Adiós al impuesto de patrimonio en Andalucía. El Presidente de la Junta continúa con su política de bajada de impuestos y anunciaba, el pasado mes de septiembre, la supresión de un impuesto que para muchos era injusto y, para otros, rotundamente necesario.
No fueron pocos los comentarios y debates surgidos a raíz de esta medida sin precedentes en la comunidad. Debates que se suscitaron incluso más allá del territorio andaluz generando no pocos malestares en presidentes de otras autonomías y, como no podía ser de otra manera, en el gobierno central.
La valiente decisión de la Junta de Andalucía de eliminar este impuesto que, por cierto, alguna otra comunidad ya no tenía, obedece a un criterio de economía expansiva que este gobierno regional se comprometió a llevar en su ADN desde que echó anclas en esta institución. No es menos cierto que esta medida no es la única que ha llevado a cabo Moreno desde el 2018 pues por todos es sabido que la política fiscal de Andalucía es sumamente diferente y ha gozado de numerosas ventajas estos últimos cuatro años. Es una medida honesta y sincera, una medida que va en consonancia con lo prometido, con su programa electoral.
Esta fiscalidad atractiva, dice la Junta, permitirá atraer a grandes empresas lo que generará, pese a lo que muchos pesan, un mayor ingreso para las arcas públicas que podrán proporcionar mejores servicios públicos. Otras Comunidades Autónomas se echan las manos a la cabeza. “Competencia desleal”. “Medida agresiva”. “Quieren robar empresas de nuestro territorio”. Nuevamente se genera el debate. Sin embargo, no hay tal debate. Nuestra Constitución establece un modelo de, por así decirlo, co-gobernanza gracias al cual las distintas Autonomías tienen numerosas atribuciones en materias fiscales. Y Andalucía ha utilizado las reglas del juego bajo el amparo de la ley de nuestro país.
¿Tienen que pagar más los que más tienen? Sí. ¿Tienen que establecerse rebajar fiscales para aquellos que tienen menores rentas? Por supuesto. ¿Se deben implementar ventajas fiscales lo suficientemente atractivas para que grandes empresas nacionales e internacionales se instalen en nuestro territorio? Rotundamente sí. Cabe recordar que esto no solo generará más recaudación, sino que contribuirá a crear más empleo en un contexto de inminente crisis.
El punto de equilibrio es el que generará un contexto económico que nos haga seguir avanzando, pero además, cuidará de nuestra sociedad del bienestar. Y esto, sin lugar a dudas, solo se conseguirá con una política económica atractiva, estable y expansiva.
Montserrat Hernández
Directora de Tribuna de Andalucía
