¿Cuáles considera que son los principales problemas a los que se enfrenta la educación andaluza en la actualidad?
Fundamentalmente nos enfrentamos a tres cuestiones esenciales a las que dar solución para garantizar una educación de calidad: la pérdida de unidades en los centros educativos, las elevadas ratios y la sobrecarga laboral que padece el profesorado. Desde CSIF-A exigimos una mayor transparencia y publicidad en los criterios que utiliza la Administración andaluza para la eliminación de unidades y que esta práctica, que se da casi en exclusiva en la enseñanza pública, no se traduzca, como está sucediendo, en aulas colapsadas. La Administración debe dar un paso al frente y no escudarse en mayorías absolutas. Desde la central sindical llevamos años con una campaña activa en este sentido, solicitando una reducción de la ratio de cinco alumnos de media por nivel educativo.
Por otro lado, la creciente diversidad en las aulas y los insuficientes recursos humanos para atenderla, ya que faltan maestros especialistas en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica. Es cierto que se están contratando más efectivos para la atención a la diversidad, haciendo uso de fondos europeos. Sin embargo, no es suficiente y está generando problemas de estrés y sobrecarga laboral en los docentes, al no poder brindar la atención que el profesorado desea y el alumno o alumna merece.
Además los docentes se ven saturados por el alto nivel de burocracia al que están sometidos. Estos requerimientos de tipo burocrático son debidos en gran parte al establecimiento de mecanismos de fiscalización y control por parte de la Administración que se traduce en una ingente cantidad de tareas burocráticas e informes que se ven obligados a cumplimentar y que, por un lado, denota desconfianza hacia su labor docente y, por otro, desvía a estos profesionales de su tarea fundamental que es enseñar.
Pese a que el profesorado constituye el eje vertebrador del sistema educativo, ¿por qué cada vez es mayor la pérdida de autoridad de los docentes?
Efectivamente los docentes son el eje vertebrador del sistema educativo y los verdaderos expertos en Educación. Sin embargo, no en pocas ocasiones, la Administración educativa pone en entredicho sus decisiones. Esta práctica empeora su imagen y autoridad pública. Es cierto que ha habido algunos avances como en 2021 la Ley andaluza de Reconocimiento de la Autoridad del Profesorado, pero que podría caer en saco roto si no viene acompañada de recursos y de campañas de concienciación por parte de la Administración Pública. Además, no podemos olvidar que se trata también de una cuestión sociológica, puesto que se está experimentando un cambio que conduce a una pérdida de valores y del papel de la familia en la educación. Las familias son o deberían ser los principales agentes educativos y los responsables de establecer unas bases de respeto y educación. No obstante, me atrevería a decir que cada vez son más las familias que han dimitido de su labor educativa en relación a sus hijos e hijas, lo que desafortunadamente genera en muchas ocasiones problemas de convivencia en las aulas y de falta de respeto hacia el profesorado.
¿Qué estrategias proponen en CSIF-A para reducir la ratio de alumnos y alumnas?
En CSIF-A partimos de la premisa de que trabajar con un menor número de alumnos por aula es una medida que favorece una atención más individualizada y una educación pública de calidad. Esa es nuestra meta. Para bajar las ratios se necesita una mayor inversión en Educación, dotando de mayores efectivos a los centros educativos que vayan dirigidos a todas las etapas educativas. Según nuestros cálculos, se necesitarían unos 12.000 profesionales más para que las plantillas docentes de Andalucía estuvieran adecuadamente dimensionadas.
Desde nuestra organización hemos propuesto además la realización de un análisis exhaustivo de la realidad, en el que nos hemos brindado siempre a colaborar como primera fuerza sindical en la Mesa Sectorial, para tener claro el mapa de ratios que tenemos en la geografía andaluza. Esto ofrecería un punto de partida para priorizar y actuar de forma urgente en las zonas donde existan unas ratios más elevadas y ampliar las plantillas. Sin olvidar que también es necesario que exista una bajada de la ratio de cinco alumnos de media por cada nivel educativo en el conjunto de centros educativos. Además, siempre hemos rechazado el concepto de ratio media porque no responde a la realidad de las aulas.
