¿Cómo se está preparando Renfe para competir en un entorno cada vez más liberalizado y con nuevos operadores entrando en el mercado?
Ya llevamos bastante tiempo en esto, porque todo el proceso de liberalización lleva ya unos quince años más o menos. Básicamente, lo que estamos haciendo ahora es adaptarnos a las nuevas condiciones del mercado, sobre todo con la llegada de nuevos operadores. También estamos valorando la posibilidad de incorporar un socio industrial que nos acompañe en esta etapa.
Nuestro objetivo principal es mejorar la eficiencia y optimizar nuestros activos —las locomotoras, los vagones— para poder ofrecer un servicio más atractivo y competitivo a nuestros clientes.
Es verdad que no están siendo años fáciles, porque con tantas obras de infraestructura, especialmente en Andalucía —por ejemplo, en la línea Zafra-Huelva—, hemos tenido bastantes afectaciones. Y ahora, con las adaptaciones necesarias para la autopista ferroviaria o el paso de Despeñaperros, también se vienen retos importantes. Pero al final todo esto forma parte del proceso. Lo que buscamos es seguir transformándonos para ser más eficientes y estar mejor preparados para este nuevo escenario del mercado.
¿Qué papel juega la sostenibilidad en la estrategia de Renfe Mercancías, y qué medidas concretas se están implementando para reducir la huella de carbono?
La sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales para nosotros. A veces no se mide solo en términos económicos —aunque por supuesto se puede—, pero forma parte de los ejes estratégicos de la empresa.
En cuanto a acciones concretas, estamos muy centrados en la mejora tecnológica y la eficiencia energética, para reducir tanto el consumo de energía como la huella de carbono que genera nuestra actividad. Al final, lo que movemos son trenes, así que todo lo que podamos hacer para que sean más sostenibles es clave.
Utilizamos energía renovable siempre que es posible y trabajamos mucho en optimizar la conducción. Por ejemplo, usamos el freno regenerativo, que básicamente permite que cuando el tren frena, devuelva energía al sistema eléctrico. Eso ayuda a mejorar la eficiencia y a aprovechar mejor los recursos. Además, estamos modernizando la flota: hace unos años adquirimos nuevas locomotoras que, lógicamente, son mucho más eficientes.
Ahora mismo, para que te hagas una idea, el 82% de nuestro consumo energético ya está descarbonizado. Y hasta el 31 de agosto de este año hemos transportado 5,5 mil millones de toneladas brutas, lo que ha evitado la emisión de unas 207.000 toneladas de gases de efecto invernadero comparado con el transporte por carretera.
También tenemos un 82,6% de tráfico con locomotoras cero CO₂, y desde 2023 contamos con la certificación de carbono neutro. Si aplicamos la metodología de la Unión Europea sobre los costes externos, hemos ahorrado unos 55 millones de euros al evitar que circularan por carretera unos 230.000 camiones, de los cuales unos 34.000 serían de mercancías peligrosas.
Hasta el 31 de agosto de 2025, Renfe Mercancías ha transportado más de 5,5 mil millones de toneladas-kilómetro brutas, evitando la emisión de 207.000 toneladas de gases de efecto invernadero respecto al mismo tráfico por carretera.
El 82,59 % del tráfico se realizó con locomotoras eléctricas “CeroCO₂” impulsadas por energía renovable, superando el 81,82 % de 2024. Desde 2023, la compañía cuenta con la certificación “Carbono Neutro” (Norma PAS 2060 y GHG Protocol) para la tracción eléctrica, que garantiza operaciones sin emisiones y con medidas de eficiencia energética.
Según el Manual de Costes Externos de la UE, estas operaciones han supuesto un ahorro superior a 55 millones de euros, evitando la circulación de 232.180 camiones, de los cuales 34.300 transportarían mercancías peligrosas.
Estos resultados confirman el liderazgo de Renfe Mercancías en sostenibilidad y descarbonización del transporte ferroviario.
¿Cuáles son los principales retos operativos que enfrenta hoy el transporte ferroviario de mercancías en España?
Yo diría que esto es un tema que afecta a toda Europa. Al final, lo importante es lograr una verdadera interoperabilidad y que las infraestructuras estén adaptadas para que el ferrocarril pueda ser realmente competitivo.
