La ‘industria’ de los aparcamientos y de los estacionamientos regulados en las calles de nuestras ciudades (las zonas azules que todos conocen) no es ajena al gran cambio social y económico que suponen tanto la disrupción digital como el desafío climático al que nos enfrentamos como sociedad.
Como tantos otros sectores, vivimos en un estado de ‘darwinismo’ permanente, sabedores de que nuestro futuro dependerá de nuestra capacidad de adaptarnos a lo que necesitarán nuestros clientes y a lo que nos demandarán las Administraciones Públicas para seguir contando con nosotros, en su reto de propiciar que las ciudades sigan ‘ofertan- do’ a sus ‘clientes’ los mejores estándares de calidad de vida y de salud urbana.
En ello estamos.
De una parte, haciendo que nuestra es- trategia de negocio camine hacia modelos de suscripción y de ofertas múltiples de servicios que tienen como objetivo último lograr que la experiencia de los usuarios de nuestros aparcamientos y de nuestras zonas reguladas sea lo más satisfactoria posible, tanto si quieren aparcar del modo tradicional como si prefieren hacer uso de sus pantallas móviles para reservar un aparcamiento o para entrar en un parking.
Ya no hacemos distingos entre el cliente tradicional y el digital, entre el off y el on line. Cada ciudadano tendrá la libertad y la comodidad de decidir cómo hacer uso de los aparcamientos de su ciudad en el formato que se adapte mejor a sus necesidades, conscientes también de que los nuevos vehículos se han convertido en dispositivos de data móvil que nos permiten suministrarles más información para mejorar la experiencia de utilizar nuestros servicios.
Y de otra parte, las compañías gestoras de los aparcamientos seguiremos reforzando las alianzas con las Administraciones ante la meta de conseguir que nuestras ciudades cumplan con los nuevos requisitos medioambientales exigidos para hacer de nuestras ciudades urbes más saludables y más libres de gases contaminantes.
Seremos cómplices de una revolución, la de la movilidad sostenible, que obligará en muy poco tiempo, quizás incluso en este próximo 2023, a cambios de enorme calado que obligarán a nuevas restricciones para el transporte privado en los grandes y medianos núcleos urbanos y que pondrán al transporte público y a los vehículos eléctricos en el centro de todas las nuevas políticas de movilidad.
Como proveedores de soluciones de movilidad, estamos cambiando al mismo tiempo que cambia la sociedad, convirtiendo nuestros parkings en hub de servicios y digitalizando nuestras ofertas y experiencias de uso.
De hecho, estamos convencidos de que los sistemas de aparcamientos urbanos son un elemento que puede ayudar, de forma muy eficiente, a implantar las nuevas políticas de movilidad.
No hay tiempo que perder. Pronto, todos escucharemos y leeremos sin parar sobre las nuevas reglas del juego de la movilidad sostenible en la mayor parte de las ciudades españolas. Por eso queremos ser proactivos y por eso estamos ya haciendo los deberes que nos tocan.
El futuro ya es presente. Y nosotros estamos ya preparados para afrontarlo.
