Confitería Rufino tiene una historia que se remonta a 1875, ¿qué significa para ustedes ser una empresa con una trayectoria tan larga y cómo ha influido esto en su filosofía de trabajo actual?
Para nosotros lo primero es la responsabilidad de mantener una empresa que ha estado 150 años funcionando. La filosofía es mantener la misma receta y los mismos procedimientos para poder ofrecer un pastel de antaño, y más en estos tiempos en los que todo está tan industrializado, nosotros ofrecemos la alternativa.
Imagino que siguen manteniendo la esencia con la que comenzaron y las recetas actuales son fruto de esa fusión de tantos años y la experiencia de varias generaciones, ¿cómo han mantenido esta esencia a lo largo del tiempo?
Básicamente hemos transmitido lo que nos enseñaron nuestras generaciones anteriores, hemos adquirido sus conocimientos y aprendido de ellos. Seguir con los criterios de funcionamiento que ellos pusieron en marcha y teniendo presente el pensamiento de que el cambio radical o la producción masiva sería la destrucción de la empresa. Lo que nos define es ser diferentes en un mundo donde la pastelería se está adaptando a las nuevas tendencias.
¿Cómo equilibran ustedes la tradición con la innovación en sus productos? ¿Hay algún nuevo producto o técnica que les entusiasme especialmente?
Todos los productos nuevos que han ido saliendo a la venta han ido en la línea de los mismos criterios de producción y de materias primas que el resto de los productos. Esto es indispensable y siempre debe ser así. Por supuesto trabajamos con productos naturales, sin conservantes, lo más parecido a lo que pudiera ser un producto de finales del siglo XIX o principios del XX.
Podríamos decir que este es un sello distintivo de la confitería Rufino, ¿verdad?
Claro, esto es lo que nos diferencia de otras pastelerías y por eso nos hemos mantenido a flote. Esta identidad es lo que hace que la confitería siga en funcionamiento.
¿Cómo se involucran con la comunidad local de Aracena? ¿Cuál es su papel en eventos y celebraciones importantes?
Nuestro contacto más directo es con nuestros clientes de Aracena, pero precisamente al encontrarnos en una población turística que es puntera, tenemos muchos clientes que vienen a nuestra tienda desde muchas partes del mundo,
Gran parte del porcentaje de nuestros clientes son de Aracena, pero como comentaba, al ser una localidad que recibe tanto turismo, también es importante para la empresa este porcentaje de personas que nos visitan desde otros puntos, tanto turistas como clientes que vienen a buscarnos. Estamos dentro de un parque natural y eso es una gran ventaja porque atrae a muchos clientes que buscan esos productos saludables y naturales.
A modo de conclusión Pilar, mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus planes o aspiraciones? ¿Cómo imaginan la confitería en los próximos años?
Nosotros queremos ponernos en manos del relevo generacional, que serían mis sobrinos, hijos de mis cuatro hermanos y creo que ese proyecto va a seguir hacia delante.
Es decir, que vaticinan un futuro muy próspero, ¿verdad?
Eso esperamos. La generación actual que lleva el mando de la empresa está en sus últimos años de actividad laboral, pero hay generaciones que pueden seguir con ello, y eso es una verdadera suerte para nosotros y para el nombre de Confitería Rufino.
