En las últimas semanas el debate en educación se ha centrado en la intención del Gobierno central de aumentar las horas lectivas en matemáticas y lectura. Una media que usted ha recalcado que ya se tomó en Andalucía por las carencias en la actual ley orgánica.
Los anuncios del Gobierno de Pedro Sánchez suponen una enmienda a la totalidad de su propia ley de educación. El sistema educativo lo que necesita es estabilidad, no una política de bandazos. En Andalucía llevamos desde 2020 paliando las carencias de la ley orgánica y las políticas educativas del Gobierno central, incrementando de forma progresiva el número de docentes hasta alcanzar casi 7.000 más. En la educación hay que planificar, elaborar y seguir una hoja de ruta bien marcada, con consensos. En este curso tenemos ya en el nuevo currículo casi 1000 horas lectivas de matemáticas en Primaria, doblando las que establece el Ministerio, y también la lectura obligatoria planificada diaria en toda la etapa obligatoria. Somos una de las Comunidades que más horas destina a matemáticas, lengua y lectura, la base de todo el conocimiento.
Llevamos cinco años insistiendo en que la LOMLOE era un grave error, porque envía un mensaje muy negativo al alumnado con medidas como pasar de curso sin límite de suspensos. En Andalucía hemos apostado por poner apoyos y refuerzos al alumno que va con dificultades, ese es el camino.
Los datos del último informe PISA siguen siendo malos para Andalucía precisamente en estas materias.
Además de esos incrementos de horas en matemáticas y lengua, el impulso a los programas científico-tecnológicos y a asignaturas como la robótica y el pensamiento computacional ya van dando resultados y ha servido para que en este último informe PISA, que evaluaba los años de la pandemia, hayamos mejorado un poco en ciencias y Andalucía haya resistido mucho mejor la debacle general en España y la mayoría de países. Evidentemente no son buenos resultados, pero confiamos en que las medidas puestas en marcha gracias a una inyección de más de 2.500 millones en el presupuesto vayan mejorando progresivamente estos indicadores.
Otros datos sí nos ofrecen la perspectiva de que la educación andaluza ha mejorado en estos últimos cinco años. Hemos reducido en más de cinco puntos el abandono escolar. La tasa de titulación entre los jóvenes andaluces de 20 a 24 años ha subido casi 9 puntos desde 2018; y entre los jóvenes de 16 a 24 años, es del 87,5%, cinco puntos más que en 2018 y a tan sólo dos puntos de la media nacional. La creación de cerca de 48.000 plazas en la FP, multiplicando por tres la modalidad Dual, junto a un diseño de la oferta cada vez más acorde a las necesidades del mercado laboral que nos transmiten las empresas ha permitido un crecimiento de 5,4 puntos en la tasa de inserción laboral de la FP Andaluza.
Otro anuncio ha sido la idea de implantar la enseñanza obligatoria hasta los 18 años. ¿Qué opina al respecto?
Considero más conveniente fortalecer y extender primero las raíces del sistema apostando por universalizar la gratuidad del primer ciclo de infantil. Cuando se sienten esas bases se podría analizar el siguiente paso con detenimiento, rigor y la financiación correspondiente. Debemos partir de un debate serio y riguroso con todas las Comunidades Autónomas, teniendo en cuenta a la comunidad educativa.
El abandono escolar se reduce aumentando los recursos y los apoyos al alumnado, como ha hecho el Gobierno andaluz desde 2019. Y vuelvo a lo mismo: los anuncios sobre educación del Gobierno de Sánchez siempre están bajo la sospecha de tener un objetivo de distracción sobre otros asuntos, de partir de una improvisación constante y de ausencia de una hoja de ruta clara tan necesaria en la educación de este país.
Con respecto a la prohibición de llevar móviles y otros dispositivos al colegio. ¿Se ha puesto ya en práctica? ¿Cómo está funcionando? ¿Cómo están respondiendo los padres?
Cuando enviamos las instrucciones a los centros el 4 de diciembre fueron acogidas de forma muy positiva por la comunidad educativa y diría hasta con alivio en los centros. Porque les ofrece respaldo y una garantía a la hora de aplicar una limitación que era un clamor social. Con este aval de la Consejería el profesorado andaluz tiene la tranquilidad de ese respaldo normativo para que no exista ninguna duda.
Las familias también se han implicado, porque al final, como decimos siempre, la clave de que las cosas funcionen y mejoren está en la implicación de todos y que los centros y el profesorado sientan que tienen el apoyo de la administración y de toda la comunidad educativa. En breve tendremos un dictamen del Consejo Escolar de Andalucía con recomendaciones y propuestas para ahondar en medidas complementarias.
En contrapartida a esto, ustedes están haciendo una apuesta por la digitalización de las aulas.
Son dos situaciones perfectamente compatibles. La digitalización de las aulas es una gran oportunidad para abordar los grandes retos de la educación. Eso no quiere decir tampoco que los métodos más tradicionales no sean válidos, debemos tender a un equilibrio. En todos los casos hay un eje compartido, que es el de la formación y capacitación del profesorado que acompañamos con todas las medidas.
Recientemente hemos puesto a disposición de nuestros docentes más de 70.000 objetos digitales. Son recursos didácticos para enriquecer los contenidos y las dinámicas de clase, para fomentar métodos innovadores que logren motivar a los alumnos y especialmente en las materias fundamentales como matemáticas y lengua, pero también en muchas otras. Hemos llevado a cabo el mes pasado la mayor licitación de aulas digitales de toda España, que supone una inversión de más de 174 millones para la creación de casi 40.000 aulas digitales interactivas en más de 3.800 centros, para dotarlos de distintos medios tecnológicos en función del proyecto educativo, caso de la robótica, las STEAM, investigación aeroespacial etc.
Ahora es momento ya de diseñar el nuevo curso académico. Aunque es pronto para hablar de datos. ¿Cuáles serán sus ejes fundamentales?
El eje principal seguirá siendo la apuesta por disponer para la educación de más recursos pese a tener un contexto de bajada del número de alumnos. Las necesidades educativas especiales van a seguir estando en el centro de las políticas.
Es, probablemente, el reto más importante al que se enfrenta nuestro sistema educativo. Hemos aumentado en casi un 70% el presupuesto, nos acercamos a los 600 millones, pero hay situaciones a las que aún no llegamos. No vamos a cejar en el empeño.
Igualmente, tenemos que acabar de manera progresiva con ese porcentaje de alumnado que todavía se queda fuera de la Formación Profesional por falta de plazas, un porcentaje que en 2018 era del 35% y ahora se ha reducido al 18% a pesar de tener una demanda bastante superior.
Seguiremos consolidando las plantillas, más estables y mejor pagadas, porque en septiembre culminaremos el acuerdo de equiparación salarial docente. En 2018 teníamos los maestros y profesores peor pagados de España y cinco años después están por encima de la media salarial de todo el país.