Son ganadores del concurso internacional. ¿Cuándo se podrá abrir finalmente?
En Minera Los Frailes (MLF) ya hemos cumplido con todos los requerimientos administrativos y confiamos en que podamos contar en este trimestre con todas las autorizaciones necesarias para iniciar nuestras operaciones. En las semanas venideras deberíamos concluir plenamente la tramitación para poder comenzar la construcción de las instalaciones de la mina a finales de 2023 e inicios de 2024 e iniciar la extracción de mineral en 2027. El proceso administrativo está siendo más lento de lo previsto, dado que nuestra meta inicial era contar con los permisos en 2021, y no deberíamos exceder más los plazos marcados.
¿Qué tramites se deben superar todavía?
Estamos en la fase final. La iniciativa, declarada Proyecto de Interés Público Superior por parte de la Junta de Andalucía, se sometió a información pública en 2019 y posteriormente de nuevo en 2021, efectuándose al mismo tiempo las consultas a los principales organismos competentes, tanto autonómicos como estatales. Desde entonces, MLF ha trabajado para dar respuesta a todas las observaciones planteadas durante el proceso, con un enfoque tecnológico constructivo de mejora continua y compromiso con el proyecto y su entorno. Actualmente se ultima la Autorización Ambiental Unificada (AAU) que permitirá que la Consejería de Política Industrial, Energía y Minas autorice la puesta en marcha del proyecto. En este largo y minucioso proceso hemos elevado la inversión global en 100 millones de euros (inicialmente era de 350 millones y con el plan actual rondará los 450 millones). Uno de los factores que explica este aumento es la inclusión en el proyecto de la construcción de una nueva estación depuradora de agua junto a las infraestructuras más avanzadas del sector para la gestión hidráulica, que requerirá un desembolso adicional cercano a los 60 millones.
Una vez que se superen los trámites, ¿cuándo arrancará el proyecto?
La construcción comenzará inmediatamente. En paralelo a la fase de tramitación, Minera Los Frailes ha dado todos los pasos necesarios para iniciar la etapa de despliegue de las infraestructuras de forma inminente cuando se obtengan todas las autorizaciones necesarias. Esto ha conllevado un importante desarrollo de ingeniería en el que han colaborado empresas e instituciones de reconocido prestigio, como la firmas andaluzas Ayesa, Inerco y AT Clave y otras de ámbito nacional e internacional como Golder Associates, CRS Ingeniería, ERM, Paterson and Cooke, Wardell Armstrong, IDOM…
¿Cuál es el nuevo modelo de negocio para la mina de Aznalcóllar, qué se va a extraer y en qué cantidades?
Minera Los Frailes será una mina polimetálica de zinc, cobre y plomo. En ella la extracción del mineral no se efectuará a cielo abierto, como en el pasado, sino que se desarrollará totalmente por interior. Habrá una planta de tratamiento de mineral que procesará 2,7 millones de toneladas de estos minerales cada año a lo largo de dos décadas. El objetivo es obtener 170.000 toneladas anuales de concentrado de zinc, 55.000 toneladas de plomo y 13.000 toneladas de cobre. La nueva explotación se basa en parámetros radicalmente distintos a los del siglo veinte gracias a los increíbles avances en tecnología que han transformado este sector. Será un proyecto de minería subterránea a través de galerías, que no generará así impacto visual; la operación interna será con sistemas no tripulados y con cintas transportadoras para elevar al máximo la seguridad; no habrá balsas de lodos y se reaprovecharán los residuos para rellenar de nuevo las galerías, generando así economía circular en la zona… Gracias a la posición privilegiada de la mina, en una zona de gran radiación solar, utilizaremos energías renovables de manera intensiva para que la gene-ración de emisiones sea mínima.
La tecnología ha cambiado mucho, ¿cómo se garantizará que Aznalcóllar sea una explotación segura?
Hay un cambio cualitativo y radical: la nueva mina no tendrá balsas de lodos como anteriormente. Los estériles derivados de la operación serán tratados en la Planta de Pasta para convertirlos en pasta cementada con propiedades estructurales. La pasta se utilizará para rellenar las cámaras de la mina, la Corta de Aznalcóllar y la Escombrera Noroeste. La mayoría de esos lodos y estériles, una vez convertidos en pasta, serán reintroducidos en los huecos mineros.
El agua que necesita la mina para funcionar y también la que verterá depurada al Río Guadalquivir son dos aspectos importantes sobre los que la Junta de Andalucía exige garantías tras el desastre sufrido hace ahora 25 años…
Hay que partir del siguiente concepto: la reapertura de Aznalcóllar es un proyecto de cooperación público-privada en el que la Junta, con el apoyo de los 109 diputados que componen el Parlamento de Andalucía, selecciona a una compañía para que a través de una operación minera innovadora y eficiente pueda regenerar los pasivos ambientales que dejaron las minas del pasado. Es decir: la reapertura de Aznalcóllar está planteada por la propia administración como la garantía para la regeneración total del entorno, y todo ello con una actividad rentable que generará riqueza y empleo en el territorio. Con esta iniciativa se reconcilia la minería con el paisaje y la historia de Aznalcóllar… Y dentro de este esquema, la gestión del agua lo afrontamos como un aspecto clave, estratégico y vital para el éxito de este proyecto.
¿Y qué medidas concretas adoptan para que la gestión del agua sea segura?
En este momento en el perímetro de la mina hay dos cortas a cielo abierto de operaciones anteriores, Los Frailes y Aznalcóllar, ésta última acumula 14 millones de metros cúbicos de agua de contacto con metales y está circundada por escombreras abandonadas en 2002. El proyecto incluye la depuración total de ese agua con la construcción de una planta de tratamiento moderna e innovadora que acapara la mayor inversión del proyecto, dado que tanto esta infraestructura como el resto de los activos destina-dos a la gestión hidráulica reciben un desembolso de 60 millones, y será acometida por una compañía líder del sector. Junto a la depuración total, se toman diversas medidas para evitar que se vuelvan a generar nuevas aguas de contacto en la zona, como el sellado total de la corta de Aznalcóllar con material impermeable (para evitar la contaminación con el contacto de los antiguos pasivos mineros), así como una red de infraestructuras que almacena el agua en una nueva balsa en caso de que haya precipitaciones extraordinarias.
También se recupera la cuenca de los arroyos en esta zona (que están modificados por la antigua explotación), con la construcción de una red de canales perimetrales en torno al complejo para que el agua limpia de los afluentes del río Agrio y Los Frailes no se infiltre en las cortas (como ocurre ahora), y sigan así su curso natural. Uno de los aspectos más innovadores es que seremos autosuficientes en relación con el consumo de agua, dado que aprovecharemos las aguas de escorrentía, de infiltración y de drenaje de la mina, previamente depuradas en esta planta de tratamiento (PTA) de nueva construcción. En total, se recirculará más del 83% del agua del proceso, reduciendo al mínimo la presión sobre la cuenca.
La localidad de Aznalcóllar y otros municipios de la zona están esperanzados, ¿qué previsiones de empleo manejan?
A lo largo de sus operaciones generará más de 1.200 empleos fijos directos e indirectos de alta cualificación y otros 800 empleos inducidos, convirtiéndose en una de las actividades industriales más relevantes en la región. La apuesta por el empleo se verá reforzada por el compromiso de impulsar actividades que puedan detonar procesos de desarrollo territorial alternativos, que diversifiquen la economía de la comarca y permita crear oportunidades para fijar la población.