Por ejemplo, que se puedan operar trenes de 750 metros, que haya implantado el sistema ERTMS —que es el sistema de señalización europeo— para mejorar la productividad y la eficiencia. Y, además, necesitamos un entorno normativo más equilibrado en todo lo que tiene que ver con el acceso al sistema logístico en general.
Porque lo cierto es que, si nos comparamos con el transporte por carretera, nosotros tenemos que cumplir muchísimas más normativas europeas, y eso nos pone en una posición de desventaja. Es uno de los grandes retos que tenemos ahora mismo.
¿Qué avances ha realizado Renfe Mercancías en materia de digitalización y automatización de sus procesos logísticos, y cómo se alinean estas iniciativas con las inversiones previstas en la renovación del material rodante, especialmente en aspectos como la eficiencia energética, la versatilidad operativa y la incorporación de nuevas tecnologías?
Nosotros ya llevamos tiempo trabajando en todo lo que tiene que ver con digitalización y automatización. El nuevo material rodante que hemos incorporado ya viene con mejoras tecnológicas que permiten una conducción más eficiente y con menor consumo de energía.
Además, hemos invertido más de 1,6 millones de euros en nuevas tecnologías: Internet de las cosas, eficiencia operativa y sostenibilidad. Todo esto se traduce en la digitalización y automatización de nuestros procesos, especialmente con el sistema TOS, que usamos para gestionar y controlar las operaciones en las terminales.
También hemos avanzado mucho en la centralización de datos y en la trazabilidad del material rodante —es decir, saber en todo momento dónde están nuestras locomotoras y vagones—. Esto no solo nos da información a nosotros, sino que también permite que nuestros clientes puedan hacer un seguimiento en tiempo real de sus trenes y mercancías.
Parte de estas iniciativas se están financiando a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con unos 752.000 euros.
En cuanto al material rodante, el foco está en la eficiencia energética, la trazabilidad y la monitorización en tiempo real. Queremos centralizar todos los datos para optimizar el uso de las locomotoras y los vagones. Además, contamos con software de gestión de flotas que nos permite aplicar mantenimiento predictivo y planificar mejor según las necesidades de transporte, lo que se traduce en importantes ahorros.
En definitiva, toda esta digitalización no solo mejora nuestra eficiencia interna, sino que también aporta valor a nuestros clientes: más visibilidad sobre sus trenes, una gestión documental mucho más automatizada y una mejor integración intermodal, con una comunicación más fluida a lo largo de toda la cadena de suministro.
El objetivo final es claro: ser más eficientes, productivos y sostenibles —tanto desde el punto de vista medioambiental como social—, y ofrecer a nuestros clientes la garantía de que al trabajar con Renfe están cumpliendo con los estándares ESG y las exigencias de sostenibilidad actuales.
Renfe Mercancías ha invertido más de 1,6 millones de euros en la digitalización y automatización de sus operaciones, complementando esta inversión con la renovación de su material rodante mediante tecnologías IoT (Internet of Things) para mejorar la eficiencia operativa, la sostenibilidad energética y la orientación al cliente. Parte de estas actuaciones, cofinanciadas con 752.000 euros de fondos europeos Next Generation, se enmarcan en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
En el ámbito de la digitalización logística, la compañía ha implantado un Sistema de Gestión Operativa (TOS) en sus terminales intermodales, que optimiza procesos como la entrada y salida de camiones, la gestión de explanadas y la facturación. Este sistema centraliza datos, automatiza flujos y mejora la trazabilidad, el control de inventarios y los tiempos de carga y descarga. Además, la herramienta “Soy Mercancías-Localiza” permite el seguimiento en tiempo real de los trenes, tanto para los clientes como para el Centro de Gestión Operativa (CGO).
La tecnología IoT, aplicada a locomotoras y plataformas intermodales, facilita la transmisión de datos en tiempo real sobre el estado, ubicación y actividad del material rodante, mejorando la planificación del mantenimiento, reduciendo averías y optimizando horarios.
