“Nunca me hubiera imaginado que como presidente de la Junta de Andalucía iba a tener que enfrentarme a una pandemia de estas características. Pero no he perdido ni un solo minuto en lamentaciones”
Este es el primer número en papel de Tribuna de Andalucía, que nace con la vocación de mostrar el tejido económico y empresarial de esta comunidad que usted preside. A su juicio ¿en qué punto se encuentra ahora mismo la economía andaluza?
En primer lugar quiero dar la enhorabuena a Tribuna de Andalucía que está iniciando su camino que estoy seguro estará lleno de éxitos. Siempre es una buena noticia el nacimiento de un medios de comunicación y en este caso es para mí un motivo de satisfacción el hecho de que sea eminentemente andaluz. Respecto a la pregunta que me formula, el Gobierno del Cambio ha puesto en marcha una agenda reformista que ya está dando sus frutos. No lo decimos nosotros, lo dicen los datos y es que esta comunidad, según los últimos la EPA, no sólo ha liderado en España el aumento del empleo en 2021, sino también la creación de empleo y la bajada de paro en el último trimestre. A ello se suma que el PIB andaluz ha subido un 6,1% en el cuatro trimestre, situándose nueve décimas por encima de la media española, que Andalucía es líder en número de autónomos y la tercera comunidad que más aumenta su afiliación a la Seguridad Social.
Son datos que apuntan al optimismo, pero no nos conformamos y queremos ir a más. Queremos que Andalucía sea una verdadera locomotora económica y social y trabajaremos sin descanso para conseguirlo. Esta comunidad cuenta con un enorme potencial y por eso queremos que ocupe el lugar que le corresponde y que los andaluces se merecen.
Andalucía ha tenido que cargar durante parte de su historia con estereotipos muy marcados que han afectado negativamente por ejemplo a la inver- sión exterior, nacional e internacional. ¿Eso ha cambiado?
Afortunadamente, lo ha hecho. Estas reformas que hemos emprendido han sido, sin duda, un acicate y un estímulo para que muchas empresas se hayan animado y hayan decidido invertir en Andalucía. Hemos adoptado medidas removiendo los obstáculos que hasta ahora frenaban el empuje de empresarios, emprendedores y autónomos y dándoles facilidades para que elijan esta comunidad para invertir y establecer sus negocios.
Ahora Andalucía es sinónimo de estabilidad, de confianza, de gestión, de eficacia, de eficiencia, de transparencia… y todo ello ha hecho que algunas empresas que tenían dudas en invertir y asentar sus sedes aquí lo estén haciendo. Son muchos los ejemplos a destacar como es el caso de Vodafone, Google, Cepsa, Heineken, Iberdrola….
Además, estamos impulsando una transformación digital de Andalucía, sin precedentes, atrayendo inversiones punteras.
Fueron muchas las empresas que con gobiernos anteriores tuvieron que huir por presiones administrativas, por la elevada presión fiscal o por la burocracia existente, pero este Gobierno está dando pasos de gigante para cambiar la inercia que colapsaba la economía.
Andalucía está rompiendo estereotipos en esta Legislatura.
¿Es realmente Andalucía la comunidad de España dónde menos impuestos se pagan actualmente?
En Andalucía hemos bajado los impuestos en 2019, en 2020, en 2021 y ya hemos empezado el año haciéndolo de nuevo. Esta comunidad ha pasado de ser un infierno fiscal a estar entre las cinco comunidades autónomas con menos impuestos, algo que claramente se traduce en bienestar, progreso y empleo. La bajada de impuestos es una seña de identidad del cambio político en Andalucía.
No nos cabe duda de que, si dejamos el dinero en el bolsillo de los ciudadanos, incentivaremos el consumo y reactivaremos la economía. De hecho, en Andalucía se han bajado los impuestos y aun así se ha producido un aumento de los ingresos.
El impacto positivo de la reforma fiscal sobre los ingresos Andalucía contabiliza más de 280.000 nuevos contribuyentes en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en el conjunto de los ejercicios 2019 y 2020, periodo en el que se ha incrementado la recaudación en este impuesto en más de 850 millones de euros. Por lo tanto, se puede crecer económicamente sin tener la necesidad de subir los impuestos a los ciudadanos y a las empresas.
