MODULYA se presenta como una alternativa de futuro a la construcción tradicional. ¿Podría explicarnos cómo funciona su modelo de negocio, desde el diseño hasta la entrega, y qué beneficios concretos aporta a sus clientes frente a los métodos de construcción convencionales?
Nuestro modelo de negocio está basado en la construcción industrializada, bajo la filosofía Lean, tanto a nivel de empresa como, fabricación y montaje. La clave es optimizar el proceso desde el inicio hasta la entrega, eliminando desperdicios, y ofreciendo un servicio “llave en mano”. Colaboramos con los promotores desde las primeras ideas y entregamos un producto terminado que puede llegar incluso al amueblamiento completo del edificio.
La ventaja principal de este sistema es la reducción de plazos: podemos acortarlos entre un 50 % y un 60 % dependiendo del proyecto. También permite ajustar costes y garantizar una calidad superior a la de la construcción tradicional, ya que los componentes provienen de fábrica bajo controles estrictos. Además, al fabricarse en entornos controlados, se reduce la huella de carbono hasta en un 80 % y se incrementa la seguridad de los trabajadores. Todo ello dentro de un marco de eficiencia inspirado en la filosofía Lean, que busca eliminar desperdicios y optimizar tiempos y recursos.
Han mencionado la filosofía Lean como base de su organización. ¿Cómo se aplica en el modelo “llave en mano” y qué papel juega la tecnología?
El Lean Construction, heredado de la metodología industrial de Toyota, está en el corazón de nuestro proceso. Nos permite planificar, organizar y ejecutar todas las fases de manera objetiva, reduciendo tiempos y costes sin comprometer la calidad.
A ello sumamos herramientas tecnológicas como el BIM (Building Information Modeling), programas de diseño, aplicaciones de gestión y, más recientemente, inteligencia artificial aplicada a procesos de fabricación y mantenimiento de edificios. La combinación de Lean y tecnología nos da un control total y convierte el servicio “llave en mano” en una solución fiable y de alta calidad.
El concepto de Sistema abierto de fabricación edificatoria (MODUSS) se menciona como un pilar de su estrategia. ¿Podría detallar en qué consiste esta “apertura” y cómo permite la personalización y flexibilidad que ofrecen, y de qué manera esto supera las limitaciones de las viviendas prefabricadas convencionales?
El sistema MODUSS es versátil y flexible. No se limita a un modelo modular estandarizado en 3D, sino que permite combinar distintas fases: módulos tridimensionales, paneles 2D como fachadas, o incluso componentes despiezados que se montan in situ.
Por ejemplo, los baños pueden llegar totalmente acabados en 3D, mientras que otras partes se ensamblan en obra. Esa capacidad de combinación ofrece un alto grado de personalización, lo que rompe con la rigidez de la vivienda prefabricada tradicional. MODUSS nos permite adaptarnos a cada proyecto y ofrecer soluciones a medida, manteniendo las ventajas de la construcción industrializada.
La sostenibilidad es un objetivo central de MODULYA, desde el diseño hasta el reciclaje. ¿Cómo se materializa este compromiso en la fase de fabricación o en la selección de materiales, y cómo miden el impacto ambiental de sus proyectos?
La sostenibilidad la aplicamos en varios niveles. En primer lugar, con la selección de materiales: optamos por aquellos de proximidad para reducir la huella de carbono del transporte. También priorizamos materiales sostenibles y procesos de fabricación ecoeficientes.
En segundo lugar, está el diseño. Nuestros edificios no solo cumplen principios de sostenibilidad en su ejecución, sino también en su funcionamiento posterior, generando eficiencia energética y confort para el usuario. En definitiva, buscamos un enfoque integral que combine diseño, materiales y procesos constructivos sostenibles para reducir el impacto ambiental y cumplir con los estándares más exigentes.
¿Qué factores específicos de su modelo industrializado contribuyen a esta reducción de costes sin comprometer la calidad y la sostenibilidad, y cómo se comparan estos ahorros con los de la construcción tradicional?
Nuestro sistema está especialmente orientado a la vivienda asequible. En Huelva, por ejemplo, hemos trabajado en soluciones para alojamientos de temporeros agrícolas, optimizando costes sin perder calidad.
La reducción de costes se consigue gracias a la economía de escala y a la eficiencia del proceso. Cuanto mayor es el volumen de construcción, más se optimizan los recursos y más se reducen los desperdicios. No controlamos directamente el precio de los materiales, pero sí podemos influir en el ahorro mediante la optimización de su uso y la reducción de mermas. De esta forma, logramos un equilibrio entre coste competitivo y calidad constructiva.
Además del sector residencial, están explorando aplicaciones en los sectores sanitario, educativo y terciario. ¿Qué ventajas específicas ofrecen los sistemas industrializados de MODULYA para estos sectores en particular, y qué adaptaciones se requieren para satisfacer sus necesidades únicas?
El sistema se adapta muy bien a usos sanitarios, educativos y sociosanitarios. Son edificios que requieren espacios amplios, funcionales y en muchos casos estandarizados, pero sin renunciar a la personalización.
Hemos desarrollado, por ejemplo, un sistema específico para residencias de personas mayores, Moduss Senior Living, diseñado en función de las necesidades reales de estos centros. Lo mismo ocurre con colegios u oficinas: nuestros módulos permiten responder con rapidez y calidad a proyectos donde los tiempos y la funcionalidad son esenciales. La adaptabilidad del diseño hace que la construcción industrializada sea especialmente competitiva en estos sectores.
Para terminar, ¿cuáles considera que son los objetivos para el próximo año en términos de expansión de mercado?
Nuestro gran reto es aumentar la capacidad productiva. Para ello estamos estudiando la construcción de una nueva fábrica, que nos permita responder a la creciente demanda y consolidar nuestra posición en el mercado.
Queremos seguir optimizando procesos, diversificando líneas de negocio y aplicando mejoras continuas tanto en productos como en organización. La construcción del futuro será industrializada, y nuestra misión es estar a la vanguardia de ese cambio.
Nuestro propósito como empresa es claro: mejorar la vida de las personas a través de nuestras edificaciones, aportando calidad, sostenibilidad y soluciones adaptadas a las necesidades reales.