¿Cómo ha cambiado el mercado del EPS desde los inicios de Polisur y cómo se ha adaptado la compañía a esos cambios?
Nuestra empresa inició su actividad hace aproximadamente cuarenta años, dedicándose a la fabricación de envases de EPS para el sector pesquero. Poco después ampliamos nuestra producción con semilleros para agricultura y envases para helados.
Con la entrada de España en la Comunidad Europea, experimentamos una fuerte expansión gracias al auge del sector electrónico, fabricando protectores para ordenadores, impresoras y televisores para compañías como Alcatel o Poyín Sur. La posterior deslocalización industrial hacia Europa del Este y Asia nos llevó a apostar por la diversificación.
Mantuvimos nuestra presencia en alimentación, pesca y agricultura, incorporando nuevas líneas en construcción (bovedillas y forjados reticulares), refrigeración y suelo radiante, lo que nos permitió consolidar el crecimiento.
A lo largo de estas cuatro décadas, nuestra trayectoria se ha definido por la innovación, la investigación y la adaptación al mercado, manteniendo activas nuestras líneas tradicionales y un catálogo renovado con más de doscientos productos.
¿Considera que la clave del éxito de la empresa ha sido su capacidad para innovar y adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado, identificando nuevas oportunidades allí donde existían carencias o demandas no cubiertas?
Efectivamente, el sector del plástico es extremadamente dinámico. Los productos que hoy tienen una gran demanda pueden quedar obsoletos en apenas tres años, sustituidos por nuevas soluciones. Por ello, es fundamental mantener una actitud constante de innovación y desarrollo, lanzando productos que permitan compensar las caídas que se producen en otros segmentos.
Por ejemplo, en el ámbito pesquero ha disminuido la demanda progresivamente, mientras que en la agricultura se ha incrementado. Esto nos obliga a ajustar la producción, potenciando las líneas agrícolas y reduciendo las destinadas a la pesca. En definitiva, es necesario analizar continuamente el mercado, detectar sus tendencias y decidir si conviene anticiparse, adaptarse o contrarrestarlas mediante el desarrollo de nuevos productos.
¿Qué tipo de tecnologías o procesos industriales emplea Polisur para garantizar la calidad y eficiencia en la fabricación de productos de EPS y PET/PP?
En Polisur contamos con tres plantas de producción especializadas, una dedicada a productos de EPS (porexpán), otra a tarrinas transparentes de PET/PP para fresas, y una tercera destinada a la fabricación de neveras bajo la marca Polarbox.
La planta de EPS destaca por la complejidad de su proceso productivo, que requiere un sistema integral con servicios auxiliares como agua a distintas temperaturas, aire comprimido, vapor, vacío y refrigeración. Para ello, disponemos de calderas de vapor, compresores, bombas de vacío y enfriadoras de agua, entre otros equipos, que garantizan la calidad y eficiencia del proceso.
A diferencia de otros sistemas más simples, como la inyección de plásticos convencionales, la producción de EPS demanda una infraestructura altamente coordinada. Por ello, nuestra planta funciona como un complejo industrial avanzado, orientado a asegurar la máxima estabilidad, eficiencia y uniformidad en la fabricación de envases de porexpán.
Las neveras Polarbox se han convertido en un producto muy popular, incluso utilizadas por grandes marcas como McDonald’s en sus campañas promocionales. ¿Fueron ustedes los creadores originales de este modelo, o surgió a partir de la detección de una necesidad específica del mercado?
Sí, efectivamente, la nevera Polarbox es una creación totalmente original de Polisur, desarrollada por nuestro equipo, desde la idea inicial hasta el producto final. Con más de veinte años de experiencia en la fabricación de neveras de porexpán tradicionales, decidimos evolucionar ese concepto para crear un modelo más moderno, funcional y estéticamente atractivo.
El proceso de desarrollo duró alrededor de un año y medio e incluyó un exhaustivo trabajo de diseño, pruebas térmicas y ajustes de moldes hasta lograr un producto ligero, eficiente y con un diseño distintivo. Utilizamos el porexpán como núcleo aislante, recubierto con una capa plástica ligera y complementado con asas de piel y una amplia gama de colores.
