientemente presidente de la Asamblea de Regiones Hortícolas de Europa (AREFLH), en un momento en el que la fuerza europea va a ser necesaria para abordar estos nuevos retos

Me siento muy orgulloso de ocupar este cargo al frente de la Asamblea de Regiones Hortícolas de Europa (AREFLH) porque supone una gran oportunidad para Andalucía, una región con gran peso en la producción hortofrutícola y que tiene mucho que decir a nivel comunitario. La AREFLH tiene capacidad para influir a nivel europeo en la defensa de los productores del campo, pero para lograrlo, debemos remar todos en la misma dirección y de su mano.  Por mi parte, voy a trabajar en visibilizar el gran valor del sector hortofrutícola y la excelencia de los productos frescos de Andalucía, en concreto, y de Europa, en general. Porque estas cualidades son el resultado del esfuerzo de los productores y su apuesta por la calidad y la sostenibilidad de los procesos, características que debemos poner en valor en los mercados internacionales para evitar que los europeos se vean afectados por la competencia desleal de otras zonas donde las producciones no cumplen con los mismos parámetros.

Como bien apunta, el contexto internacional actual es bastante complejo al estar marcado por el impacto del cambio climático, la imposición de aranceles a los productos agroalimentarios o la reestructuración del mercado con el acuerdo Mercosur, entre otros condicionantes. Precisamente por eso, es más necesario que nunca trabajar en la defensa firme del sector hortofrutícola y desde Andalucía haremos todo lo que esté en nuestra mano.

Acabamos de pasar un episodio de lluvias que ha aliviado la escasez que estaba viviendo Andalucía y permitido respirar a los agricultores. ¿Hasta cuándo hay tranquilidad en este sentido?

Es cierto que las lluvias han ayudado a mejorar la situación de gran escasez que veníamos sufriendo, pero yo apuesto por la prudencia y no me gusta hablar de fin de la sequía. Sería un error tremendo dejar de lado nuestra máxima que pasa por planificar, invertir y ejecutar obra hidráulica. La próxima sequía no puede pillarnos desprevenidos. Andalucía tiene un territorio muy extenso y diverso; con diferentes cuencas donde las borrascas no han afectado de igual manera y que, por tanto, presentan situaciones dispares. En el caso de las zonas donde se ha alcanzado lo que llamamos una “situación de normalidad”, se estima que el agua embalsada cubre las necesidades de la población para unos dos o tres años; pero aún hay territorios que siguen con graves problemas de escasez como Almería, donde las precipitaciones no han incrementado los recursos disponibles de manera significativa. Allí la depuración y la desalación, los mal llamados recursos hídricos no convencionales (cada vez son más habituales) son la clave. Y quedan muchas obras pendientes, la mayoría por parte del Estado que no pueden retrasarse más.

Estas sequías que nos azotan periódicamente si algo bueno traen es el fomento de proyectos, basados en tecnología e innovación, que buscan soluciones para un uso y aprovechamiento del agua más racional y consciente. ¿Qué hace Andalucía para apoyar y promover este tipo de iniciativas?

Entre otras cosas, lo que se está haciendo en Andalucía es, como bien apunta, aprovechar los adelantos de la tecnología para utilizar los recursos hídricos con más conciencia que antes, si cabe. En esta tierra siempre hemos apostado por la sostenibilidad, y cuidar cada gota de agua es parte de esta sensibilidad de los agricultores que han demostrado ser capaces de sacar adelanta una producción máxima a una sola gota de agua. En esa línea que le comentaba antes de acompañar y ayudar al sector, la consejería ha puesto en marcha el Plan PARRA (plan de agua regenerada para el regadío de Andalucía) que, dotado con 165 millones de euros, invertirá en terciarios y conducciones para llevar el agua regenerada hasta las comunidades de regantes: llevar agua allí donde hace falta.

Eso sí, tenemos claro que la obra hidráulica es importante, lo es el uso de todas las propuestas para producir agua; pero también es fundamental la cogobernanza y lograr que la sociedad se implique en un uso racional del agua. Nosotros, como administración, no cejaremos en buscar todos los recursos posibles, pero como consumidores hemos de ser conscientes de lo que cuesta cada gota.

Los agricultores han mostrado su descontento con lo que ellos consideran una falta de sensibilidad del ministerio en torno a la flexibilización de la PAC ¿Qué se puede hacer desde el gobierno andaluz en este tema?

Desde la Consejería hemos mostrado nuestro malestar por que los productores han tenido que hacer frente a graves contratiempos como consecuencia de las borrascas que se han registrado en Andalucía entre febrero y abril; pero desde el Ministerio no muestran sensibilidad ante su complicada situación. Muchos agricultores han visto cómo se anegaban sus tierras, llegando incluso a estar inaccesibles, y esta incapacidad para trabajar el campo tiene consecuencias económicas negativas a la hora de solicitar ayudas a la PAC en el marco de ecorregímenes. Por nuestra parte, hemos mantenido un encuentro con los representantes del sector andaluz para analizar con ellos sus necesidades e identificar las vías en las que era prioritario trabajar, como flexibilizar al máximo los requisitos para acceder a las ayudas europeas en el marco de nuestras competencias.  Apoyándonos en la causa de fuerza mayor, vamos a ajustar las exigencias en las zonas declaradas como desastre natural. Y si alguna explotación agraria de comarcas no declaradas acredita que ha sufrido los mismos daños con informes técnicos, fotografías georreferenciadas u otros métodos, analizaremos el caso para ver si puede acogerse a la misma flexibilidad.

