Nos gustaría conocer la historia de esta panadería. ¿Por qué decidieron apostar por la elaboración artesanal de estos alimentos?
Formo parte de la 2ª generación de la empresa, soy el más pequeño de seis hermanos por lo que, cuando yo empiezo a trabajar en la empresa, ya se realzaba la elaboración de nuestros productos de manera artesanal.
El fundador fue mi padre, se hizo con una panadería pequeñita hace 60 años y él empieza con un obrado de 50 kilos de harina diario, en el año 1965. A finales de la década de 1980, se introduce la producción de picos y regañás, sumándose a la de pan.
En nuestros comienzos distribuíamos en la provincia de Sevilla, poco a poco fuimos introduciéndonos en las provincias de Cádiz, Córdoba, etc. Comenzamos a automatizar nuestro proceso de producción, adquiriendo maquinaria, hasta el 2010, donde podemos decir que tuvo lugar la revolución de Obando, creamos nuestro pico rústico, fue fruto de una prueba que hicimos con una de nuestras máquinas. Es un pico con un sabor excelente, muy crujiente, pero tenía un problema, su elevado precio de producción.
Aunque al principio pensábamos que no era rentable por los precios, seguimos buscando alternativas, encontramos la línea del canal Horeca premium, con restaurantes que podía permitirse pagar el precio, valorando su calidad. Gracias a esta línea, llegamos a una cadena de supermercados y en el año 2013 comenzamos a trabajar juntos.
En el año 2016 tuvo lugar la primera exportación, fue a Reino Unido. Actualmente nos encontramos en más de 20 países. En el año 2010 contábamos con unos 15 trabajadores y hoy en día somos 120.
¿Qué variedades de productos tienen a la venta? ¿Trabajan para introducir nuevos productos?
Como he comentado antes, contamos con pan, picos y regañás. También somos creadores de nuevos conceptos, como la lámina de pan, que se ha convertido para nosotros en un producto de referencia y estrella en los últimos tres años. Un producto que tiene 4 años de vida, que viene de la regañá.
Podemos decir que somos el único fabricante de regañá negra, hecha con carbón mineral. Contamos también las hojas de pan, otro concepto diferente dentro de la regañá. Este año, lanzamos varios productos, como son el garrote y la baqueta, que son tipo palo. Dentro de la regañá también tenemos las tejas, el nombre se lo da su forma peculiar, que parece un tejado. Otros productos que está funcionando genial es la cuchara de pan, lo lanzamos el año pasado. Tiene el tamaño de una moneda, es para formato tipo canapé, pero al no tener esa cantidad de miga de pan tradicional, lo que hace es no absorbe ese y mantiene el crujiente.
En el tema de exportaciones, trabajamos en países como Estados Unidos, donde tenemos nuestra delegación, somos proveedor, suministramos al famoso cocinero José Andrés. Dentro de Europa, prácticamente en casi todos los países.
Este 2025 cumplen 60 años desde que abrieron sus puertas. Sin duda, como hemos comentado, una trayectoria muy larga, que seguramente habrá avalado de experiencia. ¿Cuáles han sido los principales desafíos que han encontrado a lo largo de estos años?
Siempre nos gusta poner en valor los cimientos que mi padre nos dejó, ya que cuando mi padre cogió el negocio era una ruina, estaba a punto de desaparecer. Pidió un préstamo y gracias a su trabajo, consiguió levantar el negocio.
La empresa siempre ha tenido muy presente que es fundamental invertir dinero en tecnología para mejorar la maquinaria, también innovar con nuevos productos.
Nuestra maquinaria está hecha a medida para nosotros, para los productos que nosotros queremos elaborar, somos nosotros quienes diseñamos esa máquina, cogemos una base tipo, que puede ser una máquina de mercado, pero después se realizan ajustes para hacerla nuestra y así también es más difícil que nos copien.
En cuanto al tema del relevo generacional, es un tema que preocupa en el sector. ¿Creen posible sustentar el nivel de producción, innovación y elaboración que tienen hoy en día con las generaciones venideras? ¿Es fácil encontrar personal cualificado?
Obando es una empresa familiar, somos 6 hermanos, pero nos hemos hecho cargo de la empresa los dos más pequeños. Aún somos jóvenes para centrarnos en ese relevo, pero ya vemos iniciativa por parte de los más jóvenes, mi hijo lleva ya dos años trabajando en la empresa, es la tercera generación.
A nivel de mano de obra sí estamos teniendo más problema, pero como todos los sectores, porque hay mucha demanda de mano de obra. En nuestro caso, mi padre nos lo puso fácil, continuamos nosotros con la empresa, la transición fue sencilla, porque él no se jubiló y estuvo allí con nosotros hasta que falleció.
Para concluir Jaime ¿cómo vislumbran el futuro de Panadería Obando?
Queremos seguir intentando mantener la línea de crecimiento, que va en torno a un 25%, en los últimos 5 años, seguir evolucionando, con el proyecto de mejoras, de ampliaciones, en la adquisición de inmuebles y de maquinaria.
Tenemos un proyecto de nuevas instalaciones de 10.000 m2, comenzamos antes de la pandemia, pero estamos aún pendientes de recibir la aprobación de algunos permisos. Si hubiésemos tenido listas estas instalaciones en el año 2023-2024, nuestro crecimiento hubiera sido mucho mayor.
Ahora mismo contamos con dos plantas, una de 1.000 m2 y otra 3.000 m2, pero cuando podamos pasar a tener una única planta de 10.000 m2, con toda la maquinaria mucho más moderna, con mayor capacidad de producción. Pensábamos que para este año 2025 podríamos reactivar el proyecto, pero por temas burocráticos no está siendo posible.
