Aunque es notorio el incremento de las ventas de servicios en nuestro sector, la rentabilidad es inferior
Actualmente, ¿en qué posición se encuentra el sector hostelero dentro de la provincia de Sevilla?
En líneas generales, está siendo una época positiva para el sector. Ahora, con el comienzo de la primavera y la llegada del buen tiempo, damos paso a nuestra mejor temporada del año. El clima y las distintas fiestas tradicionales atraen a los turistas e invitan a los sevillanos a salir a la calle, por lo que vamos a experimentar un mayor flujo de consumidores y con ello, un mayor crecimiento. Por ejemplo, la Semana Santa ha sido muy positiva y ha recaudado cifras significativas, aunque es cierto que no ha sido histórica, no hemos alcanzado la rentabilidad de 2019. En esta línea, la inflación de los precios nos ha obligado a incrementar proporcionalmente el precio final para no perjudicar la rentabilidad de los negocios hosteleros. Junto a esta problemática, hay otra cuestión que nos afecta y que no solo se circunscribe a nuestro sector: la falta de mano de obra cualificada.
¿Cómo ha afectado la inflación a los negocios?
Es cierto que en los establecimientos sevillanos hay una gran afluencia de público. Los bares y restaurantes están prácticamente llenos, pero el ticket o el gasto medio por persona ha bajado. Se aprecia que los clientes están guiándose por los precios para evitar excederse con la cuenta final y, por tanto, aunque es notorio el incremento de las ventas de servicios en nuestro sector, la rentabilidad es inferior.
Bajo su punto de vista ¿A qué se debe la falta de personal cualificado?
Creo que es un problema achacable a la pandemia. En este sentido, estar encerrados en casa nos ha hecho ver, por lo general, que no todo en esta vida es trabajar. Y claro, los trabajos en el sector de la hostelería son duros. Ahora bien, no podemos achacárselo a los sueldos bajos porque es todo lo contrario. La ley de la oferta y la demanda está motivando el aumento de los salarios de la hostelería, llegando a pagarse sueldos más que razonables.
Uno de los retos que comentaba en otras entrevistas pasaba por la creación de una web turística que recogerá a los establecimientos asociados ¿Qué nos puede decir de ella?
Llevamos trabajando en ella mucho tiempo y es ahora cuando realmente estamos poniéndola en marcha. Tras ver un vacío de guías de restauración en Sevilla, más allá de las plataformas de reseñas, decidimos ponerla en marcha. La página web nos permitirá mostrar la gran variedad de negocios de la ciudad y bueno, es una forma de diferenciar a los hosteleros que confían en la labor de nuestra asociación.
¿Tiene algún otro proyecto relevante la asociación que quisiera poner sobre la mesa?
Nos gustaría señalar que, en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla y otras entidades, estamos analizando de qué manera podemos reanudar la Feria de la Tapa. Consideramos que es un evento gastronómico muy positivo tanto para los consumidores como para los propios negocios y el turismo de la ciudad.
¿Qué objetivos le gustaría cumplir como presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla?
Sin lugar a duda, me gustaría que el sector fuese respetado como se merece por otros sectores. Realmente considero que se nos infravalora y somos sujetos de constantes comentarios peyorativos, como la típica frase de “ese es camarero…” Pero ya lo digo yo, ser camarero es una profesión tan digna como cualquier otra y un camarero, ante todo, es una persona humana. Además, sin hostelería nuestras tan arraigadas fiestas como la Semana Santa o la Feria de Abril no existirían, tal y como la conocemos. Sin hostelería no hay ocio, y esta es una actividad muy importante en nuestra cultura por lo que ya es hora de tratar al sector como se merece.
Por lo que imagínate cómo de importante son y, a pesar de ello, lo poco que se nos valora, porque es cierto que, en Sevilla, al igual que en otras ciudades, se valora mucho el salir a la calle a tapear, por ejemplo, pero, aun así, no se nos valora como se debería. Es importante el servicio de limpieza, de transporte público, de policía, pero si no hay hostelería no hay fiesta, no hay ocio, algo súper importante para las personas y más en nuestra cultura por lo que es hora de tratarla como se merece.
