¿Cómo valora la situación del sector tras los años acontecidos? ¿Sigue el turismo activo en pleno auge?
Igual en pleno auge no, porque la gente está recortando sus gastos, pero ahora mismo no se está notando demasiado el cambio. Seguramente tarde un poquito más en notarse.
Estos primeros meses del año están siendo buenos, pero tenemos muchos condicionantes, por ejemplo la nieve, dependemos de la nieve, no es solo el factor económico o las circunstancias. Aquí, en Sierra Nevada, no hay tanta nieve y sí que se nota menos afluencia de gente que en otras fechas.
¿En qué se centran las líneas de trabajo para este nuevo año?
Seguiremos mejorando aspectos respecto a nuestra actividad, desarrollando nuevas actividades, mejorando los materiales y haciendo que el servicio sea lo más cómodo posible para el cliente.
¿Por qué es importante contar con los servicios de una empresa a la hora de realizar deportes de aventura?
Es muy importante, porque al final la gente no es consciente de que cuando se meten a desarrollar este tipo de actividades hay muchos factores que han de tenerse en cuenta y hay muchas cosas que pueden salir mal, sino se ejecuta la actividad de la manera idónea.
Lo que marca la diferencia al contratar una empresa como Granaventour es que vas con un guía que ya tiene en cuenta todos los factores para que el cliente no tenga ningún problema. Sin ir más lejos, este año han muerto tres personas en Sierra Nevada por hipotermia, el desconocimiento hace que la gente subestime mucho la montaña. El guía está para que la gente sea consciente del ámbito en el que va a estar.
¿Cómo está afectando al profesional el intrusismo en este sector?
Existe mucho intrusismo, se ha empezado a regular relativamente tarde y la manera en la que se ha regulado ha sido muy lapsa, lo que ha hecho que casi cualquiera se pueda dedicar a este tipo de actividades. Esto hace que en muchos casos los supuestos profesionales no sean los adecuados.
En definitiva, sí, seguimos teniendo problemas con el intrusismo.
¿Cuáles cree usted que deben ser las líneas de trabajo a desarrollar para acabar con este intrusismo?
Principalmente, la ley debe ser más restrictiva con el personal, el personal debe estar bien formado. En el momento en el que la ley obligue a tener la formación adecuada el intrusismo vendrá a menos, pero ahora mismo cualquiera puede desarrollar este tipo de actividad.
¿Seguirán desarrollando desde Granaventour diferentes tipos de cursos?
Sí. Ofrecemos formación reglada, que es a la que todos debemos acudir. Yo soy socio de la Asociación Andaluza de Guías de Montaña y de la Asociación Española desde donde se trabaja todo lo que veníamos hablando, por lo que sí, estamos en esa línea. Los cursos que impartimos suelen ser para clientes que no se van a dedicar de una manera profesional a la actividad, sino que quieren aprender para salir a la montaña de una manera segura. Particularmente, yo estoy de profesor en la Escuela Andaluza de Alta Montaña e impartimos formación reglada para guías, por lo que sí que estamos alineados con esa idea.
¿Hacia dónde se dirige el futuro de esta empresa?
Granaventour se dirige hacia el futuro de la calidad. Intentamos atender a la calidad que le aportamos a los clientes con guías bien formados y con material en buenas condiciones. Por ello apostamos, no por dar servicios baratos y de baja calidad. Intentamos educar al cliente en ese sentido, en que apuesten por la calidad del servicio, porque en este tipo de actividades la gente se juega su vida. Aparentemente todo el mundo ofrece lo mismo, pero no es así, por lo que intentamos educar al cliente para que indague más acerca de la empresa que contrata o de quién va a ir con ellos, respecto a formación, titulaciones o seguros.
