Desde hace muchos años somos conscientes de que el impacto que nuestra industria genera en nuestro entorno debe aminorarse muchísimo y en esa línea están trabajando muchas de las empresas asociadas a LANDALUZ
Andalucía está de moda a través de sus productos. ¿Cómo cree que contribuye el sector agroalimentario a dar prestigio a la marca Andalucía?
Sin duda, la marca Andalucía es una marca que está muy consolidada y esto se debe, en gran medida, al gran trabajo que se viene desarrollando en esta tierra desde muchos ámbitos como el turístico, el agroalimentario, etc. En nuestro caso, es verdad que la industria de la alimentación tiene mucho que ver con que Andalucía obtenga este reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Andalucía a su vez se asocia a la marca España con muy buen posicionamiento internacional gracias a nuestra gastronomía.
Nuestros productos son unos de los grandes reclamos con los que contamos y en ello tiene mucho que ver el buen trabajo que las empresas del sector han hecho para seguir mejorando unos alimentos que ya cuentan de por sí con un gran valor añadido. Somos los principales productores de aceite de oliva, de productos cárnicos derivados del cerdo, de aceituna, de arroz, además de grandes productores en otros sectores como el vino, las conservas de pescado y vegetales, etc. Todo esto unido hace que Andalucía brille con luz propia en el mundo de la alimentación, lo que ha supuesto también un paso adelante en los últimos años situando a la región como el número uno a nivel de exportación agroalimentaria en España, siendo un activo muy importante para nuestra balanza comercial.
A todo esto, a unos alimentos de un gran valor añadido, tenemos que sumarle la apuesta por la innovación que está haciendo el tejido industrial andaluz y que está multiplicando exponencialmente este valor de nuestros alimentos, situándonos en unas condiciones óptimas de competitividad junto a otras empresas del panorama nacional e internacional.
Las empresas están ahora inmersas en un camino de innovación en busca de la sostenibilidad, pero bajo el signo de los precios disparados de las materias primas y la falta de agua. ¿Cómo cree que van a poder afrontar esta situación?
Llevamos varios años luchando contra multitud de vicisitudes que se han puesto en contra del normal desarrollo de la actividad empresarial e industrial. Hace poco más de tres años, nos veíamos abocados a una situación totalmente atípica como fue la pandemia del COVID19 y su confinamiento.
Esta situación dio un giro total a la producción agroalimentaria, más siendo un sector estratégico y que gracias al trabajo de todos, a modificar turnos, a aplicar medidas en tiempo récord, permitió que los supermercados estuvieran surtidos durante el confinamiento. Cuando pensábamos que lo peor había pasado y que encarábamos una nueva normalidad, la incertidumbre se ha vuelto a abrir paso con situaciones como el conflicto internacional de Rusia y Ucrania, la huelga de transporte, subida de los costes de materias primas, electricidad, etc., a lo que se suma ahora la escasez de agua, sin que haya una política de estado clara entorno a este tema y que llevamos años demandando y promoviendo.
Lo que quiero decir con esto es que, ante esta cantidad de adversidades, el sector agroalimentario ha seguido trabajando sin bajar los brazos y ha seguido apostando por mejorar y evolucionar en sus productos, siempre bajo la premisa de la calidad y el trabajo bien hecho.
Pero es cierto que tendremos un año o dos aún de normalización de los costes y precios, o al menos de estabilidad en ellos con los ajustes que nos demande el mercado en el camino, ley de oferta y demanda, situación climatológica, económica, inflación, tipos de interés y de mercado global.
Aunque debemos verlo como una oportunidad para fortalecer toda la cadena de valor.
¿Cuál es la función de Landaluz en este proceso?
Nosotros, desde la asociación, vamos a seguir impulsando el trabajo de nuestras empresas y su apuesta por la innovación, tal y como viene recogido en nuestro Plan Estratégico.
Consideramos este valor como algo fundamental para que las empresas sean más competitivas en un entorno en el que hay que estar en constante evolución y aportando valor frente a la competencia. En este punto, las empresas del sector agroalimentario de Andalucía van a tener en LANDALUZ a una mano tendida para mejorar y ser más fuertes.
Además, es fundamental como decías que esta innovación vaya indudablemente ligada a una apuesta por la sostenibilidad. Desde hace muchos años somos conscientes de que el impacto que nuestra industria genera en nuestro entorno debe aminorarse muchísimo y en esa línea están trabajando muchas de las empresas asociadas a LANDALUZ. Reducción de la huella hídrica y de carbono, aplicación de medidas de economía circular en las líneas de producción para la reutilización de recursos, uso de material reciclado, etc. son algunas de las muchas medidas que nuestras empresas están poniendo en marcha en esta línea.
Frente a la buena imagen de los productos andaluces las empresas agroalimentarias tienen ahora que luchar por dar su mejor versión ante los consumidores que están asumiendo unos precios muy elevados.
Esta situación del alza de precios frente a la que nos encontramos ahora mismo no es una situación provocada por la industria, sino por todas esas situaciones que comentaba antes. La subida de los costes de las materias primas, de la electricidad, subida de impuestos, inflación etc. repercuten inevitablemente en la cesta de la compra.
Nosotros trabajamos en seguir manteniendo los estándares de calidad en nuestros alimentos y eso es un punto innegociable. Nos ha costado muchos años que Andalucía sea punta de lanza de la calidad agroalimentaria de nuestro país y mantener estos estándares necesita de una inversión por parte de la industria. Desde LANDALUZ, nos encargamos precisamente de promocionar ante los consumidores estos productos en la mayoría de los puntos de venta poniendo en valor su calidad y su sabor.
La exportación es fundamental para las empresas andaluzas y además están en números de record. ¿Qué camino queda por recorrer en este sentido?
En el ámbito de la exportación queda mucho por hacer. Es verdad que estamos en una situación muy favorable gracias, como decía, al buen trabajo que venimos haciendo, especialmente tras la crisis del 2008 dónde las empresas pequeñas y medianas tomaron conciencia de la importancia de salir al exterior. El mundo es muy grande y hay muchas empresas del sector agroalimentario de Andalucía que tienen que hacer esa apuesta real por estar presente en otros mercados y diversificar en clientes y riesgos.
Hemos dado pasos de gigante en los últimos años, pero el mercado internacional es cambiante y la apuesta por la innovación y por la mejora de nuestros productos es otra clave más para seguir avanzando en este proceso de internacionalización de nuestro sector. Desde la Asociación, hacemos una apuesta muy fuerte por favorecer la internacionalización de nuestros asociados mediante distintos programas y actividades.