La última bajada masiva de impuestos que entró en vigor el pasado 1 de enero incluye, entre otras mejoras, la bajada y bonificación de todas las herencias y la reducción de los impuestos que gravan la compraventa de viviendas. Tenemos dos objetivos claros: impulsar y reactivar el empleo y aliviar a los ciudadanos la carga fiscal en el acceso a la vivienda propiciando el consumo interno.
La simplificación administrativa parece ser uno de los puntos clave de su mandato. ¿Qué se encontró al llegar para que haya decidido volcar tanto esfuerzo en este asunto?
En el Gobierno andaluz nos marcamos desde un principio como prioridad acabar con la yincana interminable que tenía que soportar tanto el tejido productivo andaluz como los inversores que eran reacios a poner su foco en esta comunidad.
Teníamos claro que era esencial dar un impulso definitivo para acabar con las duplicidades y las trabas administrativas innecesarias que durante años han frenado inversiones, proyectos, riqueza y empleo.
No se trata de ponerle dificultades y complicaciones a las empresas, a los emprendedores ni a los ciudadanos, sino todo lo contrario, de facilitarles cualquier gestión o trámite que tengan que realizar lo máximo posible.
El Decreto-ley por el que se adoptan medidas de simplificación administrativa y mejora de la calidad regulatoria para la actividad económica supone un nuevo plan de reducción de trabas que hace que Andalucía sea la comunidad autónoma en España con menos burocracia para impulsar la economía, sin perder en ningún momento la seguridad jurídica.
Este modifica 300 procedimientos administrativos que afectan a 80 normativas de todas las políticas públicas y el objetivo no es otro que convertir a Andalucía en la mejor opción de este país para invertir, abrir una empresa y crear un proyecto de futuro.
Las normas que se agilizan y descargan de trámites afectarán a distintos aspectos como la vivienda protegida, el desarrollo urbanístico, el sector agroalimentario, las grandes superficies comerciales o el turismo, entre otros.
En definitiva, una transformación para reducir trabas administrativas innecesarias y dar un impulso a la dinamización empresarial y a la reactivación económica que tanta falta hace tras la pandemia de la Covid-19.
Le ha tocado ser el presidente en medio de una pandemia. ¿No cree real- mente que ha tenido muy mala suerte?
Nunca me hubiera imaginado que como presidente de la Junta de Andalucía iba a tener que enfrentarme a una pandemia de estas características.
Pero no he perdido ni un solo minuto en la- mentaciones. Las cosas vienen como vienen, se aceptan y se trabaja por intentar hacerlo lo mejor posible. Y así lo hemos hecho durante estos dos años de pandemia. No ha sido una Legislatura fácil, desde luego.
La pandemia de la Covid-19 nos ha puesto nuestro día a día del revés. Teníamos muchos planes que se han tenido que ver paralizados porque lo importante y lo que estaba por encima de todo era salvar vidas humanas. Aun así, son muchas personas las que han perdido a sus familiares, amigos, compañeros…y ello ha supuesto un daño irreparable.
Cada decisión que hemos tomado lo hemos hecho pensado siempre en cuidar y preservar la vida de los andaluces, pero era importante hacerlo estableciendo un fino equilibrio e intentando salvar la economía.
El Gobierno andaluz lo ha dado todo en estos meses para hacer frente a la pandemia, hemos trabajado sin descanso y seguimos haciéndolo para que Andalucía logre la recuperación y la reactivación económica y social que tanto necesita tras las consecuencias que ha ocasionado la Covid-19.
Ahora que estamos saliendo de la tercera ola podemos mirar al futuro con optimismo. Las vacunas han jugado un papel clave para poder frenar esta pandemia, pero debemos seguir siendo prudentes porque el virus sigue entre nosotros.
Dígame, ¿qué le hubiera gustado hacer en esta legislatura que ya sabe que no va a poder hacerlo?
Como le decía, la pandemia ha trastocado en parte los planes que teníamos previstos para esta Legislatura, pero aun así no hemos parado de poner en marcha iniciativas y proyectos en nuestra comunidad autónoma. Todo el Gobierno andaluz ha hecho un trabajo titánico y ha dado lo mejor de sí mismo, duplicando esfuerzos, para que esta comunidad siguiera avanzando y no quedara paralizada. Y lo hemos conseguido.