En numerosas ocasiones han manifestado que la implantación de la LOMLOE trajo consigo una sobrecarga burocrática del profesorado, ¿de qué manera afecta a la labor docente? ¿Qué soluciones podrían llevarse a cabo?
Las LOMLOE es el último botón de muestra que ilustra la inestabilidad legislativa que en materia de educación existe en nuestro país. Cada cambio político viene acompañado de una modificación de la Ley educativa y no nos cabe duda de que esto es negativo para el conjunto del sistema educativo y concretamente para el profesorado, porque se ve sumido en un continuo cambio de normativa de tipo curricular, viéndose obligado a cambiar programaciones y sistemas de evaluación.
La LOMLOE es una Ley difícil de interpretar y hace que al profesorado le falte tiempo para la docencia porque se ve sumido en una enorme carga burocrática por los informes que hay que trasladar a la Administración. Además, tampoco ayuda el hecho de trabajar en unas condiciones que debieran ser mejorables, con ratios elevadas, las mismas horas lectivas y con déficit de financiación, de recursos y de plantilla. Y ante este panorama, para CSIF-A las posibles soluciones pasarían por conferir de mayor estabilidad al sistema educativo mediante un Pacto de Estado por la Educación, evitando así los continuos cambios normativos ligados a los procesos curriculares, porque no es de recibo que la Educación se haya convertido en un elemento de contienda política en nuestro país. También es imprescindible que se cuente con la opinión y experiencia del profesorado en el diseño y elaboración de las normas educativas, como los verdaderos expertos en Educación que son.
¿Cuáles son las principales demandas del profesorado andaluz?
Las demandas fundamentales del profesorado están dirigidas a paliar los déficit que padece el sistema educativo. Porque las carencias estructurales que afectan a éste, repercuten directamente en las condiciones y la salud laboral del profesorado, con lo cual resulta fundamental el tema de bajada de ratios, poner freno a la pérdida de unidades de la enseñanza pública y que la bajada de natalidad se vea como una oportunidad para trabajar con menos alumnos por aula en lugar de cerrar unidades.
Otra demanda es reducir la burocracia innecesaria en la labor docente, así como la necesidad de que se les valore como debe ser, porque los docentes se encargan de formar a la sociedad del mañana y los responsables políticos deben poner el acento en cuidar a estos profesionales por la importante labor que desarrollan.
¿Qué objetivos se ha marcado el CSIF-A en este sector para 2023?
De forma reciente, CSIF-A ha revalidado su posición como primera fuerza sindical en la Educación Pública andaluza, incrementando la representatividad que ostentaba y en nuestra hoja de ruta, para corresponder a esa confianza que el profesorado ha depositado en nuestra organización, tenemos como meta fundamental y básica dignificar la labor docente, para lo que planteamos objetivos más específicos como, por ejemplo, mejorar las retribuciones de los profesionales como empleados públicos y resolver la pérdida del poder adquisitivo de este colectivo derivada de la inflación.
Igualmente, queremos que el presente curso escolar sea el que se elimine todo el papeleo superfluo que asume el profesorado y parece que se van dando pasos, como la creación de los grupos de trabajo que acaban de constituirse para este fin. En este ejercicio perseguimos también que se adopten medidas reales de promoción profesional del profesorado, tales como convocatorias de acceso a Cátedra para los profesores de Secundaria y Escuelas Oficiales de Idiomas, así como las convocatorias de adquisición de nuevas especialidades y que se desarrolle la carrera profesional del profesorado.
Del mismo modo, es fundamental para CSIF-A en este cuatrienio trabajar para incrementar las plantillas de los centros educativos en al menos 12.000 efectivos.
La cercanía, que es uno de nuestras señas de identidad, también nos seguirá guiando ese año y queremos seguir estando muy próximos al profesorado para detectar de primera mano sus dificultades.
Asimismo, es imprescindible que puedan darse avances para una minoración del número de alumnos por aula, así como para el incremento de los recursos destinados a Atención a la Diversidad, de manera que haya una apuesta decidida por parte de la Administración educativa con mayor dotación presupuestaria para atender al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE).
