Iberoquinoa se dedica a la investigación del cultivo de quinoa en territorio andaluz. ¿Cuándo y por qué nació este proyecto?
Este proyecto nace en 2015, cuando ya adquirimos toda la maquinariade producción, aunque la investigación en campo empezó unos años antes. Todo comenzó con mi padre, que era agricultor, tenía contactos y negocios en Perú, conocía el cultivo de allí y vio que se podía adaptar muy bien al campo andaluz como alternativa a los productos que ya sé plantaban aquí.
Se realizaron pruebas, consiguieron seleccionar una variedad, con la que trabajamos actualmente, la tenemos registrada en el Ministerio de Agricultura, y a partir de ahí, construimos todas las instalaciones que nos permiten procesar el grano que cosechamos.
¿Con qué variedad trabajan?
Quinoa Vega rosa.
En concreto, ¿dónde se sitúan?
Nuestras instalaciones están en Antequera, en cuanto al campo, está tenemos diversificado entre Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga, etc.
¿Cuáles son las labores que desempeñan en su día a día?
Una vez que se cosecha el cultivo, concentrado en dos meses, el resto del año se va limpiando, porque el tratamiento es mecánico, lo vamos envasando, fundamentalmente para industria, que es nuestro cliente principal.
En cuanto al trabajo en el campo, realizamos contratos de colaboración con agricultores, ya que como empresa ponemos la semilla y la siembra, y el agricultor pone el terreno y la preparación, realizando el cultivo de forma conjunta. La siembra se suele realizar desde el mes de febrero a finales de enero, la recolección suele ser a partir del mes de julio y agosto, aproximadamente.
Durante este proceso, en el que el agricultor tiene el cultivo, hay una relación constante y estrecha entre Iberoquinoa y el agricultor, hacemos un seguimiento semanal de cada parcela para conseguir el mejor cultivo posible.
Desde el primer momento realizamos un contrato con el agricultor, en el que establecemos el precio de compra del grano y ellos ya tienen todas las condiciones antes de empezar a sembrar el cultivo.
¿Qué balance pueden hacer de este proyecto en suelo andaluz?
Los comienzos fueron difíciles, debido a la gran inversión inicial en maquinaria, además era una industria que aquí no existía, por lo que no tuvimos referentes ni maquinaria adaptada a este tipo de grano.
Ha sido bastante costoso hasta que hemos conseguido controlar totalmente el cultivo y tener clientes fijos y fieles, ha sido un proceso muy laborioso, pero muy gratificante. A día de hoy podemos decir que tenemos todas las variables controladas.
Son pioneros en cultivar el grano de quinoa en Andalucía. ¿Cuáles han sido los principales desafíos a los que se han enfrentado a lo largo de estos años?
Principalmente el desconocimiento del cultivo, incluso en Europa había muy poca normativa, porque no se llevaba a cabo aquí, siempre se compraba a terceros países. Actualmente se está empezando a crear, poco a poco, normativa específica para quinoa.
En el campo es un cultivo que nunca se había desarrollado aquí, por lo que el llegar a la variedad que tenemos registrada como Vega Rosa ha conllevado muchísimo trabajo y dificultad, también en cuanto a elegir los terrenos idóneos y las fechas de cultivo, ha sido complicado, pero, a pesar de todo ello, ahora vemos los resultados, hemos conseguido la mejor variedad de quinoa que existe en este territorio.
El gran desafío en campo ha sido el reconocimiento de la variedad, los agricultores también han tenido que aprender acerca de este cultivo. Somos conscientes de que todavía nos quedan muchos retos por delante, pero los afrontaremos con fortaleza y muchas ganas de trabajar.
Todos los años abrimos algún proceso nuevo de investigación, ya sea de productos fitosanitarios, que nos puedan ayudar en el cultivo, distintas variedades que nos puedan servir para otras zonas, etc.
¿Quiénes son los principales clientes de Iberoquinoa?
Como comentaba anteriormente, a día de hoy, es la gran industria, ya que vendemos a granel, tanto en España como en Europa.
En España tenemos distintos tipos de clientes, algunos de ellos la preparan para platos preparados, otros la envasan para comercializarla directamente en los supermercados.
¿Qué planes de futuro tienen para Iberoquinoa?
Queremos seguir creciendo en campo, en cuanto a colaboradores y productores de quinoa, porque la demanda de producto final también va creciendo, por tanto necesitamos incorporar más colaboradores que produzcan más quinoa.
Sabemos que es un cultivo novedoso en esta zona y que puede costar un poco comprender cómo funciona, pero todos nuestros agricultores están muy satisfechos y repiten temporada tras temporada con nosotros.
En cuanto a fábrica, nuestro objetivo siempre es optimizar la producción, mejorar el proceso para ser mucho más eficientes. Comercialmente tenemos mucha demanda, porque los clientes ya han visto la garantía que ofrecen nuestros productos.
De cara al futuro, también nos gustaría crear nuestra propia marca para comercializarla, ya que contamos con toda la maquinaria necesaria para llevar a cabo el proceso.
