Bienvenidos emprendedores. Es lo que sois los que habéis apostado por este proyecto periodístico y empresarial. La Tribuna de Andalucía estoy seguro de que con tesón, con análisis, con esfuerzo, con perseverancia y con algún que otro disgusto… pero que triunfaréis. Y lo sé porque ese es el espíritu de los autónomos, así es como nacieron los proyectos de los más de medio millón de autónomos que hoy por hoy desarrollan su actividad en esta tierra. Andalucía es tierra de emprendedores, tierra de Autónomos.
Sacar a delante un negocio en este país no es una tarea banal y falta de complicación. Muy al contrario. El autónomo se juega día a día su sustento y su patrimonio.
Y el de su familia. Y en muchas ocasiones da trabajo, uno de cada tres autónomos tiene de uno a cinco trabajadores. Estamos hablando del 90% del tejido productivo español y andaluz, estamos hablando de aportar el 20% del PIB a este país, estamos hablando de un tercio de los cotizantes a la seguridad social.
Pero es más. Los autónomos somos ese colectivo que da un trato cercano, un servicio sincero y exclusivo en todos y cada uno de los pequeños municipios en Andalucía. Somos esa persona implicada que está tras el mostrador de su farmacia de confianza, panadería, quiosco, al volante del taxi… nuestras manos mantienen las tradiciones y crean las novedades, somos los guías que enseñan los monumentos, sanitarios que cuidan de nuestros mayores, las escuelas que cuidan a nuestros niños, los bares de los reencuentros… Sin autónomos, Andalucía no sería la rica comunidad que es.
Y por eso cuesta tanto entender que cada día leamos en la prensa, ese complicado mundo en el que acabáis de entrar, nuevas alocadas propuestas que añaden trabas, pagos, gastos o incertidumbre al día a día de los autónomos.
Una cosa está clara: no es el momento de subir las cotizaciones a los autónomos. No es que lo diga yo, es que es un clamor, sólo hay que querer escuchar la opinión de la economía real, salir un poco a la calle. Hay muchísimo revuelo con la propuesta que el Ministerio de Seguridad ha hecho de reforma del RETA en el que se plantean tramos de cotización y cotizaciones a razón de los “ingresos reales”. Vamos a intentar ser muy didácticos para explicar que esta propuesta no es coherente, pero también quiero empezar diciendo que no es ni mucho menos definitiva.
La propuesta, muy importante este de- talle, es una propuesta no nada definitivo, insisto, del Ministerio de Seguridad Social tiene varias lagunas:
– agencia Tributaria aún no sabe los rendimientos de los autónomos, esa cifra que queda tras pagar impuestos, seguridad social, deducirse gastos… Los hemos exigido para poder rehacer las tablas que se han visto en prensa y tener unas coherentes con la realidad.
– los gastos deducibles no son los mismos para todas las actividades, hay muchos que no pueden deducirse gastos que otros sí, y sin embargo son gastos afec- tos a la actividad.
Pongamos un ejemplo: un fotógrafo. El que tiene estudio se deduce el local, la luz… Pero el que hace bodas no se puede desgravar el combustible, los alojamientos, las comidas, el coche, ni la luz porque es de su casa. En todos los casos son gastos afectos a la actividad pero no se reconocen como tal. En este caso, con la propuesta que se nos presenta, la cotización se haría a razón de la capacidad de deducción de un autónomo, no de sus ingresos reales.
– las subidas propuestas para dos de cada tres autónomos son hasta del 20% para el año que viene. Sin embargo, la propuesta marca una bajada del 4% a los que menos facturan.
– no han explicado qué prestaciones van a tener a los que cotizan por bases de 600€. Si se asegura que la pretensión es arreglar que la pensión de los autónomos sea igual que los cuenta ajena (ahora mismo la media es un 40% más baja) es porque los autónomos cotizan un 40% de media menos. ¿Qué va a quedar con 600€?
Por esto, y por otras muchas cosas, lo que habría que arreglar según ATA y que haría innecesaria la propuesta del ministro es:
– bajar las cotizaciones a los que ganan menos del SMI.
– Que se ‘destope’ la base máxima para los mayores de 47 años, para que puedan elegir cotizar más si quieren, porque ahora está topada en 2.000 euros. Aquellos ganan más y quieren cotizar más, que puedan hacerlo. Muchos de los autónomos cuando llegan a cierta edad no saben que subiéndose esa base mínima, pueden optar después a una pensión mayor. Si esto se explica bien, seguramente muchos de ellos se lo suban.
-Que dejen deducirse los gastos de cotización a los autónomos societarios. Llevará al 66% a cambiar una base superior.
-Que se equipare en los próximos cinco años la base mínima al SMI. Y en la misma proporción que suba para el autónomo societario.
Con estas premisas nos reafirmamos que el sistema presentado de cuotas según “ingresos reales” es meramente recaudatorio. Es una reforma contra los autónomos. Y como hemos demostrado, recaudar, se puede hacer, pero vamos a hacerlo de forma coherente. Con las propuestas de ATA que acabo de exponer se conseguirían 1.000 millones de euros más que con la propuesta del ministro Escrivá.
Y como han avalado muchos sectores ya este incremento de cuotas llevaría a muchos autónomos a una situación muy complica- da, máxime en estos momentos en los que, debido a la pandemia, muchas medianas y pequeñas empresas están al límite. No se nos debe escapar que es un colectivo muy heterogéneo, pero tienen una cosa en común, que el autónomo es el eslabón más débil de la cadena. Un tercio de los autónomos ya tiene su actividad a pleno rendimiento. Es un alivio. Otro tercio está más o menos empezando a notar la normalidad ahora, pero uno de cada tres autónomos, estamos hablando de más de 150.000 personas en Andalucía no facturarán las mismas cantidades que tenían en 2019, hasta muy entrado el año 2023. Los ERTES, los ICO o la Prestación por Cese de Actividad extraordinaria han sido herramientas muy importantes para salvar empresas y trabajadores en pandemia, pero no estamos recuperados del todo, ni mucho menos.
No podemos olvidar que los costes energéticos han aumentado hasta un 40% en los últimos meses, que incrementa a su vez el precio de las materias primas, los portes, etc. Este aumento de gastos se suma a la baja facturación y nos deja en la cuerda floja. En corto y medio plazo de deben priorizar unas medidas para paliar esta situación y no lo son precisamente subidas de cotizaciones.
Lo importante es que se potencie la prestación de ayudas e incentivos para levantar los negocios. Desde ATA animamos a Junta y a todas las administraciones a poner en marcha todos los mecanismos necesarios para que podamos remontar. Un autónomo solvente es una economía fuerte y una región que crece.
Acabo deseándoos, en mi nombre y en el de ATA que tengáis esa pizca de suerte que a veces marca la diferencia y este proyecto que ahora se inicia pronto se consolide.
