Granada se convierte en una de las primeras ciudades europeas en alcanzar la autosuficiencia energética en el ciclo integral del agua, gracias a la transformación de la Ecofactoría Sur, que produce un 140% de la energía que consume. La ciudad ha logrado una reducción del 30% de su huella de carbono desde 2014, genera 11 GWh anuales de energía renovable y reutiliza agua regenerada para el riego de zonas verdes, reforzando la resiliencia frente a la sequía. El modelo, desarrollado a través de EMASAGRA, combina gestión pública y tecnología avanzada, y se presenta ya como referente europeo replicable en programas internacionales de cooperación urbana.
“Granada demuestra que la sostenibilidad no es un concepto abstracto, sino una política real que mejora la vida de las personas cuando se planifica con visión y se gestiona con responsabilidad”, ha señalado la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo., durante su diálogo con Daniel Tugues, director de País para Veolia España.
Granada ha presentado este proyecto en el Smart City Expo World Congress de Barcelona, donde se ha mostrado cómo la ciudad ha convertido la gestión del agua en un motor de transformación urbana. El modelo se articula a través de EMASAGRA, empresa municipal en la que el Ayuntamiento mantiene el 51% del accionariado y Veolia el 49%, lo que garantiza un equilibrio entre control público del servicio e incorporación permanente de innovación tecnológica, eficiencia operativa y conocimiento experto. Gracias a esta colaboración estratégica de más de 25 años, Granada ha logrado situarse en la vanguardia de la resiliencia climática.
Una de las claves del éxito ha sido la transformación de la antigua estación depuradora en la actual Ecofactoría Sur, un complejo que ha pasado de ser un gran consumidor de energía a producir más de la que necesita. En la actualidad, la Ecofactoría alcanza el 140% de autosuficiencia energética gracias a la producción de biogás, la instalación de energía fotovoltaica y la optimización avanzada de los procesos de tratamiento. Este hito ha permitido que en junio de 2025 la ciudad logre el 100% de autosuficiencia energética en todo el ciclo integral del agua, convirtiéndose en una de las primeras ciudades europeas en alcanzar este nivel de resiliencia.
“En un contexto de sequía estructural y crisis climática, proteger el agua es proteger el futuro. Granada ha dejado de ver los residuos como un problema para convertirlos en soluciones que aporten energía, sostenibilidad y seguridad hídrica”, ha afirmado Carazo.
El modelo de economía circular permite reutilizar agua regenerada para el riego de parques, jardines y nuevos espacios verdes, reducir la presión sobre los recursos naturales y valorizar lodos y subproductos para agricultura, energía y construcción. Granada trabaja además para alcanzar la reutilización de hasta el 40% del agua tratada, lo que supondría el equivalente a disponer de un embalse adicional sin nuevas infraestructuras.
La innovación y la digitalización han sido fundamentales: la Ecofactoría dispone de un gemelo digital con datos en tiempo real, se emplea inteligencia artificial para optimizar los procesos y el sistema de aireación inteligente Createch ha permitido reducir el consumo energético sin comprometer la calidad. Además, la ciudad ha implementado el Canon de Descarbonización como herramienta financiera pionera para reinvertir en sostenibilidad de manera estable.
El proyecto Granada Respira permitirá la creación del primer bosque urbano sostenido con agua regenerada y nuevas zonas verdes para reducir la isla de calor y mejorar la calidad del aire, mientras que el Anillo Verde metropolitano impulsa la biodiversidad y captación de CO₂.
“Granada está demostrando que las ciudades pueden liderar la transición ecológica desde la gestión pública y la innovación. No estamos contando lo que queremos hacer: estamos enseñando lo que ya está funcionando”, ha concluido Carazo. El modelo está siendo compartido con otras ciudades europeas y latinoamericanas a través de redes como URBACT y la IURC, consolidando a Granada como referente internacional en adaptación climática.




