¿Qué líneas maestras ha querido implantar en la Consejería?
Son tres las líneas estratégicas que seguimos. La primera es mejorar el rendimiento del alumnado andaluz. Nunca he llegado a entender cómo un sistema educativo tan potente como el nuestro, con más de 6.500 centros sostenidos con fondos públicos, con una plantilla de 125 mil docentes y con casi 1.800.000 alumnos, cosecha resultados tan bajos, tanto en los informes nacionales como internacionales. Para ello, seguiremos apostando porbajar la ratio, aumentar la plantilla y ofrecer programas de formación para los docentes y poder dignificar al máximo su figura. Estamos trabajando de una forma global en el conjunto del sistema educativo, con mucho dialogo en todas las mesas en aras de mejorar la calidad de la enseñanza andaluza. Asimismo, como publicaremos en las próximas semanas, realizaremos importantes cambios en el contenido del currículo. Vamos a reforzar determinadas materias, apostando por más horas de Matemáticas, Lengua y Literatura, Filosofía e idiomas. Además, la piedra angular del sistema será la lectura, de forma que, los niños cuando terminen bachillerato habrán leído 875 horas como mínimo.
La segunda línea que seguir será cubrir las necesidades educativas, una materia en la que tenemos mucho por trabajar. En el parlamento andaluz a finales de 2022 se le dotó a las necesidades educativas el presupuesto más elevado de toda la historia, con casi 500 millones de euros. Esto nos permitirá seguir aumentando el número de profesionales PT, así como el número de profesionales AL y el de PTIS.
El tercer pilar estratégico es la Formación Profesional.
En materia de formación profesión ¿cómo avanza el plan de implantación de la Formación Profesional Dual?
A la Formación Profesional tenemos que darle un vuelco por completo. Principalmente, nuestro objetivo es convertir toda la FP en Formación Profesional Dual. Además, queremos poder generar aquellos ciclos formativos que nos están reclamando los empresarios para cubrir determinados perfiles profesionales que no existen a nivel andaluz. De hecho, hay más de 20 mil empresarios que reclaman puestos que no podemos cubrir y que, por ende, provoca que las empresas no crezcan.
¿De qué manera se está trabajando en la digitalización?
Sin duda, otro de nuestros retos es la digitalización. Contamos con un presupuesto considerable procedente de fondos europeos en aras de cumplir con una serie de hitos para marzo de 2025. En la legislatura pasada se lograron grandes avances en el suministro de nuevas tecnologías a los centros y en la capacitación de los profesores; asimismo, se introdujeron programas específicos sobre robótica, pensamiento computacional, investigación aeroespacial o sobre áreas STEM.
También, se hicieron 2 acuerdos importantes con Google y con Microsoft para llevar a cabo el ecosistema digital de las aulas. En definitiva, se avanzó mucho y ahora lo que nos queda de aquí a marzo de 2025 es la creación de 50 mil aulas del futuro. Para ello, hemos de contar con 100 mil docentes capacitados en competencias digitales. Actualmente, tenemos 3 aulas del futuro implantadas en centros de formación del profesorado (Lebrija, Aracena y Jaén), y nuestro objetivo es contar con una en cada provincia al final de curso.
Se ha confirmado la convocatoria de nuevas plazas de Secundaria, FP y Régimen Especial para este 2023 ¿Qué nos puede comentar al respecto?
Hemos sido valientes. Lo habitual es que todos los años salga una convocatoria que cubra las ofertas públicas correspondientes a las bajas producidas por distintos motivos, como es el caso de las jubilaciones o los fallecimientos, entre otros. Este año nos tocaba los Cuerpos de Enseñanza Secundaria y Régimen Especial, y además tenemos los procesos de estabilización en los que estamos inmersos hasta 2024.
A pesar de la gran carga de trabajo dentro y fuera de la consejería, hemos seguido hacia delante y ahora tenemos la mayor convocatoria de los últimos 14 años, casi 6500 plazas y 78 especialidades. Personalmente, estoy muy orgullosa de la valentía de la consejería, aunque nos espera un año muy duro porque, en efecto, los 6500 tienen que estar trabajando el 1 de septiembre.
