Casares, con su distintiva silueta de pueblo blanco y su rica historia, representa un tesoro de autenticidad, ¿cómo equilibra el Ayuntamiento la necesidad de desarrollar el turismo para generar prosperidad económica con la preservación de la esencia y calidad de vida del pueblo?
Casares es uno de los pueblos más bellos de Andalucía, y tiene un significado muy especial para quienes vivimos aquí. Su orografía y estructura hacen que, en ocasiones, esa belleza esté reñida con la comodidad del día a día para nuestros vecinos.
Por eso, desde el Ayuntamiento trabajamos de la mano de las peticiones y necesidades ciudadanas, implementando servicios que mejoren la calidad de vida y hagan de Casares un lugar especial para vivir. Nos gusta gobernar desde la cercanía y lo esencial, para garantizar una buena convivencia y un entorno habitable para todos.
Contamos con una carta de servicios muy singular. Uno de los más emblemáticos es el comedor social, que garantiza una comida diaria a todas las personas que lo solicitan, y permite facilitar la conciliación familiar. También ofrecemos un servicio de traslado al centro de salud, para cubrir cualquier necesidad sociosanitaria.
Una de las últimas mejoras fue la incorporación de un segundo buggy eléctrico para facilitar la movilidad en el entorno del castillo, especialmente para personas mayores. Esto ha permitido que puedan hacer la compra, tomar un café o visitar a un familiar sin que la pendiente del pueblo sea una barrera.
En cuanto al perfil del visitante, ¿qué tipo de turista quieren atraer? Imagino que buscan un público que valore su patrimonio cultural, natural y ritmo de vida.
El turista que visita Casares es una persona que valora esos aspectos. Nuestro pueblo recibe visitantes durante todo el año, incluso entre semana, no solo en fines de semana o festivos. Esto se debe a su enclave privilegiado, la belleza de su configuración urbana y la naturaleza que lo rodea.
Además, contamos con una agenda cultural, deportiva y de ocio muy activa durante todo el año, con actividades mensuales que muchas veces tienen un fuerte componente cultural e identitario. Casares representa muy bien los valores del andalucismo, impregnado por la figura de Blas Infante, el padre de la patria andaluza. Su legado se respira en nuestras calles, en nuestras costumbres y en las actividades que organizamos. Y eso es algo que resulta muy atractivo para muchos visitantes.
¿Existen nuevos proyectos para mejorar las infraestructuras culturales?
Sí, y uno de los más importantes está a punto de ver la luz: la reinauguración de la Casa Natal de Blas Infante.
Este espacio ha sido rediseñado de forma innovadora, con salas interactivas y una museografía pensada para transmitir el significado profundo que Blas Infante y el andalucismo tienen para nuestra tierra. Queremos que quienes nos visiten se impregnen de su vida, obra y de la influencia que Casares tuvo en su pensamiento y en el proyecto andaluz.
¿Cuáles son los objetivos a largo plazo en términos turísticos para Casares?
Nuestro objetivo es seguir desarrollando una oferta turística diferenciada, basada en el entorno, el patrimonio y la identidad de Casares.
Aunque en la costa se está produciendo un importante desarrollo hotelero; con tres grandes hoteles previstos para abrir en los próximos dos años en Casares Costa; queremos que la oferta turística no se base únicamente en el modelo de sol y playa.
Lo más destacable de Casares es su patrimonio cultural y su entorno medioambiental. Espacios como los Baños de la Hedionda, con una carga histórica muy relevante, o los restos romanos de Lacipo, que celebran ahora un aniversario importante, son testigos del papel de Casares en el desarrollo del territorio.
También desarrollamos iniciativas como las “rutas con historia”, que recuperamos especialmente en verano, o actividades culturales en la Torre de la Sal, donde este verano habrá exposiciones para mostrar este enclave desde dentro, una experiencia inédita hasta ahora.
Además, contamos con un conjunto histórico-artístico presidido por el castillo, desde donde se puede ver no solo el litoral, sino también el Peñón de Gibraltar e incluso África en los días claros.
¿Qué otros elementos diferenciales destacarían?
La belleza de nuestras calles encaladas, la estructura escalonada del pueblo blanco en la montaña, y una gastronomía singular basada en productos locales, como el chivo, el queso o el pan, hacen de Casares un destino con alma.
Queremos que quien nos visite no solo vea un lugar bonito, sino que sienta Casares desde dentro.
Y sin duda, otro de los grandes puntos fuertes de nuestra localidad es su entorno natural.
Contamos con un término municipal amplísimo y de un valor ambiental incalculable, con parajes únicos como Sierra Bermeja, Sierra Crestellina o el macizo de la Utrera.
Un entorno privilegiado que no solo debemos proteger, sino también disfrutar, ya que permite realizar numerosas actividades deportivas y de ocio en pleno contacto con la naturaleza.