Creo que debemos aprovechar las oportunidades que incluso situaciones difíciles como la pandemia nos ofrecen.
Me hubiera gustado haber podido aprobar los presupuestos para el 2022 porque eran unas cuentas decisivas para afrontar la reactivación económica y, además supondría una inyección de más de 1.000 millones de euros para la Sanidad Pública y eso se traduce en una mejor atención sanitaria para todos los andaluces. He echado de menos altura de miras y que la oposición no haya arrimado el hombro en este asunto en un momento trascendental como éste.
Aun así, nos queda mucho por hacer. Tenemos la ilusión, las ganas, los proyectos y las ideas para hacer que Andalucía siga recorriendo el camino correcto.
Y de lo que ha hecho ¿de qué se siente más orgulloso?
De los andaluces y de cómo han respondido ante la pandemia, de su coraje, confianza y ambición por salir adelante juntos. Pero si hablamos de las medidas del Gobierno andaluz son muchas las iniciativas importantes a las que le hemos dado luz verde en lo que llevamos de Legislatura. Pero quizás si tuviera que enumerar alguna de ellas, una, sin duda, sería la simplificación administrativa a la que me he referido antes y otra la bajada de impuestos.
Esta última fue una promesa en campaña electoral y un cumplimiento estando al frente del Gobierno andaluz. Una bajada que contribuye a hacer una Andalucía más justa y favorece que ésta sea una comunidad más atractiva para la inversión. Una bajada que favorece a los andaluces que más lo necesitan, a los más vulnerables y a las clases medias.
Pero quiero detenerme también en algo que considero importante y es el cambio de imagen que ha dado Andalucía. Esta comunidad durante muchos años ha estado asociada lamentablemente a casos de corrupción que no han hecho otra cosa que dañar la marca Andalucía, algo que ha cambiado con el actual Gobierno.
Ahora cuando hablamos de Andalucía hablamos de gestión, de bajada de impuestos, de medidas de reactivación, de apuesta por la Sanidad, por la Educación y por las Políticas Sociales, hablamos de datos económicos positivos, de creación de empleo, de progreso, de futuro….
La regeneración, la transparencia y la racionalización son pilares esenciales que rigen la gestión de este Gobierno y ello queda demostrado en la puesta en marcha de medidas como la Ley contra el fraude y la corrupción, la Oficina contra el fraude y la corrupción y protección de la persona denunciante, el desarrollo de la Ley de Transparencia, el visor de presupuestos, el buscador de ofertas públicas de empleo, el Código del Buen Gobierno o la Ley de Evaluación de Políticas Públicas.
Tampoco quiero pasar por alto la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) que es palanca de cambio para Andalucía, ya que acelerará los mecanismos para la recuperación económi- ca y la generación de empleo. La LISTA hará de nuestra tierra un espacio más próspero y respetuoso con el medio ambiente y va a permitir el desarrollo de proyectos que darán lugar a más oportunidades para la economía y el empleo en los municipios andaluces.
No le voy a preguntar por la fecha de las elecciones porque se lo preguntan todos los días. Pero dígame, siendo realista, ¿qué escenario es el que más le gusta para la convocatoria electoral y en cuanto al resultado de la misma?
Mi intención como ya en dicho en muchas ocasiones es agotar la Legislatura. Creo que estamos en un momento importante. Todo apunta a que estamos dejando atrás la pandemia y debemos aunar nuestros esfuerzos en trabajar todos a una por conseguir reactivar económica y socialmente nuestra comunidad.
Hay partidos que sólo piensan en clave interna y que miran únicamente por sus intereses electoralistas. Yo estoy centrado en Andalucía y en los andaluces y tomaré siempre una decisión pensando en ellos por encima de cualquier cosa, por encima de siglas o de intereses personales.
Pero soy realista y si la oposición comienza a bloquear las iniciativas y no deja que salgan adelante los proyectos que son importantes para esta comunidad me veré obligado a convocar elecciones.
No podemos estar con un Parlamento que lejos de buscar soluciones a los problemas está obsesionado con las elecciones y todo el día con la calculadora electoral en la mano. Si el Parlamento se convierte en un elemento de hostilidad me veré obligado a convocarlas.
En cuanto al resultado, no tengo otra idea en la que cabeza que no sea la de aspirar a tener una mayoría suficiente que me permita gobernar en solitario.
