Loyola está en pleno proceso de crecimiento en su campus de Dos Hermanas en Sevilla. Ya se han anunciado la puesta en marcha de varios grados en la rama de la salud. ¿En qué fase están ahora mismo?
El curso pasado ya pusimos las bases para caminar hacia una universidad completa, con el lanzamiento de nuevas titulaciones, pero también profundizando en el proceso de digitalización de la universidad, actualizando y mejorando instalaciones, y finalizando el proceso de integración de la Facultad de Teología, con sede en Granada.
En este sentido, el curso 21/22 fue el momento inicial de un salto en cantidad y calidad que se completará en los próximos 10 años.
Ahora mismo, en lo que respecta a las nuevas titulaciones de Ciencias de la Salud para el próximo curso, esto es Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Biotecnología, estamos a la espera de superar el proceso de verificación de la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA) de la Agencia Andaluza del Conocimiento. Acabamos de recibir algunas alegaciones y estamos en proceso de resolverlas. Esperamos que la acreditación de los títulos llegue a finales de abril o principios de mayo.
A parte de los grados de salud. ¿Habrá nuevos grados en otras materias en un futuro próximo?
Sí, como decía anteriormente, Loyola quiere ser una universidad completa que se ocupe de formar a sus estudiantes en lo cierto, lo justo, lo útil, lo sano, lo trascendente y lo bello. Por eso, además de seguir completando el próximo curso nuestra oferta de titulaciones en el ámbito sanitario, lo haremos en el área de Artes, con un novedoso Grado en Artes Visuales, que se sumará al Grado en Creación y Producción Musical, al de Artes Escénicas y Cinematográficas y al de Videojuegos y Animación Digital que ya impartimos en el campus de Sevilla.
Por otro lado, en el área de Comunicación, ampliamos para el próximo curso la oferta de estudios con tres nuevos grados, también en proceso de verificación, con los que queremos hacer más especializada y moderna la formación de nuestros estudiantes que hasta ahora podían cursar el Grado en Comunicación, y que son el Grado en Periodismo y Medios Digitales, el Grado en Publicidad y Marketing Digital, y el Grado en Comunicación Audiovisual.
Finalmente, en el área de Ingeniería impartiremos el próximo curso 23/24 el Grado en Ingeniería del Software, que dará respuesta a la creciente demanda de este perfil fundamental en los procesos de transformación digital de la economía, la industria y los servicios.
En la Universidad Loyola toda la actividad está regida por unos valores morales y éticos. ¿Qué la diferencia en este sentido del resto de instituciones universitarias?
La Universidad Loyola es una universidad de la Compañía de Jesús, y eso, sin ninguna duda, marca nuestro carácter y define nuestra forma de hacer en todos los ámbitos. Desde nuestro trabajo universitario queremos contribuir a la creación de una sociedad más justa y fraterna, preocupada por la consecución del bien común de la humanidad donde los derechos humanos de todos sean garantizados. Por ello, nos esforzamos en la formación de personas integrales, no sólo excelentes técnicamente, sino también comprometidas con la transformación de la sociedad.
Todo ello en un clima de diálogo y de respeto profundo de la diversidad cultural de cada cual, que es una gran riqueza.
Loyola aspira a ser una Doctoral Research University ¿Cuál es el procedimiento seguido para ello y que significa llegar a conseguirlo?
Loyola sigue aspirando a ser y ser reconocida como una doctoral research University, según los requisitos establecidos por The Carnegie Foundation for the Advancement of Teaching. Esto significa ser reconocida como una universidad que cultiva el pensamiento, que busca el descubrimiento, que inventa, que innova. Una universidad que piensa en las ideas que construyen el futuro, en la que la investigación sea una de sus más características señas de identidad, porque tiene un compromiso con la solución de los problemas de la Humanidad, especialmente, el desarrollo, la sostenibilidad, la inclusión y las políticas sociales.
Para ello, trabajamos para que la cultura de publicaciones permee en todos los departamentos; en que se aumente la calidad de lo publicado en forma de un mayor impacto de publicación y en un mayor monto y continuidad de los proyectos; en que el contenido de las publicaciones esté alineado con las orientaciones de la Compañía y los problemas de la Humanidad; y, finalmente, en que se active un mecanismo de transformación de la investigación en soluciones innovadoras para empresas e instituciones.
A su personal docente e investigador interno suman ustedes profesores asociados con amplia trayectoria en sus campos y que siguen desarrollándola a la vez que imparten docencia. ¿Cómo cree que esto beneficia a la formación de sus alumnos?
La presencia de profesionales en activo en el claustro es esencial porque acerca la realidad de los diferentes sectores, áreas funcionales de las empresas o instituciones a los estudiantes. Además, gracias a estas colaboraciones, los estudiantes van construyendo sus redes de contactos, de manera que puedan ir definiendo la trayectoria profesional que quieren seguir una vez se gradúen. Y esta participación de profesionales en la formación cobra más importancia aún en los másteres, donde el alumnado tiene que empezar a vivir su “primero de profesión”.
Todo el mundo sabe que Loyola es una universidad totalmente privada, pero mucha gente desconoce que tiene una política de becas muy extensa que la hace accesible para un gran número de estudiantes de cualquier estrato social.
Loyola es una universidad al alcance de todos los que se reconocen en los valores de la excelencia y el esfuerzo. Como bien indicas, contamos con una amplia línea de becas y ayudas con la que pretendemos que nadie que académicamente cumpla los requisitos, deje de estudiar con nosotros por motivos económicos.
En el curso 21/22 destinamos más de dos millones de euros en becas, ayudas y premios a la excelencia de los que se beneficiaron más de 900 estudiantes de grado, máster y doctorado.
Además, desarrollamos acciones proactivas en búsqueda de alumnado en zonas vulnerables o en riesgo de exclusión para ser becados y que manifiestan su deseo de desarrollar estudios universitarios.
