¿Qué cambios ha experimentado Geointegral en el último año en términos de crecimiento, equipo o tecnología?
En los últimos ejercicios hemos tenido un crecimiento constante, en 2024 este se ha acentuado algo más, tanto en términos de volumen de negocio, como en EBITDA y equipo.
Al final de 2024 cerramos con 5 millones de facturación y un equipo de 50 personas, hoy en día tenemos cartera ejecutable superior a 8 millones para 2025 y somos más 65 personas.
La tecnología geotérmica es una tecnología completamente madura, por lo que no caben importantes cambios más allá de las mejoras que los fabricantes de bombas de calor geotérmicas van introduciendo en sus modelos y que habitualmente están relacionadas con el control y regulación de estas.
¿Cómo ha evolucionado la demanda de soluciones geotérmicas en España desde que iniciaron su actividad hasta la actualidad?
Como comentaba, la geotermia es una tecnología completamente madura, podemos encontrar casos de aplicación desde principios del siglo XX en Europa. Tradicionalmente se empleó en aplicaciones de calor, lo que, unido al hecho de que los principales fabricantes de bombas de calor eran centroeuropeos y que en España somos más demandantes de refrigeración, hizo que se introdujera más tarde en nuestro país. Entre otros factores.
Fuimos pioneros en la introducción de la geotermia en España, lo que conllevó un proceso de divulgación a ingenierías, arquitecturas y promotoras. En los primeros años, fueron pequeños proyectos unifamiliares los primeros en apostar por la geotermia. Conforme han transcurrido los años y existen referencias de los buenos resultados de estas instalaciones, las mencionadas ingenierías y arquitecturas, así como otras que progresivamente se han ido sumando, han ido apostando por la opción geotérmica para proyectos cada vez de mayor envergadura.
¿Qué tipo de clientes están apostando por la geotermia en estos momentos: particulares, empresas o instituciones públicas?
Mantenemos a nuestros clientes tradicionales del ámbito unifamiliar, no obstante, en los últimos 5 años se han sumado de forma importante proyectos plurifamiliares y terciarios, como hoteles, hospitales, sedes corporativas o públicas, por ejemplo.
Cabe mencionar especialmente el incremento de la geotermia en proyectos públicos, empiezan a ver la luz importantes proyectos ya en licitación o fase de ejecución. Aquí vemos como organismos como el MITECO, Adif o Aena, por ejemplo, están introduciendo Geotermia en proyectos de rehabilitación o nuevas infraestructuras, pero también podemos observarlo en Ayuntamientos y Diputaciones.
¿Cómo afecta la legislación actual (subvenciones, normativas de eficiencia, etc.) al desarrollo de proyectos geotérmicos?
En cuanto a normativa, refiriéndonos a eficiencia (CTE y análogos aplicables), todo apunta a la Geotermia, pues en esta materia no hay ninguna tecnología que la alcance. No obstante en lo inherente a la realización del campo de captación así como otras cuestiones, como la acumulación centralizada de ACS, la normativa es bastante heterogénea en función de la comunidad autónoma e incluso, en ocasiones, de la provincia y ayuntamiento del que se trate. Por suerte para nosotros no supone demasiado inconveniente dado que llevamos trabajando más de 14 años a nivel nacional, pero es cierto y somos conocedores de que puede suponer un problema para la ingeniería que desarrolla el proyecto en cuestión. Por tal motivo ofrecemos a estas ingenierías así como a sus arquitecturas un servicio de asesoramiento técnico en fase de diseño mediante el cual se alcance un proyecto correcto técnica y normativamente.
Respecto a incentivos y subvenciones, indudablemente ayudan, pero sí es cierto que la geotermia cada vez conlleva una inversión más parecida al de otras tecnologías térmicas renovables. Salvo en casos de potencias bajas, podríamos decir por debajo de 50 kWt, la inversión es similar, por lo que es principalmente al sector residencial unifamiliar al que desde un punto de vista económico sirve de estímulo.
¿En qué consiste el sistema de climatización de piscinas con geotermia?
El esquema de principio para esta aplicación es en realidad similar al de muchos otros.
En virtud de la masa de agua a calentar o enfriar (hay casos en los que se puede demandar frío, spas entre ellos) y demás parámetros (características constructivas del emplazamiento, ubicación y climatología) se determina la potencia térmica de producción necesaria.
En base a dicha potencia y a las características del terreno, se dimensiona el campo de captación necesario mediante el cual se realiza el intercambio térmico con el terreno.
Una vez queda diseñado y ejecutado, el campo de captación queda conectado con la sala técnica en el que se instala una bomba de calor que alimenta a depósitos de inercia mediante los cuales, a su vez, se alimenta a un intercambiador de calor para la climatización de piscinas.
La ventaja de esta opción es que es posible aprovechar el calor que una bomba geotérmica produce colateralmente cuando produce frio para climatización, ya que en lugar de intercambiarlo con el campo de captación, si se implementa esta opción se puede emplear para calentar o atemperar la piscina sin coste alguno. Es una cuestión que se demanda bastante por ejemplo en proyectos con piscinas comunitarias muy sombreadas para que la temporada de baño pueda alargarse desde abril a octubre.
De cara al futuro, ¿cómo imagina Geointegral su impacto en la transformación energética de ciudades y comunidades enteras?
De hecho es uno de los principales vectores de crecimiento que contemplamos.
Son conocidas redes urbanas de calefacción, por ejemplo mediante el empleo de vectores, como gas natural o, incluso de suministro, como pueden ser las que aprovechan calor residual de industriales o disponen de centrales de producción mediante combustión dedicadas.
En la actualidad ya se están implementando redes térmicas de 5ª generación, en las que se distribuye calor y frío de muy baja temperatura a partir de producción descentralizadas mediante de geotermia. También, de modo más incipiente, se están desarrollando redes, podríamos llamar de 6ª generación, en la que no se distribuye calor o frio, sino que se enfocan a un intercambio térmico compartido al que se conectan las salas técnicas de producción de climatización y ACS de los edificios de viviendas, negocios e industrias de un determinado distrito.
Sin duda, el modelo de ciudad futura pasa por estos conceptos.