“La temporada flamenca empieza antes de las navidades, aunque la visibilidad la tenga después de las mismas y no se materialice hasta que arranca la Feria de Abril”
¿Cuándo empieza en Andalucía la temporada de la moda flamenca?
A nivel empresarial, la temporada de moda flamenca empieza, realmente, antes de navidades. Los diseñadores empiezan a recibir sus primeros encargos antes de finales de año y, por tanto, los distribuidores de tejidos han de proveer a los mismos durante los meses de otoño. En efecto, a pesar de que las colecciones se presentan normalmente en enero; el tiempo que transcurre desde entonces hasta la Feria de Abril de Sevilla, que abre la temporada de ferias, es muy limitado. La confección de los trajes de flamenca, que generalmente están hechos a mano, requiere mucho tiempo de preparación. Es por ello por lo que la temporada flamenca empieza antes de las navidades, aunque la visibilidad la tenga después de las mismas y no se materialice hasta que arranca la Feria de Abril.
Siempre se ha dicho que el traje de flamenca es el único traje regional que sigue modas ¿Considera que la moda ha evolucionado a un ritmo diferente en la actualidad?
Siempre ha evolucionado a una cadencia similar, tal vez ha habido momentos que ha ido a un ritmo más rápido, más lento, pero, por lo general, se ha mantenido constante. Si echamos la mirada atrás, podemos ver que la moda flamenca de los años 80, caracterizada por cortes a la cadera, muchos volantes pequeños y mangas de farol pequeñas parece que es de una época muy lejana, pero solamente han pasado 30 años.
Ahora sí, en lo que creo que ha dado pasos agigantados es en la practicidad del propio traje y en los tejidos empleados. Por un lado, las mujeres están optando por ir, ante todo, cómodas a las ferias y romerías. Por otro lado, los diseñadores han arriesgado por ampliar el abanico de telas. Ya no vemos solo popelín, sino que podemos ver otros tejidos, impensables hace 10 años, como aquellos de punto de seda, que tienen una caída espectacular, no pesan y se adaptan a la perfección a todos los tipos de cuerpo. En mi caso, por ejemplo, para la Feria de Sevilla de este año voy a llevar un neopreno muy fino.
Usted es la promotora de We Love Flamenco, un salón flamenco que se celebra en Andalucía todos los años ¿Cómo es la acogida de la gente?
We Love Flamenco es una pasarela que celebramos en el Hotel Alfonso XIII y con la que pretendemos mostrar las nuevas colecciones de moda flamenca. Está pensada con una doble finalidad para el público que acude a los desfiles: por un lado, si eres clienta de un diseñador en concreto, y eres fiel a él, puedes elegir el traje o trajes que vas a comprar de esa colección; y, por otra parte, para inspirar a aquellas personas que acuden a otras vías para confeccionarse los trajes de flamenca. Al final, sigue habiendo mucha costumbre de costura en casa no profesional, pero que es igual de lícita.
“Por un lado, las mujeres están optando por ir, ante todo, cómodas a las ferias y romerías. Por otro lado, los diseñadores han arriesgado por ampliar el abanico de telas”
Hay diseñadores muy consolidados en la moda flamenca, pero ¿diría que hay una buena cantera?
Sin duda, sin cantera de jóvenes diseñadores, la moda flamenca estaría destinada a la muerte. Además, nos van a sorprender, y mucho, nuevos nombres. En We Love Flamenco apostamos por los jóvenes diseñadores y por esta razón, organizamos el concurso de noveles cuyas bases lanzamos con 6 meses de antelación. Este certamen tiene mucha acogida y puedo asegurar que son más de un centenar de bocetos de jóvenes diseñadores los que nos llegan. A día de hoy, 11 años después de nuestra primera edición, hay más de una decena de ganadores de este certamen que ya son profesionales, como es el caso de Ventura, que tiene muy consolidado su nombre, su tienda, su taller y sus clientas. Además, personalmente apuesto por jóvenes promesas y opto por alternar diseños profesionales con el de ellos para vestirme en la Feria de Abril. Al final, como directora de We Love Flamenco, tengo la visibilidad y, por suerte, el escaparate para mostrar los diseños de estos jóvenes talentos.
¿Cómo se ve la moda flamenca desde fuera de Andalucía?
Tengo que reconocer que la moda flamenca está mejor valorada y tiene más reconocimiento fuera que dentro de nuestras fronteras. Lo mismo nos pasa con prácticamente todo lo que hacemos. La estética de un real de feria o de un camino de El Rocío para el extranjero constituye una imagen tan impactante, tan moderna y a la vez tan conservadora, que es muy atrayente. En estas fechas de primavera conviven en Sevilla nuestras dos fiestas tradicionales más importantes, la Semana Santa y la Feria de Abril, y en torno a ambas hay un sinfín de comercios y actividades que dejan con la boca abierta a todo aquel que pasea por nuestras calles. Asimismo, no podemos olvidar que son numerosos los diseñadores internacionales que se inspiran en el mundo del toro. En efecto, son numerosas las casas de alta costura que se documentan en nuestra cultura y cogen ideas para reproducirlas en sus colecciones.
Y para el tejido industrial de Andalucía, ¿qué supone no solo la moda flamenca, sino la moda andaluza?
La verdad es que no hay datos actuales sobre cuál es el impacto de la moda andaluza en el PIB de la comunidad. Si podemos estimar que es alto por todo el movimiento que existe, pero es cierto que es un sector que no tiene el reconocimiento que se merece y que, por ello, no se analiza. Por ejemplo Fuente Palmera (Córdoba) cuenta con una industria nupcial mundial, en la que se fabrican más de 30.000 trajes de novia al año. Por su parte, Málaga prácticamente concentra la moda infantil nacional. O, por ejemplo, Silbon es una empresa textil masculina con un potencial enorme y que tiene ya 2 tiendas en París.
La moda ha sufrido mucho en estos últimos años, sobre todo la moda flamenca por la paralización de todas las ferias y festejos ¿Cómo se ha sobrellevado eso?
En mi caso, he vivido muy de cerca la situación desde los dos lados: desde el lado de la organización de eventos y desde el lado de los diseñadores. Han sido dos años muy duros, en los que ha habido miedo y muy pocas soluciones para la caída libre del sector de moda flamenca. Al final, el sector no está suscrito a ningún epígrafe que le ampare, por lo que la única vía que teníamos los que nos dedicábamos a este mundo era unir nuestras fuerzas y luchar por tener un respaldo desde la administración pública ante situaciones como la vivida.
Actualmente, parece que nos hemos recuperado. Ya en 2022, a pesar de la incertidumbre que se respiraba durante la edición de We Love Flamenco porque todavía no se conocía si se iban a celebrar las ferias y romerías, los negocios se desbordaron. El número de encargos fue muy alto e, incluso, las telas se agotaron como un mes y medio antes de la Feria de Abril. Tal vez no se recuperaron los 2 años perdidos, pero motivó al sector y, bueno, este año pinta un poco parecido. Hay ganas de vivir, disfrutar y de vestirse de flamenca en el real.