Desde su lanzamiento, la acogida ha sido extraordinaria. La Polarbox se comercializa hoy en más de 120 países y está presente en tiendas emblemáticas como Harrods, Galeries Lafayette, MAC o El Palacio de Hierro. Además, grandes marcas como McDonald’s la han incorporado en sus campañas promocionales.
En definitiva, la Polarbox es un producto 100 % español, concebido, diseñado y fabricado por Polisur, que se ha consolidado como un referente internacional por su innovación, calidad y diseño.
La sostenibilidad ha sido un eje clave en el desarrollo de la Polarbox. ¿Cómo integran en Polisur este compromiso con el medio ambiente en el diseño y fabricación de sus productos, y de qué manera la durabilidad se convierte en un valor diferencial dentro de su estrategia de innovación?
En materia de sostenibilidad, uno de los principales motivos que nos impulsó a desarrollar la Polarbox fue precisamente la búsqueda de un producto más duradero y respetuoso con el medio ambiente.
Las neveras tradicionales de corcho suelen tener una vida útil limitada, de apenas dos o tres años, ya que tienden a romperse con facilidad. Por ello, queríamos que fuera capaz de mantenerse en perfectas condiciones durante más de veinte años. Para ello, diseñamos un modelo resistente, sin bisagras ni componentes susceptibles de deteriorarse, apostando por una estructura sencilla, funcional y prácticamente irrompible.
En definitiva, la Polarbox nació como una alternativa sostenible dentro de nuestro compromiso con la innovación responsable.
¿Qué sectores representan actualmente su principal demanda (alimentario, construcción, agrícola, etc.) y cómo se diferencian sus soluciones para cada uno? ¿Cómo ha evolucionado el perfil del cliente de Polisur en los últimos años?
Actualmente, nuestro principal sector de actividad es el agrícola, especialmente el de los berries (fresa, frambuesa, arándano y mora). En Huelva, principal zona exportadora de Europa, trabajamos estrechamente con los productores, desarrollando envases adaptados a sus necesidades.
Nuestra capacidad de respuesta inmediata es una de nuestras mayores ventajas, gracias al amplio stock de material y a la colaboración constante con nuestros clientes. Hemos desarrollado productos específicos junto a empresas como Mercadona o Fresón de Palos, creando envases personalizados, ligeros y con gran visibilidad del producto.
También impulsamos proyectos propios, como nuevos formatos para arándanos, que ya se están exportando a Marruecos, Egipto y otros países.
El perfil del cliente ha evolucionado notablemente: hoy busca diferenciación e innovación para destacar frente a la competencia. En este contexto, Polisur mantiene su compromiso con la adaptación continua, la calidad y la innovación en el diseño de envases.
¿Cuáles son los principales retos que afrontará Polisur en los próximos años? ¿Y sus objetivos?
Nuestro principal objetivo es continuar creciendo de manera sostenida en todas las áreas de actividad. En el sector de las tarrinas para fresas, registramos un crecimiento del 10 % durante este año, en el área de EPS (porexpán), el incremento se sitúa entre un 6 y un 7 %, y en la línea de neveras, alcanzamos un crecimiento aproximado del 10 al 15 %.
No obstante, no buscamos un crecimiento excesivamente rápido. Preferimos avanzar de forma equilibrada, priorizando la calidad y la eficiencia sobre la velocidad. Cada nuevo producto requiere un proceso riguroso: dominar su fabricación, formar al personal, garantizar la calidad y, sobre todo, cumplir con las expectativas de nuestros clientes. Ese es un compromiso constante para nosotros.
Además, trabajamos bajo las normas ISO, que nos exigen una mejora continua en todos los procesos. En Polisur somos una empresa dinámica, con la innovación como pilar fundamental. Todo el equipo participa activamente en la generación de ideas y propuestas de mejora, lo que constituye una parte esencial de nuestra cultura empresarial.