Estas innovaciones se alinean con la renovación tecnológica del material rodante, enfocada en la eficiencia energética y la versatilidad operativa. La monitorización en tiempo real ayuda a reducir el consumo y las emisiones, mientras que la integración de sistemas como el TOS y la plataforma IoT sienta las bases de un ecosistema digital preparado para futuras locomotoras inteligentes y una gestión más sostenible.
Para el cliente logístico, esta transformación aporta mayor trazabilidad y visibilidad, agilidad documental, reducción de tiempos y costes, mejor integración intermodal, mayor sostenibilidad y más fiabilidad y seguridad.
En conjunto, Renfe Mercancías consolida una infraestructura digital avanzada que moderniza su operativa y refuerza la competitividad, sostenibilidad y experiencia del cliente en la logística ferroviaria del futuro.
¿Cómo afecta la normativa europea del Green Deal al modelo de negocio de Renfe Mercancías y qué cambios están obligados a implementar?
Nos afecta bastante, aunque también es algo que forma parte del corazón de nuestro negocio. En Renfe Mercancías hemos elaborado un Plan Director de Sostenibilidad que incluye más de 200 acciones concretas.
Nuestro compromiso es ambicioso: queremos adelantar en diez años los objetivos de descarbonización del sector. Es decir, alcanzar la neutralidad total de carbono —lo que se conoce como nivel tres— en 2040, y llegar a los niveles uno y dos ya en 2030.
La idea es que todos nuestros trenes funcionen con energía 100% renovable y cuenten con certificación de carbono neutro, garantizando que no haya emisiones al medio ambiente y que nuestra actividad sea completamente sostenible.
¿Qué medidas se están tomando para formar y retener talento en un sector con alta especialización técnica como el ferroviario?
En los últimos tiempos estamos viviendo una evolución importante en ese sentido. Por un lado, estamos reforzando mucho la formación interna, para que nuestro personal no solo esté bien preparado, sino que también vea un plan de desarrollo y crecimiento dentro de la empresa.
Y, en paralelo, estamos llegando a acuerdos con centros educativos, universidades y otras instituciones, para que nuevas personas puedan incorporarse a Renfe Mercancías. La idea es que la empresa resulte atractiva también para gente que ya viene con una formación previa, aunque después necesiten una formación complementaria más específica y orientada a nuestro negocio.
Siendo hoy el operador líder del transporte ferroviario de mercancías en España con 18 millones de toneladas al año, ¿qué metas se ha fijado Renfe Mercancías para seguir liderando el sector en los próximos años, especialmente en un contexto de transformación energética, digital y competitivo?
Sí, claro, especialmente en un contexto como el actual, donde confluyen tantos cambios.
Para seguir siendo líderes, lo fundamental es ser eficientes. Y para lograrlo, estamos apostando fuerte por la digitalización: por ejemplo, con sistemas que nos permiten hacer un seguimiento en tiempo real de nuestros trenes, tanto por nuestra parte como por parte de los clientes.
También estamos avanzando en automatización, que forma parte de esa misma estrategia digital: automatizar procesos de facturación, de gestión, todo lo que contribuya a mejorar la eficiencia.
A la vez, queremos ser innovadores desde el punto de vista logístico, ofreciendo al cliente un servicio completo en toda la cadena de transporte —desde las terminales hasta la parte intermodal—, y todo ello sin olvidar un eje clave para nosotros: la sostenibilidad.
Queremos seguir siendo líderes también en ese ámbito, con trenes cada vez más eficientes y con menores emisiones de CO₂, cumpliendo los compromisos del Green Deal que están recogidos en nuestro Plan Director de Sostenibilidad.
Y, si me permites añadir algo más, creo que hay una reflexión que compartimos en todo el sector del transporte ferroviario de mercancías: el tema normativo.
A veces, cuando se habla de hacer más ágil el marco regulatorio, puede parecer que eso va en detrimento de la seguridad, pero no es así. Lo que necesitamos es un planteamiento normativo más adaptado a la realidad actual del ferrocarril.
Además, es importante que se reconozcan los costes externos: el hecho de que el tren sea más eficiente energéticamente, más sostenible y que contribuya a reducir accidentes debería tenerse en cuenta para dotar al ferrocarril de más herramientas que le permitan aumentar su cuota de mercado. Y esto no solo beneficia a Renfe Mercancías, sino a todo el sector ferroviario en general.