Van ustedes de la mano con los agricultores, ganaderos y pescadores ante el acuerdo UE-Mercosur. ¿Qué cree que hay que regular para que los andaluces no salgan perjudicados?

La principal medida que reclamamos al Gobierno central y a Europa es mayor transparencia. Consideramos que es fundamental que todos los afectados por este convenio puedan conocer los elementos incluidos en él. Ahora mismo vamos a ciegas. Asimismo, pedimos que se realice un análisis previo del impacto que tendrá este acuerdo en el sector agroalimentario tanto a nivel global como en el ámbito sectorial y territorial. Y, por supuesto, exigimos que se apliquen cláusulas espejo que garanticen una competencia justa y leal para los productores europeos. Estas exigencias deberán ir acompañadas, además, por un lado, de mecanismos claros, explícitos y concretos que garanticen que se lleva a cabo una vigilancia activa de su cumplimiento real; y por otro lado, de medidas compensatorias para aquellos sectores y territorios que resulten especialmente afectados.

Con respecto al sector pesquero ha pedido usted que se recalcule el reparto del fondo europeo marítimo, para financiar más medidas compensatorias para la pesca de arrastre en Andalucía. ¿Cómo se está resolviendo este asunto?

Por ahora, seguimos a la espera. Estamos trabajando junto al Ministerio y hemos propuesto varias fórmulas para intentar asegurar que Bruselas aporte los recursos que necesita el sector pesquero para garantizar su viabilidad. Se trata de una actividad estratégica para Andalucía desde el punto de vista empresarial y social, además de ser uno de los pilares que sostienen la alimentación saludable y la soberanía alimentaria. Pero parece que la Unión Europea no es consciente de todo esto porque las medidas que ha tomado en los últimos años están asfixiando al sector obligándolo a tener una actividad mínima. Fíjese que menos de 30 días al año de faena es impensable. Eso no es un trabajo es un hobby. En la Junta de Andalucía estamos convencidos de que, ante situaciones como ésta, la administración competente está obligada a compensar en parte la falta de ingresos que provocan las estrictas normativas impuestas. Por eso, he aprovechado la presencia en España del comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, para pedirle más sensibilidad hacia la pesca mediterránea, más fondos europeos y una mayor flexibilidad en su aplicación. Y soy optimista al respecto, porque el comisario parecía consciente de que el reglamento de gestión del Mediterráneo necesita una modificación urgente que permita recuperar días de pesca y reconocer la labor de los profesionales del arrastre.

Todos estos retos que tiene el sector primario tienen que estar obligatoriamente sujetos a avances y mejoras en sostenibilidad, un ámbito que usted conoce muy bien. ¿Cree que Andalucía está concienciada y preparada para este gran reto?

Andalucía es referente nacional en sostenibilidad. Fíjese que concentramos la mitad de la extensión de producción ecológica de España. Superamos el objetivo del Pacto Verde Europeo relativo a tener bajo producción ecológica en el 25% de la Superficie Agraria Útil (SAU) de la región, dado que ya vamos por el 30%. Siempre digo que España va a cumplir con esa aspiración europea gracias a Andalucía. Lo importante es, además, que el nuestro es un sector agrario implicado con el cuidado de su entorno. Pocos habrá más interesados en cuidar mares y campos que quienes viven de ellos. Por otra parte, el avance tecnológico y la innovación nos permiten ser cada día más eficientes y aplicar sistemas que nos permiten aprovechar al máximo los recursos naturales y convertir en materia prima lo que, en un principio, parecen residuos. La economía circular es un ejemplo de sostenibilidad que se viene aplicando en el campo y la agroindustria de esta tierra y en el que seguimos trabajando; porque todos en Andalucía, administración, empresarios y trabajadores del campo, somos conscientes de su importancia.

Entre otras medidas que impulsa la Junta de Andalucía en el ámbito de la sostenibilidad podemos destacar, por ejemplo, el Proyecto de ‘Ley de impulso y promoción de la Producción Ecológica y otras producciones agrarias, pesqueras y acuícolas certificadas en Andalucía’, que ya está en el Parlamento andaluz para su análisis y aprobación final. Tenemos muy claro que es imprescindible seguir fomentando la apuesta de la agricultura por ser aún más sostenible y eficiente si cabe para así poder continuar protegiendo nuestro entorno natural al tiempo que el sector agroalimentario se hace cada día más competitivo.

- Publicidad -

Más noticias

El 77% de los aceites de oliva virgen extra galardonados en los Premios Internacionales Expoliva 2025 son andaluces

Los consejeros de Agricultura y de Sostenibilidad, Ramón Fernández-Pacheco y Catalina García, han puesto en valor en Jaén la calidad y la internacionalización del oro líquido andaluz

Más noticias