Estamos en un momento en el que las universidades tienen ya sus ojos puestos en el curso 2023/24. ¿Qué novedades tienen previstas la UPO para el próximo curso?
Durante este año está pensada por la Junta de Andalucía la aprobación del Decreto de Ordenación de la Enseñanza Universitaria. Este decreto va a ser muy importante porque desde el año 2010 no se produce una actualización del mapa de titulaciones en Andalucía. A lo largo de este curso académico vamos a prepararnos a fondo precisamente para responder a las nuevas necesidades de estudio superior que hay en Andalucía. En este sentido, trabajaremos tanto con titulaciones de las llamadas STEM, ya que queremos fortalecer esta oferta en la UPO, así como con otro tipo de titulaciones innovadoras como, por ejemplo, los grados abiertos o los grados duales.
Durante este curso académico también queremos avanzar en distintas posibilidades que barajamos para ofertar nuevos grados internacionales, es decir, grados con otras universidades europeas. Ya tenemos el doble grado con la Universidad de Bayreuth en Derecho y queremos hacer algo parecido con otras universidades.
En definitiva, lo que queremos durante este curso es prepararnos bien para que, en cuanto la Junta de Andalucía nos autorice, ser capaces de ofertar nuevas titulaciones adaptadas a los nuevos tiempos y de carácter internacional.
Se habla mucho de universitarios en paro y de empresas que no encuentran personal cualificado. ¿Trabajan ustedes con las empresas para planificar lo que demandará el mercado en los próximos años?
Efectivamente, estamos trabajando codo con codo con las empresas, y no solo con las empresas, sino también con las entidades del Tercer Sector, y con cualquier tipo de organismo e institución que sirva para incrementar y mejorar la empleabilidad de nuestro estudiantado. En ese sentido, a través del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales, estamos realizando numerosos convenios con empresas, sobre todo en un ámbito que es especialmente novedoso, que es el de las llamadas microcredenciales. Se trata de una apuesta de la Unión Europea por hacer un proceso de formación permanente a lo largo de toda la vida dirigido hacia cualquier persona que quiera seguir formándose. En este sentido, nosotros hemos aprobado ya una reglamentación propia de lo que hemos llamado ‘Cursos de Desarrollo Profesional Avanzado’ y hemos llegado ya a acuerdos para realizar numerosos cursos de este tipo tanto con la Cámara de Comercio de Sevilla como con la Escuela de Hostelería de Sevilla, entre otras instituciones. En definitiva, por supuesto que estamos en contacto con las empresas, pero insisto, no solamente con las empresas sino con cualquier entidad o institución del ámbito público y privado capaz de mejorar la empleabilidad de nuestro estudiantado.
La investigación es una vertiente muy importante en las universidades. ¿Cómo se articula este campo dentro de la UPO? ¿Cuáles son las líneas de investigación más innovadoras ahora mismo?
Desde la universidad incentivamos y promocionamos la investigación a través de nuestro Plan Propio de Investigación. De hecho, acabamos de aprobar nuestro VI Plan Propio de Investigación que pretende también adaptarse a la nueva realidad. En este sentido cabe destacar nuestra apuesta por promocionar los grupos de investigación y los proyectos de investigación multidisciplinares, que están realmente en la base de la creación del conocimiento más avanzado en nuestras sociedades. Por otro lado, desde que asumimos nuestra responsabilidad rectoral hemos incrementado cada año en 100.000 euros la aportación a este plan de incentivos, por lo que el próximo año estaremos en torno al millón de euros. Desde este equipo estamos haciendo una apuesta muy seria y muy contundente para seguir promocionando lo que ha sido, sin ningún tipo de duda, uno de los sellos de identidad de nuestra universidad como es la investigación.
Respecto a las líneas de investigación más innovadoras, hay muchos campos y sería realmente injusto destacar solamente algunos. Yo diría que fundamentalmente inteligencia artificial y transformación digital son campos de un extraordinario interés en la actualidad, así como todo lo relacionado con salud y muy especialmente, el envejecimiento. Ambos ámbitos desde un enfoque siempre multidisciplinar, es decir, de las Ciencias Sociales, Humanidades, Ciencias Experimentales, etc.
Han ocupado ustedes recientemente los informativos nacionales por su iniciativa de repartir mantas al profesorado. ¿Esta acción entra dentro del ahorro energético al que se deben todas las instituciones? ¿Cree que esa visibilidad ha sido positiva para la universidad?
Esta acción rotundamente no entra dentro de nuestro plan de ahorro energético. Nuestro plan de ahorro energético se puso en vigor a primeros de noviembre y es un plan que se basa fundamentalmente, en primer lugar, en la aplicación del Decreto del Estado sobre límites máximos y mínimos de la temperatura, en este caso el límite máximo de 19 grados en la calefacción. Y, en segundo lugar, en la toma de una serie de medidas para reducir internamente el consumo, como son concretamente la instalación de luces led y la próxima instalación de una importante planta fotovoltaica, que va a reducir mucho la factura de la universidad. Ese es nuestro plan de ahorro energético básicamente. La cuestión de las mantas ha sido una medida muy puntual y excepcional dirigida a determinadas personas que, por la ubicación donde desempeñan su trabajo, están más expuestas al frío en el campus. Como, por ejemplo, concretamente, ayudantes de servicio que tienen que estar mucho tiempo en los pasillos y en zonas no especialmente acondicionadas para el frío. En eso se estaba pensando única y exclusivamente. En cualquier caso, creo que lo que han puesto de manifiesto estas noticias ha sido la necesidad que tenemos las universidades de contar con apoyo público para asumir una subida de la factura eléctrica que ha sido completamente desmesurada. En la Universidad Pablo de Olavide ha subido la factura de la energía eléctrica dos millones de euros netos y, por lo tanto, esto nos ha llevado a tener que hacer medidas de ahorro energético y a reivindicar ante las administraciones públicas la necesidad de contar con una ayuda complementaria para poder asumir, repito, esta subida completamente desmesurada de la factura de la luz.
¿Qué supone para la UPO la renovación de su acreditación de voluntariado con el nuevo sello de calidad del Cuerpo Europeo de Solidaridad?
Es una excelente noticia que refuerza nuestra apuesta por las políticas sociales y, sobre todo, por la promoción de una serie de valores que ya nuestros estatutos universitarios consagran como valores esenciales como son la constitución de una cultura de la paz y la promoción de la solidaridad y del espíritu de justicia social en la universidad. Ahora que conmemoramos nuestro 25 aniversario, tengo que decir que ya en el año 1999, es decir muy poco tiempo después de la creación de la universidad, ya pusimos en marcha nuestro Servicio de Voluntariado, que hoy en día es una referencia en Andalucía y en España, y que se completa con nuestro Observatorio Andaluz del Voluntariado.
En definitiva, el voluntariado es una marca de la Universidad Pablo de Olavide, forma parte del espíritu solidario y de justicia social que siempre ha regido nuestra universidad y, por lo tanto, este tipo de reconocimientos y de acreditaciones internacionales, además de abrirnos muchísimas puertas, evidentemente, consagra y consolida nuestra apuesta por las políticas sociales, de solidaridad y de justicia social.
