El andaluz Javier Garat, secretario general de Cepesca y presidente de Europêche, presentó ayer ante la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo (PE) el dictamen “Recomendaciones de la sociedad civil para un Pacto Europeo de los Océanos”, aprobado el pasado marzo por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) por abrumadora mayoría, y del que el español también fue ponente. En su intervención en el PE, Garat subrayó la necesidad de que este pacto se construya sobre un enfoque integral que combine la sostenibilidad medioambiental con la competitividad económica y la equidad social.
Garat destacó la gravedad de los desafíos económicos, sociales y medioambientales, interrelacionados, a los que se enfrentan actualmente las comunidades costeras europeas, tales como el Brexit, la guerra en Ucrania o los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, y cómo han impactado en las industrias marítimas, propiciando, por ejemplo, precios más elevados de la energía y las materias primas, y “tensionando al límite la economía azul europea”. A estos factores, hay que agregar, señaló Garat, la creciente carga regulatoria y la burocracia excesiva que lastran la competitividad del sector.
Desde un punto de vista social, Garat advirtió sobre el envejecimiento de la población costera, la migración juvenil y la escasez de mano de obra cualificada como amenazas directas a la viabilidad del tejido socioeconómico de las regiones litorales.
En materia medioambiental, reiteró la necesidad de mantener mares sanos, resilientes y productivos, preservando recursos naturales claves como los caladeros de pesca, y pidió a la Unión Europea (UE) evaluar y revisar sus políticas cuando sea necesario, especialmente en lo que se refiere a la Política Pesquera Común. El CESE considera que el compromiso 30×30 debe implementarse efectivamente, tanto a través de la creación y gestión de áreas marinas protegidas como de otras medidas eficaces de conservación en áreas pesqueras (conocidas como OECM).
Igualmente, Garat expuso que el CESE invita a la implementación de zonas de protección estrictas derivadas de la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad de aquí a 2030, cuando así lo propongan las recomendaciones científicas y subrayó que los cierres deben realizarse caso por caso, considerando las particularidades de cada región y garantizando un equilibrio entre conservación y actividad económica. En este sentido, el dictamen recuerda que el Acuerdo de París (art. 2), señala que estos objetivos deben implementarse de manera que no amenacen la producción de alimentos.
Por lo que se refiere a las principales propuestas del dictamen, Garat enumeró medidas como la simplificación legislativa urgente –reducción del 25% de la carga normativa y del 35% en el caso de las pymes–, el impulso a la inversión e innovación en tecnologías sostenibles, y la creación de una Alianza Industrial para las Cadenas de Valor de la Economía Azul. Asimismo, defendió el refuerzo de la autonomía estratégica de la UE en sectores clave como la alimentación y la energía.
En el ámbito de la pesca y la acuicultura, el ponente abogó por el desarrollo de un Plan de Acción Europeo para los “alimentos azules” antes de 2026, que promueva una dieta saludable con baja huella de carbono y reduzca la dependencia de productos importados no sostenibles. Igualmente, exigió la mejora de los controles a estas importaciones para garantizar una competencia justa y la sostenibilidad global del sector.
En su intervención, Garat respaldó también la reciente creación por parte de la Comisión Europea (CE) de la Asociación para la Transición Energética en pesca y acuicultura, calificándola como una oportunidad para renovar la flota pesquera sobre un modelo más eficiente y sostenible.
En relación con la financiación europea, el Comité insta a un aumento en el FEMPA en el próximo marco presupuestario y que se cree una línea presupuestaria específica para la economía azul en el programa que suceda a Horizonte Europa.
Garat también resaltó la importancia de invertir en el desarrollo de capacidades y competencias específicas para la economía azul y mantener el compromiso de los jóvenes con sus comunidades. La formación y la certificación en los sectores marítimo, recreativo y pesquero deben armonizarse, garantizando el reconocimiento mutuo de los certificados en toda la UE para facilitar la movilidad laboral y mejorar la competitividad del sector.
Respecto a la lucha contra la contaminación y la basura marina, Garat mencionó que el dictamen del CESE recomienda fortalecer la regulación europea frente a fuentes terrestres de contaminación marina, como las descargas industriales y las aguas residuales, que introducen contaminantes orgánicos, químicos y farmacéuticos en los ecosistemas acuáticos, así como microplásticos y pellets.
Por último, Garat insistió en la necesidad de revisar la actual Política Pesquera Común (PPC). “Es necesario evaluar si responde a los nuevos desafíos, garantiza un equilibrio real entre biodiversidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad económica, y adaptar sus instrumentos a una realidad en constante transformación”, concluyó.
Sobre CEPESCA
Cepesca es la organización empresarial de ámbito nacional más representativa de la Unión Europea y agrupa a 32 asociaciones de armadores con 725 buques de pesca tanto de bajura como de altura, cerca de 8.000 tripulantes y un tonelaje de arqueo de 150.162 GTs. Entre sus objetivos, la Confederación persigue mejorar la competitividad de las empresas pesqueras, apostar por la formación de las tripulaciones y el relevo generacional, promover el desarrollo de una pesca responsable y sostenible y luchar contra la pesca ilegal. Para conocer más, visita www.cepesca.es
