En los últimos cuatro años nuestro mundo ha cambiado, y mucho, aunque no seamos totalmente conscientes de ello. Nuestras vidas están marcadas por un antes y un después, el de la pandemia del covid de 2020. En mayor o en menor medida, esta terrible enfermedad hizo mella en nosotros sobre todo en un aspecto: queremos tener mejor calidad de vida.
Se dice que cuando pierdes algo aprendes a apreciar su valor. El encerrarnos en casa durante tres meses nos hizo darnos de bruces con una realidad inherente al ser vivo, necesitamos tener buena salud.
Esta teoría se ha visto reflejada en un mayor interés de los ciudadanos por cuidarse, no solo desde el punto de vista médico, sino también del ejercicio físico y de la estética. Estar bien, sentirse bien y tener buena apariencia física nos preocupa y mucho, como constatan las redes sociales.
El aumento de la demanda de procesos estéticos y sanitarios lleva consigo un importante desarrollo del sector en el que, una vez más, la Ingeniería juega un papel clave en su desarrollo. Muchas personas se sorprenden cuando descubren que los hospitales cuentan con ingenieros en sus plantillas.
Rayos X, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas, y ultrasonidos, equipos de radioterapia para el tratamiento del cáncer, ventiladores para soporte respiratorio, máquinas de diálisis para pacientes renales, marcapasos, bombas de insulina, stents coronarios, y prótesis de extremidades, … detrás de todos estos ejemplos de avances médicos que han cambiado el tratamiento de miles de pacientes hay un ingeniero.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer la labor que realiza el equipo del Servicio de Diseño Asistido por Computador e Impresión 3D en Hospital Universitario Virgen del Rocío/ IBIS. Gorka Gómez, ingeniero experto en impresión 3D y responsable técnico de este servicio, explicaba cómo en varias horas pueden diseñar órganos con los que los cirujanos ensayan operaciones de alto riesgo. Todo un éxito de la ingeniería y la medicina.
Otro ejemplo de esfuerzo por aunar tecnología y salud es la labor de la Asociación Técnica de Ingenieros del Servicio Andaluz de Salud-ATISAS. Se trata de una asociación profesional que trabaja por mejorar la labor del Sistema Sanitario Público de Andalucía potenciando su vertiente tecnológica. Estos ingenieros desempeñaron un papel crucial durante la pandemia del covid-19 velando por el correcto funcionamiento de todos los servicios tecnológicos de los hospitales andaluces. Un modelo a seguir que reconocimos en el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla al nombrarles Colegiados de Honor en el año 2020.
En el ámbito de la salud puede englobarse también el deportivo. En plena temporada olímpica podemos comprobar como la digitalización del deporte es ya una realidad. La tecnología no solo contribuye a mejorar la precisión en las mediciones o la experiencia del espectador en las retransmisiones, cada vez más espectaculares por cierto, también potencia el rendimiento de los atletas.
La clave está en el gran desarrollo que se está realizando de la biomecánica. Se trata de la aplicación de los principios de la ingeniería en el estudio del movimiento humano, lo que permite identificar la mejor técnica para cada deporte y conseguir así reducir el riesgo de lesiones. Lanzamiento, salto, carrera, … todos estos movimientos son monitorizados ayudando a potenciar el talento del deportista y, a su vez, su seguridad.
En este punto, la seguridad, la ingeniería ha avanzado enormemente en las últimas décadas. Podemos hacer mención del diseño de equipos de protección, pero también al desarrollo de simulaciones y pruebas de choque para mejorar la seguridad de los equipos y minimizar el riesgo de lesiones. Esta apuesta por la tecnología es patente en deportes de motor, como la Fórmula 1, pero también en pruebas atléticas, donde se emplean técnicas punteras para estudiar aspectos tan específicos como la pisada de los deportistas para desarrollar el calzado más adecuado. El gran campeón del tenis mundial, Rafael Nadal, lo ha confesado en más de una ocasión, que gracias al calzado que le desarrollaron a medida en Nike ha podido tener una carrera profesional cargada de éxitos.
Y es que la ingeniería también está detrás del diseño y desarrollo de equipamiento deportivo y de la aplicación de materiales avanzados, como, por ejemplo, las fibras de carbono y los polímeros avanzados, que permiten crear equipamientos más eficientes y duraderos.
Los deportistas de ahora entrenan en simuladores y entornos de realidad virtual permitiéndoles desarrollar su actividad en condiciones controladas y monitorizando en todo momento sus condiciones físicas. Se trata de herramientas de análisis de datos y software especializado que permiten ajustar las estrategias de entrenamiento.
Esta tecnología que nos puede parecer lejana no lo es tal. Basta con mirarnos la muñeca, muchos utilizamos relojes inteligentes que nos informan sobre nuestras constantes vitales y movimientos.
También es frecuente, sobre todo desde el año 2020, ver a adultos con tratamientos de ortodoncia invisibles. Alentados por el uso de mascarillas durante la pandemia, este tipo de correctores dentales ha sufrido todo un boom. Se trata de un elemento de ortodoncia estética sencillo, pero detrás del que también se esconde la ingeniería.
Desarrollo de materiales, escaneados bocales, diseño de prótesis dentales, … en este apartado médico-estético hay patente una gran evolución tecnológica. Como realmente lo hay detrás del ámbito de la belleza y la estética.
El uso de diversos tipos de láser para la corrección de problemas oculares, para eliminar el vello, rejuvenecer de la piel, o para tratar manchas y cicatrices, es algo ya elemental en muchas clínicas. Como también lo son la radiofrecuencia y los ultrasonidos, tecnologías utilizadas, por ejemplo, para tratamientos de reafirmación de la piel y la reducción de celulitis. La llamada “aparatología” ofrece resultados fiables y cada día a precios más democráticos.
En este ámbito debemos englobar a la medicina estética, en este caso, la bioimpresión 3D está registrando resultados asombrosos en creación de estructuras biológicas, como piel artificial, que pueden ser utilizadas en tratamientos reconstructivos.
Aquí está marcando un punto y apare el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el primero en obtener la autorización de la Agencia Española del Medicamento para usar piel artificial como tratamiento en personas quemadas. Todo un hito sanitario que reconocer y aplaudir.
En definitiva, la ingeniería guarda una estrecha vinculación con el ámbito de la salud. Su evolución y desarrollo está íntimamente ligado a la mejora de nuestra calidad de vida. Podemos decir, sin tapujos, que apostar por la innovación es apostar por un mundo más saludable.