¿Cuál es la principal actividad que desarrollan desde Peláez Renovables?
Peláez Renovables es una empresa especializada en la valorización de hueso de aceituna de nuestro bosque andaluz. Ponemos en valor el subproducto del olivar, como es el hueso de aceituna, para su aprovechamiento como biocombustible sólido para la obtención de energía térmica. Hablamos de un proyecto nacido en el 2013, por lo que este año cumple su primera década satisfactoriamente.
Nos basamos en una política verde, de economía circular y de reducción de emisiones, porque comercializamos un combustible limpio, así como de reducción de huella de carbono, porque tenemos un producto de calidad certificada en el que se obtiene una eficiencia de más del 90% en la reducción de gases de efecto invernadero. Al ser una entidad certificada con la calidad Biomasud A1, en nuestras auditorías anuales se registra todo el producto de calidad que hemos comercializado y con una trazabilidad precisa se calculan los gases de efecto invernadero, los cuales los hemos reducido con una adecuada logística.
La biomasa tiene un potencial de crecimiento extraordinario porque soluciona dos problemas a la vez: la gestión de residuos con gran impacto medioambiental y la producción de energía. ¿Cuál es su situación actual en el mercado?
Está en pleno crecimiento, lo que sucede es que venimos de unas campañas atípicas en las que hemos tenido una caída de la producción importante y eso ha provocado que, ante la fuerte demanda, los precios hayan sido muy elevados. También, con la situación bélica entre Rusia y Ucrania se han cerrado las relaciones comerciales con estos países que son número 1 en exportación de pellets, se supuso que iba a haber un desabastecimiento a nivel europeo y creció fuertemente la demanda en la campaña pasada, que fue entre octubre y marzo.
Lo que está claro es que la biomasa ha venido para quedarse, que hay un crecimiento exponencial, que tiene un gran impacto en el empleo y de fijación de la población al territorio extraordinaria. Nosotros, desde Jaén capital, donde tenemos instalada nuestra planta, venimos promoviendo desde hace 10 años la puesta en valor de este subproducto que se genera en la obtención del aceite de oliva en nuestra provincia y nuestra comunidad autónoma.
¿Qué papel juega la biomasa en la transición energética?
Es una de las patas importantes. Cuando hablamos de transición energética acudimos a energías alternativas como puede ser la eólica o la fotovoltaica y la biomasa es una pata más de los puntos en valor para una transición energética.
¿Es la biomasa una alternativa para sustituir a otros combustibles?
Por supuesto. En primer lugar, a los combustibles fósiles. Un 2,1 kg de Piropel® Biomasud A1 equivale a 1 litro de gasóleo. Teniendo en cuenta el precio al que ha estado el carburante, nosotros hemos sido muy competitivos, siendo una alternativa que ofrece un ahorro de entre el 60% y el 70%.
Ahora las circunstancias son otras ante la cambiante situación, pues hemos tenido muy poca producción y los precios de los biocombustibles han crecido, pero tenderán a estabilizarse.
¿Cuáles son vuestros principales clientes?
El sector terciario y la industria son los principales, y una parte importante a la que fue dirigida nuestra producción el año pasado fueron las exportaciones, que supusieron el 40% del producto comercializado.
¿Hacia dónde dirigen vuestras exportaciones?
Reino Unido, Francia, Bélgica e Italia.
¿Cómo ve el futuro de Peláez Renovables?
En una curva ascendente, con un crecimiento sostenido en torno a un 15% anual y con una gran cabida en esta revolución energética que hoy nos ocupa
