VICENTE BOISSIER, DECANO DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE GRAN CANARIA
¿Cuál ha sido el balance de este último año en el sector de la construcción tras la pandemia?
Ha sido un año de mucha incertidumbre, pero hemos tenido la suerte de que la construcción ha mantenido su funcionamiento. Aunque se ha apreciado una menor facturación no hemos tenido el cero económico que sí han experimentado otros sectores. En este sentido ha sido importante el impulso económico que han aportado los fondos europeos. Sin embargo sí se ha observado un encarecimiento notable de los materiales de construcción. Este repunte de costes tiene que ver con la crisis de materias primas y el incremento de la demanda.
Existe un desajuste en el mercado que origina que suban los precios y esto va a afectar mucho a la inversión privada, que depende mucho de la estabilidad de los mismos.
Es una realidad que el sector público necesita un impulso. ¿Considera que la Administración ha obrado en consecuencia? ¿Cree que está línea a seguir es la adecuada para afrontar la recuperación económica?
Sin duda. La Administración tiene toda la responsabilidad en la recuperación. En Canarias tenemos un retraso notable en cuanto a inversión pública si lo comparamos con la situación en la Península.
Todas las subvenciones que se deberían haber habilitado están paralizadas. No disponemos de las herramientas necesarias para que ese impulso sea tangible.
¿Cuáles son las estrategias de futuro que plantea el Colegio Oficial de Arquitectos de Gran Canaria para sumarse a la recuperación?
Estamos inmersos en un proceso de digitalización. Entendemos que es indispensable incorporar indicadores que nos permitan tener la constancia de que vamos por el buen camino, de si estamos logrando un cambio en el modelo productivo. Aparte de esta renovación tecnológica, solemos participar en todos los debates relacionados con la transformación urbana y la edificación. A su vez, el cambio climático, el consumo de recursos y el problema de las emisiones contaminantes también radica en la edificación y en la organización del espacio.
Por tanto, los arquitectos tenemos un papel fundamental en el rediseño de las ciudades y espacios para que el mundo urbano en Canarias tenga la eficiencia que demanda Europa y el mundo. En concreto, en el Colegio hemos iniciado un foro mensual sobre temas concretos vinculados al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 11, de ciudades y comunidades sostenibles. A partir de determinados objetivos como la movilidad sostenible, los espacios inclusivos o el fomento de las energías del futuro, intentamos focalizar los problemas que existen a nivel autonómico en aras de introducir una línea de pensamiento que permita transformar nuestra economía
Hemos palpado una evolución de la industria arquitectónica en los últimos años. Cada vez son más los clientes que optan por nuevas formas de construcción. ¿Cuáles son las tendencias que se dan en Canarias en la actualidad?
En Canarias esta evolución es muy lenta, pero también se aprecian cambios. Encontramos la apuesta por el famoso Kilómetro 0, basado en la obtención de materiales cercanos sin necesidad de recurrir a grandes transportes. También se aborda la cuestión de la arquitectura circular, vinculada al discurso del desarrollo sostenible y al reciclaje de materiales. De hecho, estamos impulsando un foro de debate sobre la arquitectura circular para transformar la economía y la industria, de tal manera que esta sea capaz de absorber los residuos que se generan para reutilizarlos y no tener que enviarlos a Asia. Todo esto es un impulso que parte de la arquitectura. A su vez, hemos comenzado a usar paneles modulares y los arquitectos ya han aprendido a diseñar a partir de sistemas que permiten la recuperación de materiales.
En este sentido, también estamos involucrados en facilitar el cambio del modo de vida generado por la pandemia. Me refiero al rediseño de espacios, o a aportar soluciones ante la dificultad de acceso a la vivienda que tienen los jóvenes debido a la precariedad de sus trabajos. Esto nos obliga a crear espacios colaborativos
“La tendencia es incentivar la contratación de profesionales que ya conocen el mundo laboral ”
¿Cree que estos avances ayudarán a retener el talento en el sector que se tiende a perder en Canarias?
Está claro que el talento se retiene gracias a los recursos. Si las empresas tienen la posibilidad de invertir y conseguimos que la sociedad ponga en valor la importancia de trabajar con profesionales talentosos, podremos retenerlos. El problema es que esto no ocurre. La Administración impuso la I+D+I, pero no ha sido eficiente y, para colmo, los procesos administrativos se han ralentizado de una forma desesperante con la pandemia. Hemos perdido el contacto con los funcionarios que gestionan e informan sobre nuestros proyectos y los de todos los empresarios que tienen iniciativas. Creo que la Administración tiene que revisar el modelo que ha implantado porque es muy poco eficiente. Necesitamos explicar nuestros proyectos y que haya un interlocutor capaz de valorarlos y entenderlos, porque en este momento nos encontramos con muchas dificultades para su lanzamiento.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el Colegio para este año?
Es un año crítico en el que esperamos obtener algunos resultados positivos. Nos gustaría que se lleve a cabo la renovación que necesitamos. Los arquitectos de este colegio estaremos en todo momento en primera línea en todo este proceso y estamos preparados para mejorar la calidad de vida de la gente en materia de espacios urbanos, infraestructuras y de defensa del medioambiente. Por último, tenemos un reto importante en cuanto a facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo. Esto es muy complicado, pues la tendencia es incentivar la contratación de profesionales que ya conocen el mundo laboral y creo que esta desconexión dificulta que luego los no profesionales puedan incorporarse al mercado laboral con cierta naturalidad.