¿Cómo están viviendo desde Subparke estos últimos meses del año?
Los últimos meses del año los estamos viviendo bastante bien, básicamente porque el otoño no ha entrado hasta hace unos días, hasta el 1 de diciembre prácticamente. Por ende, todas las actividades que nosotros hacemos relacionadas con educación ambiental, ecoturismo y turismo de naturaleza las hemos podido desarrollar sin ningún problema, porque tanto el clima fuera del agua como dentro de la misma por la calidez que aún concentra, permite realizar las actividades con total normalidad.
¿Hacen un balance positivo de este 2022?
Sí. Hacemos un balance positivo, sobre todo teniendo en cuenta los años que venimos arrastrando a causa de la pandemia, en los que empresas como la nuestra, de pequeño y mediano tamaño, han visto mermados muchísimos recursos. Aún así, estamos contentos con este 2022.
¿Han cumplido con las expectativas esperadas?
Hemos superado nuestras expectativas, porque la pandemia, para bien o para mal, a nivel empresarial nos hizo modificar la estructura de nuestra empresa y hemos comenzado a aunar esfuerzos dirigiéndonos hacia un público más directo y cercano, lo cual nos ha beneficiado. Esta nueva forma de trabajar con la gente nos ha funcionado muy bien.
¿Cuál es el principal cliente que acude a ustedes en esta época invernal?
Tenemos dos clientes bastante diferenciados. El cliente que tenemos en julio y agosto es un turista de sol y playa, que viene buscando algunas actividades pero, sobre todo, el efecto llamada es el sol y la playa. Y luego, en otoño e invierno, que es la época en la que nos encontramos ahora, nos viene gente muy comprometida con el espacio, lo cual no quiere decir que en julio y agosto no lo estén, pero es otro público totalmente diferente, porque ya no buscan el sol y la playa, sino que vienen buscando un espacio protegido como puede ser Cabo de Gata.
¿Ha aumentado la cantidad de turistas que buscan adentrarse en estas nuevas experiencias en la naturaleza, lejos del sol y la playa?
Si le damos la excepción a esos dos meses puntuales -julio y agosto- que creo que es algo generalizado a nivel nacional, sí que es cierto que poco a poco se va viendo, aunque sea un poco pronto para decirlo, la desestacionalización de la zona por esa bonanza climática que nos permite tener en octubre y noviembre temperaturas de 22-23 Cº. Sí que notamos que la gente va buscando esas bonanzas climáticas para poder desarrollar actividades en espacios protegidos.
¿Qué ofertas de las que ustedes proponen han destacado en esta temporada?
Tenemos una que destaca mucho que, aunque parezca mentira, es el tema de la actividad subacuática, porque en meses como octubre y noviembre el agua se sigue manteniendo a 22-23 Cº. Luego, la otra estrella, que sería la antagonista, es el astroturismo. Esta bonanza climática de la que tanto hablamos permite hacer senderismo nocturno para, posteriormente, vislumbrar las constelaciones más importantes.
¿Cuáles serán las líneas a seguir en 2023? ¿Qué objetivos plantean desde Subparke?
Los objetivos los tenemos muy marcados. Pretendemos continuar con la misma dinámica en las actividades de naturaleza, dedicadas al ámbito subacuático y al ámbito terrenal. Y luego, también, desarrollamos la gestión de un equipamiento de uso público que se llama la Casa de los Volcanes, que es un Museo Geominero. Queremos potenciar esas estructuras y equipamientos de uso público para que sean un nexo de unión para el resto de actividades que vamos desarrollando.
