La papa que llevas es una empresa sevillana que nace para recuperar una tradición que se estaba perdiendo en la ciudad, las patatas fritas artesanas a perol. ¿Cómo surge esta idea y cuándo empezáis a llevarla a cabo?
Así es, nos dimos cuenta de que en Sevilla había una tradición muy implantada años atrás en la fabricación de patatas fritas de manera artesanal a perol, pero que estaban desapareciendo este tipo de negocios tradicionales de la ciudad, hasta el punto de estar extinguidos casi por completo.
Vimos la posibilidad de recuperar esta tradición con este negocio en el centro de la ciudad, a pesar de la dificultad que conllevaba la apertura en una ubicación tan céntrica que nos exigía el cumplimiento de las normativas medioambientales actuales y que superamos con éxito y pudimos lograrlo.
Comenzamos en 2016, tuvimos una aceptación muy buena, no diría que inesperada, pero sí muy positiva por parte de la ciudad de Sevilla.
¿Cómo trabajan para que la elaboración y la calidad de las patatas sea como la de antaño? ¿Cuál es el proceso de estas patatas fritas artesanas?
Hay una gran diferencia entre las patatas artesanas y las industriales, porque la forma de freírlas requiere, en las artesanas, mucho más de la mano de obra humana, porque las máquinas nos ayudan, pero no son trenes de fritos automatizados que provocan que la patata no tenga nada que ver con la artesana. La patata frita artesana depende mucho del freidor, de la persona que la fríe, y conlleva una fabricación más costosa, porque la forma de elaborarla llevaba más tiempo de fritura, provocando una mayor calidad del producto final.
Además, influye considerablemente, como es lógico, la materia prima. Para este tipo de fritos se utiliza la llamada patata agria, una variedad excepcional y también el aceite de girasol alto oleico, es uno de los mejores para llevar a cabo esta actividad.
Además de las patatas fritas, ¿ofrecen algún otro producto a sus clientes?
Sí, contamos con una freiduría en el centro de Sevilla y, además, de las patatas, ofrecemos tanto almendras fritas saladas, como chicharrones fritos, tan famosos en nuestra ciudad.
¿Es fácil encontrar mano de obra cualificada y trabajadores que sepan hacer este proceso artesanal?
Es uno de los grandes hándicaps que tenemos en el sector, porque el oficio de freidor está prácticamente extinguido, sí tenemos mano de obra especializada, pero es cierto que debido a esta extinción del oficio contamos con una formación interna para poder enseñar e incorporar nuevos trabajadores a nuestra empresa.
Además, en muchos casos esta falta de personal provoca la industrialización del producto por lo que dicha formación interna se hace más necesaria aún.
Tienen un punto de venta físico en el centro de Sevilla y ofrecen también venta online y distribución de sus productos por los diferentes comercios de la ciudad. ¿Cuál es el canal de ventas que más ha triunfado entre sus clientes?
Dada la calidad del producto y la ubicación de nuestra sede en pleno centro de Sevilla, nuestro punto de venta físico se ha ido superando en número de ventas año tras año. Épocas como Semana Santa o Navidad ayudan mucho a esta venta directa, gracias a todas las personas que pasan por nuestro establecimiento.
Actualmente estamos trabajando mucho en el canal de distribución a hostelería, hasta el momento distribuimos en Sevilla capital y parte de la provincia. Realizamos distribución propia, somos nosotros mismos los que realizamos el reparto, lo que hace que el trato con el cliente sea mucho más cercano y permite que llevemos los pedidos prácticamente recién hechos, ya que nuestra forma de trabajar es que una vez que los clientes nos hacen los pedidos, nos ponemos a trabajar para freír las patatas, es decir, producimos sobre pedidos. No contamos con stock ni almacenamiento ni distribuidores que puedan almacenar el producto y repartirlo días más tarde.
Para concluir, ¿cómo ve el futuro de La papa que llevas?
Nuestro plan a medio plazo pasa por seguir con una forma similar de fritura, creemos también que es parte de nuestro sello de identidad. Aunque aumentemos la producción, no podemos cambiar esta forma tan artesana de trabajar.
En cuanto a crecimiento queremos enfocarnos en ampliar puntos de venta propios, nunca nos planteamos realizar una franquicia, porque pensamos que perderíamos parte de nuestra esencia. Además, queremos seguir creciendo con la distribución propia, sobre todo en Andalucía Occidental, en Sevilla, Huelva y Cádiz.
